mayo 13, 2012

Discurso del Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en ocasión de la firma del Tratado de Estabilidad o Pacto Fiscal de la UE (2012)


DISCURSO DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO EUROPEO EN OPORTUNIDAD DE LA FIRMA DEL TRATADO DE ESTABILIDAD, COORDINACION Y GOBERNANZA DE LA UE
Herman Van Rompuy
[2 de Marzo de 2012]

Están ustedes a punto de firmar un Tratado que constituye un paso importante en el restablecimiento de la confianza en nuestra Unión Económica y Monetaria.
El Tratado se ha elaborado con cuidado, porque lo que está en juego es mucho, y con rapidez, porque una crisis requiere una respuesta pronta. Pero, una vez haya entrado en vigor, sus efectos serán profundos y duraderos.
Me gustaría resaltar tres cosas.
En primer lugar, la estabilidad. Al firmar, todos ustedes se comprometen a introducir una norma presupuestaria estricta en su legislación, de preferencia en el nivel constitucional. Esta norma será vinculante y tendrá carácter permanente.
La incorporación de esta norma al Derecho nacional se hará bajo el control del Tribunal de Justicia europeo. Como Partes Contratantes, han convenido ustedes en un mecanismo para la aplicación de la disposición correspondiente, el artículo 8, que irá anexo al acta de esta ceremonia de firma.
Esta autolimitación más estricta que todos y cada uno de ustedes han asumido respecto de la deuda y los déficits es algo importante en sí mismo. Contribuirá a evitar que se repita la crisis de la deuda soberana. Y, de este modo, consolidará también la confianza entre los Estados miembros, algo importante asimismo desde el punto de vista político.
El restablecimiento de la confianza en el futuro de la zona del euro será fuente de crecimiento económico y de empleo. Esta es nuestra finalidad última. Los objetivos de déficit y deuda son objetivos intermedios, no metas en sí mismas.
Un segundo aspecto: la coordinación. El Tratado contiene el compromiso de profundizar en la coordinación económica y ofrece los instrumentos para hacerlo. Estos instrumentos tendrán que aprovecharse en todos los ámbitos que son fundamentales para el correcto funcionamiento de la zona del euro. El resultado será una Unión Económica y Monetaria que, por así decirlo, esté asentada por fin sobre sus dos pilares. En mi opinión, estas disposiciones son prometedoras y tenemos que asegurarnos de que las aplicamos.
Tercer aspecto: la gobernanza. Con el Tratado se formaliza la existencia de las cumbres de la zona del euro, lo que da a los Estados que comparten la moneda única la posibilidad de tomar determinadas decisiones, haciendo participar al mismo tiempo a las otras Partes Contratantes e informando también a los demás miembros de la Unión Europea. Creo que hemos conseguido un equilibrio delicado entre los 17, los 25 y los 27, un equilibrio que es viable para todos.
Hay otros dos equilibrios jurídicos y políticos que hemos conseguido. Uno, entre el Derecho de la Unión y este Pacto Presupuestario.
Lamentablemente, no ha resultado posible alcanzar nuestros objetivos mediante una revisión normal del Tratado de la UE, y por eso estamos trabajando fuera del mismo. Sin embargo, se ha hecho todo lo posible para contar con las garantías y las cualidades que solo los interlocutores institucionales de la UE pueden aportar, en especial la Comisión Europea y el Tribunal de Justicia. La denominada "cláusula de repatriación", que nos compromete a tomar medidas para incorporar el fondo de este Tratado en el ordenamiento de la Unión a los cinco años de su entrada en vigor, marca el camino claramente.
El otro equilibrio político, que es definitivo, queda fuera de este Tratado. Desde que estalló la crisis de la deuda soberana hace dos años, hemos venido lidiando con ella avanzando en dos frentes paralelos: la responsabilidad y la solidaridad. Por una parte, potenciando la responsabilidad individual de cada país, y por otra dando forma concreta a la solidaridad que cada uno ofrece al colectivo. Este Tratado constituye un gran paso hacia una mayor responsabilidad, del mismo modo que, por ejemplo, el Tratado Constitutivo del Mecanismo Europeo de Estabilidad lo es hacia una mayor solidaridad. No debemos perder de vista este aspecto global de las cosas.
Pero, antes de nada, tras la firma de hoy viene el momento de la ratificación. Ahora ustedes han de convencer a sus Parlamentos y a sus electorados de que este Tratado es un paso importante para devolver al euro a aguas tranquilas de forma duradera. Tengo plena confianza en que lo conseguirán.
El Tratado es breve e incisivo, sus ventajas son claras y, por encima de todo, ustedes son todos unos políticos competentes; ¡de lo contrario no estarían aquí!
Así pues, demos vida a esta criatura con su nombre completo: ¡el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza en la Unión Económica y Monetaria!
Herman Van Rompuy

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