DISCURSO EN LA FIRMA DE CONVENIO DEL
PLAN NACIONAL DE CALIFICACIÓN DE LOS TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE LA CONSTRUCCIÓN
Néstor
Kirchner
[20 de Julio de
2004]
Señores ministros del Poder Ejecutivo
Nacional; señor presidente de la Cámara Argentina de la Construcción ; señor
presidente del Instituto de Estadísticas y Registros de la Industria de la Construcción ; señores
y señora integrantes de la conducción de la Confederación General
del Trabajo; señor secretario general de la Construcción ;
autoridades nacionales; señores empresarios; representantes gremiales; señores
y señoras: realmente la puesta en marcha en conjunto de este plan de
capacitación, el acuerdo entre la
UOCRA y el sector empresarial es tremendamente importante
porque tiende a subsanar, a reparar uno de los grandes daños que nos tocó vivir
en el proceso económico anterior.
Muchísimos trabajadores, miles de trabajadores quedaron en el calle, sin oficio, en una exclusión no solamente de poder acceder laboralmente, sino que últimamente chocó con que teniendo la posibilidad de acceder a un trabajo no se tenía la preparación necesaria para ello. Es decir que el daño fue muy profundo, muy grande y esto lo que inicia es una tarea de reparación paulatina de este daño causado. Creo que es algo ejemplar, fundamental. Nosotros debemos tener en cuenta – como decía el señor secretario general dela UOCRA
– que pasamos de 50 mil trabajadores registrados a 220 mil aproximadamente.
Tenemos que volver a doblar este número, es fundamental para el movimiento
económico, el crecimiento del trabajo, la distribución del ingreso, la
participación activa en la realización de la Argentina , y para ello
ya llevamos desde los inicios en el Gobierno un fuerte plan de obras públicas.
Muchísimos trabajadores, miles de trabajadores quedaron en el calle, sin oficio, en una exclusión no solamente de poder acceder laboralmente, sino que últimamente chocó con que teniendo la posibilidad de acceder a un trabajo no se tenía la preparación necesaria para ello. Es decir que el daño fue muy profundo, muy grande y esto lo que inicia es una tarea de reparación paulatina de este daño causado. Creo que es algo ejemplar, fundamental. Nosotros debemos tener en cuenta – como decía el señor secretario general de
Vamos superando trabas burocráticas muy
grandes, estamos tratando de perfeccionar los funcionamientos, la rapidez en
las licitaciones, la rapidez en las adjudicaciones, que también es muy
importante, y obviamente vamos destinando parte del superávit primario que
tiene la Argentina
a la inversión en obra pública porque pensamos muy distinto de lo que pensaron
los economistas en la década del 90’ ,
que decían que la inversión pública era gasto improductivo. Y así fueron
quedándose miles de trabajadores en la calle, fue desapareciendo paulatinamente
la obra y la inversión pública y luego se convirtió en una variable de ajuste
para que cierren los presupuestos, para tener déficit cero, para todas las
cosas que nos fueron sucediendo en aquel momento y en aquel tiempo que
realmente uno trata de no recordarlo, pero a veces es importante para ver el
porqué.
Así y todo en los últimos años en cuanto a
la incidencia en el Producto Bruto Interno la vez que más inversión en obras
públicas se alcanzó, hablando ya de la década del 90’ , fue en el año 93-94, que
llegamos a un 12 por ciento del Producto. Se llegó a caer hasta el 7, ahora
hemos recuperado y estamos cerca del 11,8 en el 2003 y esperamos que continúe
en 2004. En el 2003, respecto al 2002, creció en un 34, 35 por ciento la obra
pública y evidentemente esperamos que este crecimiento siga en una fuerte proyección.
Hay en este momento, como expresó el
funcionario que habló ante ustedes con anterioridad, cerca de 10.000 millones
en inversión en obras públicas. Muchas de ellas ya se están firmando, hay una
parte, creo que 5.600 millones que están en marcha y hay 4.000 millones o 4.600
firmándose.
Esto ha generado 388.000 puestos de trabajo;
mañana vamos a lanzar un plan de 120.000 viviendas que hoy lo explicamos y lo
consensuamos con la
Confederación General del Trabajo, al igual que los 140.000
mejoramientos de viviendas que pensamos lanzar la semana que viene. Las 120.000
viviendas van a implicar una inversión de 4.000 millones y la generación de
366.000 puestos de trabajo, que esperemos que entre licitación y puesta en
marcha de la obra, de acá a abril o mayo ya esté en plena marcha; se va a ir
sucediendo, pero digamos que ya alcance un nivel de buen dinamismo de marcha.
Al igual que las 140.000 viviendas que también van a generar cerca de 340.000
puestos de trabajo, ó 350.000 y algo más. Podemos estar entre 750.000 y 800.000
nuevos puestos de trabajo con una inversión de 5.300 millones.
Vamos a hacer un esfuerzo inédito para
repotenciar fuertemente el crecimiento del trabajo, la economía, el desarrollo
en la Argentina ,
la generación de infraestructura e ir generando esa vivienda que es tan
importante para cada argentino, que es el piso social desde donde se puede
defender para llevar adelante una vida digna. Esto es lo que nosotros deseamos
y buscamos aceleradamente. Fíjense que la Argentina va incrementando año a año un déficit
de 60 mil viviendas; fíjense que nosotros estamos a punto de terminar 96 mil
viviendas que se habían empezado pero, evidentemente, no se logra alcanzar el
equilibrio. Estas viviendas se habían empezado en años anteriores y ahora estamos
en un 98 por ciento de construcción en la mayoría de ellas; pero es evidente
que en la Argentina
no se pueden construir menos de 60 mil viviendas por año y se deben construir
muchas más, hay que hacerlo porque es la forma de acompañar las necesidades que
demanda nuestra sociedad.
En esta inversión tenemos muchísimas
esperanzas puestas; creemos que la construcción de una Argentina diferente,
distinta, se logra con inversión, con trabajo, con inclusión social y también
con una fuerte distribución del ingreso. Es decir, al avanzar sobre la
inclusión social desde luego los argentinos tendremos que ir discutiendo la
distribución del ingreso, que cuando empezamos en el Gobierno estaba casi en el
50 por ciento la brecha entre los sectores más ricos y más pobres, en 2003
cerramos al 37 por ciento y gracias a Dios sigue bajando, lo cual no significa
que es una barbaridad. Los mejores tiempos –lo comentábamos esta mañana- que
vivió la Argentina
de distribución de ingreso están en los años ‘50, ’51, ’52, en el gobierno del
general Perón, cuando estaba entre el 7 y el 11 por ciento. Fíjense adónde
hemos llegado, es decir al grado de concentración por un lado y al grado de
injusticia en la distribución de este ingreso.
Ese es el gran desafío, tenemos la meta,
hemos visto el camino y creo que podemos llegar a este sentido trabajando con
fuerza, con decisión y buscando el equilibrio que realmente se necesita.
Por eso les agradecemos profundamente,
creemos en la obra pública, creemos en la inversión pública, creemos que ayuda
a transformar la Argentina ,
creemos que ayuda a generar equidad social, creemos que dinamiza la economía y
creemos que apuntala el crecimiento. Son conceptos reales y concretos de una
filosofía que hemos tenido siempre y que la llevamos absolutamente adelante.
Los señores empresarios de la construcción
tienen una responsabilidad muy grande, la de ayudar juntamente con la UOCRA y los funcionarios del
Gobierno a tener procedimientos rápidos, cristalinos y que potencien toda esta
tarea. Y los que generan los materiales, los que aportan la fabricación de los
materiales de la construcción, que vayan invirtiendo más en capacidad instalada
para que la mayor demanda por el crecimiento de la construcción no nos genere
algún aumento en los materiales y resulte que porque haya poca producción de
materiales de acuerdo con la demanda que en determinado momento tenga la
economía, esto nos genere algún pico inflacionario.
Tiene que haber mucha seriedad, les estamos
proyectando la inversión, se la estamos explicando, tienen un mercado
absolutamente claro, acá se terminó la etapa de los atrasos en los certificados
y todo lo demás, queremos llegar a pagarlos a los 30 ó 40 días como corresponde
y no a 160 ó 150 como están cobrando ahora, para que ellos también puedan cumplir
con quienes les provean de estos materiales.
Es muy importante tener un sentido de
equilibrio: que pueda irle bien a todos, que los trabajadores puedan trabajar,
que la Argentina
pueda crecer, que los empresarios de las constructoras tengan trabajo y quienes
fabrican los materiales los aporten en un marco de equilibrio y de convivencia,
cuidando no excederse en los precios. Que es la tentación que a veces tenemos
los argentinos, no solamente en esa área, de tratar de ganar más rápido y
terminamos con los desastres y dolores de cabeza que nos han pasado en otras
etapas. Esto también es muy importante.
Señores: muchísimas gracias por estar acá,
gracias por compartir este momento. Dios quiera que podamos seguir y vamos a
seguir anunciando inversiones de otro tipo, que también tienen mucho que ver
con la obra pública. Con el Banco Nación vamos a anunciar un fideicomiso para
la construcción de obras privadas. Lo pensamos hacer a la vuelta de nuestro
viaje a Bolivia y Venezuela como otra forma de incentivar también fuertemente
el sector. Es decir, que las perspectivas y las proyecciones son absolutamente
claras, hay previsibilidad, hay capacidad de pago del Estado, entonces depende
de que los funcionarios hagamos las cosas que tenemos que hacer y en el resto,
lo que conforma toda la actividad y el circuito virtuoso de la construcción,
cada uno haga lo que deba hacer.
Señores, muchas gracias.
NESTOR KIRCHNER
No hay comentarios:
Publicar un comentario