DISCURSO EN CHAMICAL, PROVINCIA DE LA RIOJA
Néstor Kirchner
[4 de Agosto de
2005]
Señor gobernador de la provincia de La Rioja ; señor intendente
municipal de El Chamical; señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional y
Provincial; señor vicegobernador de la provincia de La Rioja ; autoridades
nacionales y provinciales, señores intendentes; querido Obispo, realmente es un
placer compartir este día con usted; queridos hermanos y amigos sacerdotes con
quienes estamos compartiendo un día muy importante, muy profundo, de mucho
sentimiento; señoras y señores:
Agradezco profundamente al pueblo deLa Rioja el poder compartir
estos momentos en este querido Chamical, pero también agradezco a Dios poder
estar presente en este homenaje del pueblo de La Rioja , del pueblo de la
patria y del Estado Nacional. No ya en mi carácter de presidente temporal de la
historia, como les toca cada tanto a hombres y mujeres de esta patria, sino en
nombre de la patria y el Estado Nacional, vengo a hacer una reivindicación
histórica de este cura obispo patriota monseñor Enrique Angelelli, verdadero
ejemplo de dignidad, de justicia, de defensa de los ideales y de la pluralidad;
de defensa de la convivencia de los pobres y también de los sectores medios, de
la producción y empresariales argentinos. Porque monseñor Angelelli trabajaba
por una patria para todos con justicia. Lo mirábamos desde distintas latitudes
como un verdadero ejemplo.
Agradezco profundamente al pueblo de
También hacerlo en esta ciudad de El
Chamical donde lamentablemente desde aquí al país se anunció la ignominia de
los indultos a quienes reprimieron al pueblo argentino en el genocidio de la
dictadura militar.
Por eso la memoria, la justicia, la verdad,
son elementos que deben quedar definitivamente colocados como valores
fundamentales de nuestra historia. Defender memoria, querido Obispo, defender
justicia y defender verdad lleva a que me agredan, a que me insulten, pero no
me interesa porque lo valen la justicia, la verdad y la memoria, y lo pueden
seguir haciendo porque voy a estar como el algarrobo, firme, defendiendo estos
ideales de patria y de integración.
Y la justicia, la memoria y la verdad de
monseñor Enrique Angelelli traen entre sí una patria distinta, una patria por
la que estamos trabajando todos los argentinos, donde podamos vencer la
indigencia, y lo estamos haciendo; donde podamos avanzar sobre la pobreza, y lo
estamos haciendo; donde podamos seguir bajando el desempleo, y lo estamos
haciendo; donde empecemos a construir techos para que cada familia pueda tener
su vivienda propia y también lo estamos haciendo; donde en cada barrio pueda
haber una escuela para que nuestros niños puedan concurrir, como cuando éramos
chicos, y lo estamos haciendo; donde podamos reivindicar con un proyecto de
financiamiento educativo definitivamente la educación en la patria, para que no
sólo las provincias tengan que soportar sobre sus espaldas el sostén de la
educación sino que el Gobierno Nacional pueda acudir en ayuda para jerarquizar
la reforma educativa, para jerarquizar la calidad educativa, la calidad
didáctica y pedagógica que nuestro país necesita en un proyecto educacional
integrador, de sur a norte y de norte a sur, que es fundamental. Para que podamos volver a tener dignidad.
Yo lo veía al padre Pocho, al cura Pocho,
que decía “me he puesto un traje hoy y no sé cómo se cierran los botones”; a mí
me retan todos los días porque no los cierro nunca, padre Pocho, porque me
gusta tener el pecho y el corazón en la manos del pueblo argentino y en este
caso del pueblo riojano.
Es fundamental recuperar la dignidad,
querido padre Pocho. Me trataron en los últimos tiempos de intransigente, que
no cedía, que tenía ideas foráneas o extrañas por sentir la Patria y sentir la bandera.
Cómo yo me iba a poner tan duro con los intereses internacionales en la
renegociación de la deuda privada, donde quienes gobernaron la Argentina dejaron a este
país con una deuda de casi 180 mil millones de dólares sobre las espaldas de
todos los argentinos, de una punta a la otra de la Patria. Me decían,
padre Pocho, querido Obispo, querido Gobernador, que tenía que ceder, porque
decía que la Argentina
iba a pagar de esa deuda. Entonces dije: los argentinos queremos honrar lo que
no está muy claro aunque igual queremos honrar, pero vamos a pagar lo que
podemos, porque el pueblo argentino ha sufrido demasiado. Me dijeron que no iba
a durar ni dos días, y logramos que en la Argentina por primera vez en la historia, con
dignidad, con coraje y teniendo lo que se tiene que tener, se puedan ahorrar 67
mil millones de dólares en la renegociación de la deuda.
Lo mismo, desde esta querida Rioja, de esta
Rioja que es sentido de nacionalidad y de Patria, donde algunos levantaron
tantas veces en los últimos años los ideales del Fondo Monetario Internacional
paseando por sus salones, desde las calles de La Rioja les digo a aquellos
que conducen esa entidad que vean como está cambiando la Patria , y que vamos a
negociar, que nos vamos a desendeudar, pero con dignidad, con justicia y sin
hambre para el pueblo.
No tenga ninguna duda, padre Pocho, voy a
estar próximamente allí donde lo mataron, donde lo asesinaron a monseñor
Angelelli, que no murió en un accidente, terminemos con la mentira y con la
hipocresía, lo mataron por defender la verdad y la justicia.
Querido Obispo, me va a tener acompañándolo,
junto al Gobernador y a todos los gobernadores de la Patria , y todos los hombres
y mujeres de la Argentina ,
pidiendo que se reabra la causa de monseñor Enrique Angelelli porque los
argentinos queremos saber la verdad.
Mi querido monseñor Enrique Angelelli,
hubiera sido un honor para mí poder conocerlo, pero su visión, sus palabras,
son un oído del pueblo y otro del evangelio. Como dijo Pocho - ya le digo
Pocho, ya nos hicimos amigos- la realidad es así, esta es la Iglesia que reivindica al
pueblo con su gente, la
Iglesia que está al lado de los que tiene que estar, la Iglesia que reclama por
los que tiene que reclamar, la
Iglesia que ama a todos, sin ningún tipo de distinción. Es la Iglesia , los sueños y el
amparo de Dios que deseamos todos los argentinos.
Ustedes saben que en esta tierra riojana,
tierra de Patria, puedo decir que hay un pingüino, como les gusta decirme a
algunos y a mí me gusta que me digan, que se siente feliz y orgulloso de estar
en tierra riojana, que es tierra de patriotas, que es tierra de las montoneras
federales, que es tierra de monseñor Angelelli, que es tierra de bandera, de
sentimiento y de nacionalidad.
Vengo a tomar mi firme compromiso de seguir trabajando
junto a todos ustedes, por una Rioja cada día mejor, por un Gobierno nacional
hermanado con todo el pueblo de La
Rioja.
Desde La Rioja , con el corazón, la mano y el abrazo
permanente, al lado de ustedes como siempre lo he hecho, que lo he compartido y
vivido en mi tierra del sur, les vengo a decir a todos ustedes que no les voy a
pedir que me sigan, porque ya sabemos lo que les pasó a los argentinos por
seguir y seguir. ; yo les vengo a pedir simplemente que me ayuden. Riojanos
ayúdenme, tómenme de la mano, denme fuerza y coraje, denme la fuerza del pueblo
y de Dios para poder seguir cambiando la Patria. Muchísimas
gracias La Rioja ,
muchísimas gracias señor Gobernador, muchísimas gracias Chamical, muchas
gracias, señor Intendente, muchas gracias señor Obispo, muchas gracias cura
Pocho. ¡Viva la Patria !
¡Viva La Rioja !
¡Viva el Chamical! ¡Viva los riojanos!
NESTOR KIRCHNER
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