DISCURSO EN LA CENA DE CAMARADERÍA DE LAS
FUERZAS ARMADAS
Néstor
Kirchner
[5 de Julio de 2004]
Señor vicepresidente de la Nación ; señor jefe de
gobierno de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires; señor jefe de Gabinete; señores
ministros del Poder Ejecutivo Nacional; señores jefes del Estado Mayor Conjunto
y de los Estados Mayores Generales; autoridades nacionales; señores
legisladores; señores oficiales de las Fuerzas Armadas; señoras y señores: en
las cercanías de un nuevo aniversario de la declaración de nuestra
independencia nacional, en mi carácter de Comandante en Jefe, vengo a compartir
con ustedes esta Cena Anual de Camaradería.
Como es nuestra costumbre, no vengo a cumplir una simple obligación protocolar, quiero además compartir con ustedes reflexiones atinentes a las obligaciones que las Fuerzas Armadas tienen para conla Patria. Se
trata de saludarlos, compartir con ustedes estos momentos y referirles nuestros
puntos de vista sobre el futuro de la
Nación y la forma en que nuestras Fuerzas Armadas deben
contribuir para la construcción de una nueva Argentina en la que estamos
empeñados.
Como es nuestra costumbre, no vengo a cumplir una simple obligación protocolar, quiero además compartir con ustedes reflexiones atinentes a las obligaciones que las Fuerzas Armadas tienen para con
Compartir entraña un significado auténtico,
significa compartir esfuerzos, compartir intereses superiores, compartir lo más
elevado que identifica al conjunto de los argentinos: nuestros valores, nuestra
identidad, la calidad de nuestras instituciones nacionales y el sentido de
patria.
Estamos comprometidos en la construcción de
una República Argentina fundada en el trabajo, la producción, la inclusión
social, la equidad, la calidad de nuestras instituciones y la dignidad de
nuestro pueblo. No es poco lo que hemos avanzado en el difícil camino
emprendido de la recuperación argentina a lo largo de este primer año. Un
camino que todavía es una huella pero que iremos ensanchando hasta que a su
vera no quede ningún compatriota excluido. No podemos pensar en una patria sin
inclusión social y sin equidad distributiva.
Las Fuerzas Armadas deben acompañar
decididamente este esfuerzo que es de todos. La construcción de una nueva
Argentina no puede ser patrimonio de ningún sector en particular, nadie puede
ausentarse de esa obligación. Lo deben hacer desde el cumplimiento acabado de
las tareas cotidianas con solvencia y profesionalismo, sumándose con gestos muy
claros a esta imperiosa búsqueda de la grandeza de la Nación.
Estamos recuperando una visión integral e
integradora de la defensa nacional, en la que cada una de las fuerzas cumpla
con su misión central y a la vez opere juntamente con las demás armas en el
marco de un proyecto y accionar coordinado.
Las Fuerzas Armadas cumplen con su rol
esencial de defender a la
Nación , estando organizadas, instruidas y desplegadas de
acuerdo con la estrategia fijada por el Poder Ejecutivo Nacional. Defender
cabalmente a la Nación
también es colaborar con el desarrollo social y la recuperación productiva de la Argentina. Por eso
en esta área de gobierno, como en otras, hemos encarado esa postergada tarea y
ya estamos obteniendo algunos resultados.
Se aprobó el contrato de concesión para el
mantenimiento de la flota de aviones y desarrollo del avión Pampa, lo que signa
la creación de un polo tecnológico aeronáutico y la recuperación de un mercado
de avanzada.
Estamos implementando la construcción de
patrulleros multipropósito de alta mar, lo que moderniza nuestra flota
intensificando su presencia en las aguas australes y genera fuentes de trabajo
genuino en nuestros queridos astilleros argentinos.
Para mejor control del espacio aéreo hemos
previsto actualizar los radares existentes y adquirir nuevos. Paralelamente
tenemos en desarrollo un modelo conceptual de radar monopulso secundario, lo
que implica su patentamiento, su prototipo y posterior construcción en serie de
20 unidades por contrato con el INVAP.
En cuanto al Ejército, prevemos el recambio
de equipos pesados a fin de contar con unidades de desplazamiento más flexibles
y acordes con estándares mundiales actualizados. Esto responde al concepto de
desarrollo asumido para el Ejército, que combina el equilibrio entre, por un
lado, el posicionamiento estratégico en espacios geopolíticos prioritarios y,
por otro, la concentración de medios ágiles en lugares que posibiliten su
rápido despliegue.
Lugar central para modelar un nuevo futuro
profesional debe ocupar la revisión de las currículas de formación, teniendo
como objetivo perfilar una moderna y democrática concepción del papel
institucional y profesional de quienes asumen la carrera de armas como su
futuro. La amplia participación con que muchos de ustedes nutrieron, junto a
académicos universitarios y expertos civiles, la primera etapa del proyecto de
la defensa nacional en la agenda democrática, marca un camino deseable para
profundizar el cambio que debe cimentar el incremento de la calidad
institucional en materia de defensa nacional, alejada de concepciones
autoritarias y ultramontanas que limitan la participación de las más diversas y
plurales ideas.
En este ámbito, pluralidad y diversidad
deben ser bienvenidas y consideradas positivamente bajo la única condición de
que aporten una efectiva defensa de los intereses de la patria.
En esa formación, debe reforzarse la
educación en el respeto a los derechos humanos y a la dignidad del hombre, de
modo que resulten aspectos diferenciales de la formación de nuestros militares.
Su enseñanza debe tener particularmente en
cuenta que la violación de los derechos humanos no sólo degrada a la condición
humana de quienes la sufren, sino también de quienes los violan. Debemos asumir
muy profundamente que la causa más digna se desprestigia si los medios
empleados para servirla no tienen en cuenta el cumplimiento de la ley y el
respecto a los derechos del hombre.
Como hemos expresado, es en esta línea que
debe valorarse el rechazo categórico a los hechos aberrantes y agraviantes a la
dignidad humana, la ética y la ley cometidos en la aciaga noche dictatorial, lo
que pone a las Fuerzas Armadas en rumbo al reencuentro total con la sociedad
argentina. Vale la pena resaltar con firmeza el gesto histórico de la Armada en la persona de su
titular, el almirante Jorge Godoy; como en el caso del Ejército en la persona
del general Roberto Bendini.
La historia de las instituciones, como la de
los pueblos, se construye con la verdad. Por ello, ningún incidente, ninguna
desafortunada acción o expresión de quienes se esfuerzan por dividir a los
argentinos con motivaciones ideológicas o políticas propias de otros tiempos de
intolerancia, deben apartarnos de nuestro objetivo de construir una Argentina
que en paz y trabajo, con instituciones prestigiadas, merezca ser vivida.
Como en otros órdenes, nuestros problemas
añejados largamente no pueden encontrar soluciones en un año por mucho y rápido
que hayamos avanzado. Sin embargo, nos cuesta advertir lo beneficioso que
resulta en todos los órdenes avanzar en el buen sentido. Siento que estamos
construyendo sobre bases firmes con verdad y con justicia un nuevo tiempo
institucional.
En otro orden, hemos sostenido ya que la
política de defensa es inseparable de la política exterior de la Nación. Esto
constituye una política de Estado en materia de integración y cooperación con
países vecinos y amigos del ámbito regional y hemisférico. De allí que demos
continuidad a la realización de numerosos ejercicios conjuntos para la
preparación profesional de nuestros hombres de armas.
En ese marco también seguimos participando
en operaciones de mantenimiento de paz de Naciones Unidas donde las Fuerzas
Armadas argentinas han sabido ganarse un lugar de prestigio por su reconocido
profesionalismo.
Estamos seguros de que reformar el multilateralismo
aleja las posibilidades de cualquier acción unilateral indeseada. Dentro de esa
concepción, la Argentina
ha asumido la responsabilidad de participar en la misión de Cascos Azules de la ONU en Haití junto a fuerzas
de otros países latinoamericanos. Lo hacemos con el acuerdo del Congreso de la Nación y convencidos de
estar contribuyendo al mantenimiento de la paz en ese país hermano de región
que se encuentra en una verdadera situación de catástrofe. La misión consiste
en colaborar con apoyo logístico, profesionalismo y espíritu humanitario al
mantenimiento de la paz en Haití y a la restauración de la democracia. Los
hombres y mujeres que integrarán el contingente argentino deberán estar
altamente preparados y entrenados para enfrentar esta tarea que se les
encomienda, y sé que sabrán honrar la presencia argentina en el marco
multilateral acrecentando nuestro prestigio internacional y el de nuestras
Fuerzas Armadas, defendiendo allí y donde les toque actuar la dignidad humana.
He dejado para el final un tema muy caro a
los sentimientos de todo el pueblo argentino y que además para algunos de
ustedes forma parte de sus más profundas vivencias personales.
Hace unos días la Argentina , ateniéndose
al principio de integridad territorial, planteó ante el Comité de
Descolonización de la ONU
el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas. Esto también forma parte del
conjunto de políticas de Estado que todos debemos defender y mantener y no
cejaremos en este reclamo aunque siempre sea realizado por la vía de la
diplomacia y en coherencia con nuestra adhesión a la solución pacífica de las
controversias internacionales.
Nos acercamos a la conmemoración de nuestra
independencia. Que esta Cena Anual de Camaradería nos remita a los valores de
aquella gesta fundante para que el espíritu de los pioneros guíe nuestro camino
y nos ilumine para seguir trabajando con coraje, con humildad, con grandeza y
compromiso en defensa de la
Nación y del bienestar del pueblo argentino.
También quiero agregar como mención expresa
la importantísima tarea que han realizado nuestras Fuerzas Armadas en
colaboración con la sociedad argentina. En el día de hoy tuve la posibilidad de
comprobar por mi propia presencia la actitud de las distintas Fuerzas Armadas y
de Seguridad en la colaboración con las catástrofes que hemos tenido en las
regiones del sur argentino. Realmente eso va marcando un principio de hermandad
central y fundamental en la tarea de la reconstrucción y la solidaridad de
todos los argentinos.
Les agradezco profundamente y muchísimas
gracias.
NESTOR KIRCHNER
No hay comentarios:
Publicar un comentario