Circular a los Gobernadores
de Provincia sobre pureza del sufragio
Hipólito Yrigoyen
[6 de Marzo de 1922]
Buenos
Aires, marzo 6 de 1922.
Excelentísimo Señor Gobernador de la Provincia :
La
renovación de los más altos poderes electivos nacionales pondrá en breve en
ejercicio la primordial prerrogativa de la vida democrática, al expresar en el
comicio la voluntad de los pueblos, fuente de toda soberanía y base
indispensable de todo gobierno republicano.
Un acto de tanta trascendencia, que afecta la existencia misma de nuestra organización política, exige que se le rodee de las más amplias garantías para que el veredicto de las urnas pueda merecer el respeto de las tendencias en luchas y el acatamiento de todos los habitantes dela Nación.
Un acto de tanta trascendencia, que afecta la existencia misma de nuestra organización política, exige que se le rodee de las más amplias garantías para que el veredicto de las urnas pueda merecer el respeto de las tendencias en luchas y el acatamiento de todos los habitantes de
Los
esfuerzos y sacrificios, durante tan largo tiempo realizados para iniciar esta
época de renovación de los valores morales y políticos de reparación
institucional en todos los Estados de la República , constituyen un compromiso, de honor
que vincula a pueblos y gobiernos para culminar la obra emprendida con la
consagración definitiva del sufragio, libremente pensado y honradamente
emitido.
Con
este concepto de la misión histórica que le corresponde llenar, el Gobierno de la Nación , surgido de los comicios
memorables que han marcado tan profunda evolución de nuestros métodos
políticos, considera necesario llevar en estos momentos, su palabra de
advertencia y estímulo a todos los mandatarios del país.
Los
pueblos de la República
van a pronunciarse una vez más sobre la orientación de sus propios destinos,
llenando funciones cívicas en cumplimiento .de deberes, de derechos consagrados
por leyes de la Nación ,
que al Gobierno, federal corresponde hacer cumplir por propia autoridad y por
intermedio de los gobiernos que son sus agentes naturales.
Al
dirigirme, pues, a V. E., ante la proximidad de este grandioso acto, cívico, no
es para formular simples aspiraciones o anhelos de mejoramiento, político, sino
para ratificar ante el país el invariable propósito de este gobierno de
conservar y enaltecer celosamente las conquistas democráticas alcanzadas,
poniendo a su servicio todo el prestigio y el poder de la Nación.
Para
la realización de tan altas finalidades, el Ministro del Interior estará atento
a todas las solicitudes o indicaciones de las autoridades, de los partidos y de
los ciudadanos que tiendan a perfeccionar los procedimientos electorales; y
llevará su autoridad y su acción a donde quiera que se oponga un obstáculo a la
efectividad de las consagraciones públicas.
Es
necesario extinguir hasta los últimos resabios de las perversiones del pasado;
y para ello deberán ser amparadas, con la mayor rectitud, todas las justas
reclamaciones, solucionando las dificultades que obstaculicen el libre acceso
al comicio, y evitando todos los conflictos que puedan apasionar los ánimos de
las agrupaciones en lucha y provocar sucesos dolorosos que deben desaparecer
para siempre en las prácticas de nuestra democracia.
Hoy,
las leyes afianzan su imperio, y en verdad prevalecen sobre los actos de
violencia y las maniobras del fraude, que constituyeron un sistema bajo el
régimen, condenado por el pueblo argentino, que ha comprobada reiteradamente la
capacidad política que le negaran los detentadores del poder en el pasado, para
usurparles sus derechos y perpetuar ilegítimos predominios. Todo debe
disponerse, pues, cuidadosamente para que la libertad electoral, ampliamente
asegurada, impulse a los ciudadanos al cumplimiento de su ejercicio.
Este
Gobierno, que ha dedicado sus mayores esfuerzos a cimentar en el país la
probidad política, espera que su ejemplo han de seguirlo sin reservas los
gobiernos de provincia, para que los próximos comicios sean escenarios abiertos
a la contienda franca y leal de todas las aspiraciones.
En
tal concepto y para efectividad de tan alto propósito, puede V. E. contar con
todo el apoyo del Poder Ejecutivo Nacional, que anhela vivamente solidarizar la
acción de los pueblos y gobiernos en el patriótico ideal de afianzar el imperio
de nuestras instituciones republicanas, para asegurar a la patria la
realización de sus grandes destinos.
YRIGOYEN
Fuente:
“Ley 12839. Documentos de Hipólito Yrigoyen. Apostolado Cívico – Obra de
Gobierno – Defensa ante la Corte ”,
Talleres Gráficos de la
Dirección General de Institutos Penales, Bs. As 1949.-
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