junio 21, 2012

Discurso de Nestor Kirchner en el lanzamiento de la producción del Citroën C4 Sedan (2007)

DISCURSO EN EL ACTO DE LANZAMIENTO DE LA PRODUCCIÓN DEL CITROËN C4 SEDAN, EN LA LOCALIDAD DE EL PALOMAR, PROVINCIA DE BUENOS AIRES
Néstor Kirchner
[19 de Abril de 2007]

Señor vicepresidente de la Nación; señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor presidente y directivos de la empresa Peugeot Citroën; señor intendente municipal de 3 de Febrero Hugo Curto; señor embajador de la República de Francia; autoridades nacionales, provinciales, municipales; señores empresarios; representantes gremiales; operarios, trabajadores, el corazón vivo de Peugeot Citroën:
Realmente para mí representar a los argentinos en el día de hoy, en la presentación de un nuevo modelo de la firma Peugeot Citroën, es una tremenda alegría y tremendo honor, porque creo profundamente en las políticas industriales, creo en la consolidación de la industria nacional, por ende, siempre desde el primer día creímos fuertemente en el desarrollo de la industria automotriz y debo reconocer que en este caso la empresa Peugeot Citroën tuvo una actitud de permanente colaboración con la Argentina en los momentos más duros de la crisis.
Cuando en el año 2003 visitamos por primera vez la planta, vi a directivos decididos y comprometidos con el destino de la Argentina, en un momento donde tener la decisión y la voluntad de acompañar la construcción de un proceso diferente y distinto en el país, era de alto riesgo. Veníamos de una de la crisis más profundas de nuestra historia, con los antecedentes que tenemos a veces los argentinos de no tener recuerdo, memoria, y de no aprender a veces de nuestras propias crisis para construir el país que la Argentina merece ofrecerle a los argentinos y mostrarle al mundo.
Y empezamos esta tarea, esta tarea que recién comentábamos con el señor presidente de Peugeot Citroën que parece increíble. Los que conocemos la Argentina decimos que es absolutamente creíble y posible, cuando la Argentina desarrolla su capacidad, sus recursos humanos, su capacidad para poder construir las alternativas y generar los procesos evolutivos con la participación global e integral de toda la estructura social, siempre esos procesos dieron resultados muy positivos.
Cuando se plantea un país que nos contenga a todos, que permita el desarrollo de un empresariado comprometido con los intereses nacionales, ya sean de capitales nacionales o de capitales que no sean nacionales pero que estén comprometidos con el desarrollo global del país, como tenemos casos para demostrarlo; cuando nuestra clase media recupera su potencialidad y capacidad de movilidad ascendente y cuando nuestra clase trabajadora recupera el rol estructural que tiene dentro del desarrollo global de la sociedad argentina, evidentemente se van dando este tipo de procesos.
Fíjense ustedes que hoy podemos decir que en la Argentina -para aquellos que decían que el crecimiento argentino era el rebote después de la crisis- ya hemos superado en un 15 por ciento el Producto Bruto de 1998. Es decir, hemos sido capaces de crear riquezas nuevas, trabajos nuevos, puestos nuevos, ingresos nuevos, y esto es tremendamente importante para el país.
También podemos decir con absoluta fortaleza que la industria tuvo un factor decisorio en el crecimiento del Producto Bruto Interno, muchísimo más importante, aunque parezca mentira por los propios números que se manejan, que al desarrollo del agro. Pareciera siempre mediáticamente que es distinto, pero ahora basta hacer los estudios, ver y hacer un estudio de cómo se fue haciendo la construcción del Producto Bruto Interno en la Argentina, para ver que la industria nacional ha tenido un gran desarrollo en la potencialidad de ese producto.
Y más cuando como decía recién el presidente de Peugeot Citroën Argentina, el 70 por ciento de la industria de autopartes, forma parte de la construcción del nuevo Peugeot Citroën Argentina y se fabrican sus autopartes en la Argentina, que es tan importante para el desarrollo del trabajo, de la industria y el desarrollo del crecimiento argentino.
En marzo, la industria año a año habrá crecido -se anunciará esta tarde- 7 puntos y un crecimiento acumulado de 6.60, es decir que nuevamente el crecimiento industrial está marchando a números realmente muy buenos.
La economía argentina en los dos primeros meses del año ha crecido al 8,2 por ciento que es tremendamente importante. El crecimiento del ingreso per cápita ha sido realmente importante y se está convirtiendo nuevamente en uno de los más importantes de Latinoamérica. La baja de la indigencia y de la pobreza, aproximadamente de 34 puntos la pobreza llegando a 26,9 y la indigencia de 27 a 8,19 puntos, está marcando también en la propia Latinoamérica, rumbos claros y concretos.
El último índice de desocupación del 8,7 por ciento está marcando, después de casi el 30 por ciento de desocupación que tuvo la Argentina, hasta qué punto se ha ido mejorando globalmente en la posibilidad y terminando con la atención de la exclusión. Y seguramente en el trimestre que viene, ustedes saben que la desocupación hay que mirarla estacionalmente, también tendremos una mejora muy importante respecto al mismo trimestre del año pasado por los números que estamos viendo. La recaudación viene creciendo un promedio del 25 por ciento año a año lo cual es también muy importante.
Cuando uno va mirando todo el proceso evolutivo de los números que la Argentina tiene, alienta y fortalece la posibilidad de la construcción de ese país que todos deseamos, que es salir fuertemente del infierno. Siempre recuerdo cuando viene en el 2003 querido señor presidente de Peugeot Citroën Argentina, cuando llegamos acá -nunca me voy a olvidar- había trabajadores y gente que no pertenecía a la firma Peugeot que sacaba del bolsillo un papelito que los argentinos nos olvidamos, que decía patacón. Es decir que no teníamos ni moneda nacional, esa era la realidad del 2003, se pueden imaginar la angustia que llevaba por dentro el que les está hablando en este momento. Yo les hablaba con gran fuerza de este país, de reconversión económica, de construcción industrial, de distribución del ingreso, de generación de empleo, de lucha contra la pobreza, contra la indigencia, pero ellos me mostraban un papelito, el patacón, el lecop, en Tucumán había 5 monedas. Esa era la Argentina que le ofrecíamos al mundo, con déficit, con su deuda absolutamente impaga, habiendo violado todos los compromisos que teníamos por delante, con procesos asimétricos inexplicables. Desde allí tuvimos que partir.
Por eso siempre digo que los argentinos tengamos piedad de nosotros mismos y veamos de dónde partimos para que no pasemos más de la depresión absoluta y de sentirnos los peores del mundo a la euforia ilimitada de sentirnos los mejores. Aprendamos esta lección del 2001 para darnos cuenta que la montaña se va escalando poco a poco y que hay que cuidar lo que se va escalando y cómo se va cambiando un proceso cultural. Que este proceso de crecimiento económico si no se acompaña con un proceso de transformación cultural y de buena memoria va a costar profundizarlo. Sé que los argentinos, independientemente como pensemos, vamos a profundizar esa transformación cultural y vamos a hacer eje de tener una buena memoria y por sentir que tenemos un gran recurso humano en la Argentina. Por ahí no somos ni los mejores ni los peores, pero todos los empresarios que vienen a trabajar en la Argentina e invierten, lo primero que nos dicen es la calidad del recurso humano argentino.
Ese es otro tema que tenemos que consolidar fuertemente, fundamentalmente a la salida del infierno, que espero poder decirle al pueblo argentino el 10 de diciembre del 2007 que hemos salido del infierno, pero para salir todavía nos falta, todavía tenemos que dar pasos claros y concretos que nos permitan llegar al purgatorio y desde allí empezar a rendir las grandes asignaturas pendientes que van a venir en la otra etapa. Ahora tenemos la tensión del crecimiento, algunos a veces se alarman cuando ven discusiones, conflictos y demás, pero tenemos que aprender a vivir en democracia la tensión del crecimiento, que es saber que todos los sectores tenemos verdades relativas y que todos los sectores dentro de lo posible y de las posibilidades de Argentina, tenemos que llegar a verdades superadoras de síntesis. No pasa por el apriete de un sector o del otro para consolidar que este país se potencia fuertemente, pasa por la capacidad creativa, el arte concreto de encontrar los elementos superadores que nos permitan lograr soluciones, que cada vez que la tensión del crecimiento nos vaya poniendo a prueba demostremos que está la madurez de la racionalidad para garantizar el crecimiento con equidad que los argentinos nos merecemos.
Es una gran etapa que viene por delante, con elementos culturales a consolidar, que no son fáciles pero lo tenemos que hacer, consolidar el superávit primario y superávit comercial, el superávit gemelo como se le dice, como una forma clara y concreta de seguir potenciando la economía argentina. Seguir dándole solvencia, más allá, cuando me tocó asumir la conducción del país algunos economistas nos decían de las pocas reservas que teníamos y hoy nos critican porque dicen que tenemos muchas reservas. Son las cosas que a veces pasan, y algunos creen que al opinar si no se critica destructivamente no se los escucha. Creo que es hora de apelar al gran debate nacional con una crítica constructiva, donde la capacidad intelectual, las neuronas sean el fruto de que el pueblo argentino pueda ver que su dirigencia está discutiendo los grandes problemas del país con la altura y el nivel que se merecen.
Por eso hoy vengo a honrado señores directivos de Peugeot Citroën y trabajadores de esta firma ha poner en marcha el C4, el nuevo modelo. Hace un año dijimos que íbamos a estar y acá estamos nuevamente, esperemos que dentro de poco, no esperar un año, sigan anunciando nuevas inversiones. Que los 4.200 trabajadores que están hoy se sigan multiplicando, que cada vez Peugeot Citroën y la industria automotriz argentina tenga mayores empleados, mayores posibilidades y que seguramente tenga un horizonte de tranquilidad, que hoy se tiene trabajo y mañana se tiene mayor trabajo, que la empresa tiene mayor rentabilidad y que a los trabajadores les va mejor. Porque con empresas con mayor rentabilidad y que a los trabajadores, señor Presidente, les vaya peor, ese era el viejo modelo que hizo tanto daño en la región.
Nosotros queremos que la empresa tenga un gran nivel de rentabilidad para que tenga una gran capacidad de inversión, pero que nuestros trabajadores también tengan la posibilidad de compartir esa rentabilidad para ser parte del crecimiento argentino. Es una tarea central y esencial, son los cambios culturales que se tienen que dar en este país y que estoy seguro que se van a dar y a profundizar.
Por eso, en nombre de los argentinos, de la Argentina, muchas gracias por haberse quedado, muchas gracias por haber creído, muchas gracias por haber invertido, muchas gracias por seguir cada día compitiendo más, muchas gracias por seguir ganando mercados internacionales, muchas gracias por seguir avanzando en el mercado local y muchas gracias por lo que van a hacer que nosotros sabemos que es muy bueno y que los va a seguir potenciando como una de las firmas orgullo de todos los argentinos.
Gracias por compartir la presentación de este hermoso vehículo.
NESTOR KIRCHNER

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