DISCURSO EN LA COMIDA CENTRAL DE CAMARADERÍA DE
LAS FUERZAS ARMADAS
Nestor Kirchner
[7 de Julio de
2003]
Señor ministro de Defensa; señor jefe del
Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas; señor jefe del Estado Mayor del
Ejército; señor jefe del Estado Mayor de la Armada ; señor jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea ;
autoridades presentes; señores: en vísperas de un nuevo aniversario de la
declaración de nuestra independencia nacional, en mi carácter de Comandante en
Jefe, vengo a compartir con ustedes esta cena anual de camaradería.
No vengo a cumplir una simple obligación protocolar; quiero, además, compartir con ustedes reflexiones atinentes a las obligaciones que las Fuerzas Armadas tienen para con la patria. Quiero referirme a nuestros puntos de vista sobre el futuro dela Nación y la forma en que
nuestras Fuerzas Armadas deben contribuir para la construcción de una nueva
Argentina. Vengo a hablarles del futuro en esta fecha tan cara a nuestro
sentimiento, que reclama obligaciones a todos los argentinos.
No vengo a cumplir una simple obligación protocolar; quiero, además, compartir con ustedes reflexiones atinentes a las obligaciones que las Fuerzas Armadas tienen para con la patria. Quiero referirme a nuestros puntos de vista sobre el futuro de
La independencia de la patria debe
defenderse todos los días y desde todas las actividades, con uniforme y sin él.
Sólo así lograremos ser respetados en el mundo como una nación digna.
Hemos dicho que en vuestra materia
específica, la defensa nacional, actuaremos con un concepto integral; además de
una alta profesionalización, les exigiremos que trabajen para la modernización
e impulsen la investigación tecnológica y científica en coordinación con otros
organismos gubernamentales, para que además puedan contribuir al bienestar
general de la población.
También hemos sostenido que la política de
defensa nacional es inseparable de la política exterior de la Nación y que, como ella,
debe estar en correcta sintonía con los acontecimientos que caracterizan al
mundo actual para lograr una constante actualización.
En el proyecto nacional de trabajo,
producción y crecimiento sustentable en que creemos, debemos engarzar una
moderna política de defensa nacional, concebida como política de Estado, que
como tal exprese las diversidades y el pluralismo que la Nación contiene.
La participación conjunta de civiles y
militares, de argentinos que pensamos de diversas maneras, debe ser el
reaseguro de una política de defensa que no nos aísle en ningún nacionalismo
ultramontano y que nos integre al mundo preservando nuestra identidad nacional.
Se trata de discutir nuestro futuro como país y allí hacer jugar nuestros
conceptos sobre la defensa nacional.
Nuestras Fuerzas Armadas tienen que cubrir
con solvencia los objetivos nacionales permanentes de garantizar la soberanía,
la independencia de la Nación ,
mantener la integridad territorial, la capacidad de autodeterminación para
preservar la protección de la vida y la libertad de los habitantes de nuestra
patria.
Debemos fortalecer los lazos de integración
y cooperación con otras Fuerzas Armadas de la región, especialmente las
pertenecientes al MERCOSUR, para fomentar la confianza entre los pueblos
hermanos y consolidar un bloque nos posibilite la mejor inserción en el
contexto mundial.
Tenemos que seguir contribuyendo a la paz
mundial participando en aquellas misiones que actúen bajo el mandato de la Organización de las
Naciones Unidas, sin que ello implique intromisión en los asuntos internos de
otro Estado.
Es imperioso que encaremos una profunda
reestructuración de nuestras Fuerzas Armadas, con un despliegue de sus
guarniciones hacia lugares donde su presencia les posibilite encontrarse en las
mejores condiciones para la defensa de los intereses nacionales, contribuyendo
además al desarrollo de esos lugares concretando su integración real al resto
de la patria. Esto debe complementarse con una alta capacitación y ejercitación
de personal para el rápido traslado e intervención en conflictos localizados.
La continua preparación, su reorganización y
capacitación, debe incluir vuestra presencia en auxilio de los habitantes de
todo el país para afrontar todo tipo de emergencias, debiendo contribuir a la
implementación de un sistema integrado que permita prevenirlas, planear
convenientemente la intervención y el empleo oportuno de los medios.
Tenemos que aprovechar el desarrollo de la
investigación científica y tecnológica, así como recuperar la capacidad de
producción industrial de laboratorios, fábricas y talleres militares. Allí
existe un campo donde las Fuerzas Armadas pueden contribuir al crecimiento de
la actividad económica, participando en la forja de una nueva nación.
En este sentido, hay una rica historia de
nuestras Fuerzas Armadas vinculadas al desarrollo de la producción nacional. En
esa etapa histórica y en las guerras de la independencia es donde se han
inscripto sus páginas más gloriosas. San Martín, Belgrano, Brown, Savio,
Mosconi, Newbery, Perón, supieron soñar y construir un país.
Una Argentina integrada en un proyecto
nacional nos debe contener a todos y las Fuerzas Armadas no pueden esta
ausentes de esa construcción.
Recuperar el progreso social y la perdida
movilidad ascendente, recuperar la producción, el trabajo, generar riqueza y
distribuirla con justicia, son bases fundamentales para construir un país
serio. El mejor país que nos debemos, es tarea de todos.
El incremento de la calidad institucional
debe producirse en todos los campos, también en el vuestro. Combatir la impunidad
es una manera de incrementar la calidad institucional.
Sabemos que la historia de nuestra patria
tuvo claros y oscuros, queremos inventar un futuro que sea definitivamente
claro. Tenemos que rescatar los sacrificios, las penurias y el heroísmo de nuestros
héroes de la
Independencia , militares y civiles. De otros tiempos, debemos
recordar con cariño y respeto a quienes con su trabajo y su contribución
forjaron buena parte de la
Argentina industrial del siglo pasado, militares y civiles.
Tenemos que retemplarnos en el espíritu
malvinero y aprender de nuestros veteranos que en esas islas pusieron todo por
defender a la patria. La diplomacia debe ser el camino de recuperación de ese
suelo regado con sangre argentina, con la esperanza de ver en ellas flameando
nuestra bandera, que queremos también en nuestra zona antártica.
Pero no podemos hacernos cargo de los
momentos dolorosos de la historia reciente de nuestra patria sin contribuir a
la verdad. Fue doloroso que nos enfrentáramos entre argentinos, debemos
encontrar un punto de reencuentro que nos ayude a superar esa triste historia,
y no tenemos otros veinte años para hacerlo. Pero el reencuentro no puede venir
desde el silencio o la complicidad, no me parece justo para la memoria
histórica de las Fuerzas Armadas ni sensato para su propio futuro que se
pretenda identificar las acciones de algunos con la propia institución que los
argentinos y su Constitución Nacional han pensado para defender su país, sus
vidas y su libertad. Hace a la preservación de la institución en su rol
histórico, político y estratégico, separar la paja del trigo, hacerse cargo
cada uno de lo que hizo, sin pretender escudarse en el prestigio y la historia
de nuestras Fuerzas Armadas. No sólo es de buenos patriotas sino de hombres con
honra.
Nuestra preocupación debe estar en lograr
que el pasado de enfrentamientos nunca más se repita. Nuestra preocupación debe
estar dirigida a hacer entender al conjunto que la defensa de los derechos
humanos, algo a lo que nuestra Constitución y los tratados internacionales
suscritos por nuestro país nos obligan, no tiene por qué ser interpretada de
aquí en más como una política en contra de las Fuerzas Armadas. Eso es lo que
sostenemos cuando juramos la Constitución Nacional ; cuando se jura nuestra
bandera juramos defender la defender la dignidad del ser humano aún en
circunstancias extremas de la vida de la patria, aún en la guerra. El mundo es
espectador de lo que en este tema podamos hacer; los argentinos de todas las
ideas observan y esperan que quienes tenemos la obligación de ejercer nuestras
responsabilidades sepamos estar a la altura de las circunstancias.
Es esta una noche para pensar en nuestro
futuro, es esta una noche para ver cómo cada uno desde su rol puede aportar a
la mejora de la calidad de las instituciones que representamos. Como comandante
en jefe de las Fuerzas Armadas quiero que queden en la historia grande, que
sean recordadas por haber participado y protagonizado a pleno en la forja de
una nueva Nación, donde el pueblo volvió a soñar y a sentirse con derecho a ser
feliz.
Como presidente de la Nación les propongo que se
sumen para acompañar los cambios y construir el futuro de la patria; como un
argentino más, que tiene a su cargo la más alta responsabilidad institucional,
les pido que acompañen con el mismo desprendimiento, arrojo, coraje y amor a la
patria del resto del pueblo del que formamos parte y al que nos debemos todos
por igual. Sé que las Fuerzas Armadas cuentan con material humano para esta
tarea, no se me escapa que quien elige la carrera de armas es alguien con
vocación de patria y defensa de lo nacional. He pertenecido toda mi vida a un
partido fundado por un militar, tampoco ignoro que nuestras páginas más
gloriosas como país fueron escritas cuando pueblo y Fuerzas Armadas
compartieron un proyecto de nación. Es hora de volver a construir. Así
estaremos en sintonía con el espíritu de los que hicieron la historia de la
patria y seremos merecedores de la ayuda de Dios que tanto necesitamos.
Muchas gracias. ¡Viva la Patria !.
NESTOR KIRCHNER
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