Néstor Kirchner
[18 de Agosto de
2005]
Señor gobernador de la Provincia ; señor
vicegobernador; señor presidente de la
Corte de Justicia de la Provincia ; señores ministros del Poder Ejecutivo
Nacional y Provincial; señoras, señores, intendentes de distintas localidades;
amigos, amigas, compañeros, compañeras, hermanos y hermanas sanjuaninos: es importante
para mí volver a estar junto a ustedes por cuarta vez, poder mirarlos a los
ojos y decirles lo que les dije aquí un día de abril del año 2003, cuando
veníamos con el gobernador Gioja a firmar un pacto de reparación histórica para
San Juan.
Era para muchos algo entendible, era una promesa electoral más de tantas que sacudieron los oídos y los corazones de los argentinos, pero yo les puedo asegurar que venía con esa pureza del viento y el frío del sur a decirles a los sanjuaninos que no les mentía y que si el pueblo argentino me daba la posibilidad de tener la iniciativa de la conducción de esta patria iba a cumplir con San Juan.
Era para muchos algo entendible, era una promesa electoral más de tantas que sacudieron los oídos y los corazones de los argentinos, pero yo les puedo asegurar que venía con esa pureza del viento y el frío del sur a decirles a los sanjuaninos que no les mentía y que si el pueblo argentino me daba la posibilidad de tener la iniciativa de la conducción de esta patria iba a cumplir con San Juan.
Así en cuatro veces que hemos vuelto a San
Juan pusimos en marcha obras de todo tipo e inversiones que no recuerda la historia
de la provincia, y puedo pararme en cada esquina a mirar a cada sanjuanino, a
cada argentino sanjuanino, mirarlo a los ojos y decirle: estamos cumpliendo
hermano, no fuimos un marco de promesas más, fue la realidad; estamos
cumpliendo con tu orgullo y tu dignidad, hermano sanjuanino te hemos respetado.
No vinimos a hacer un discurso electoral más, vinimos a decir lo que íbamos a
hacer por la patria y por San Juan.
Cuando veo los gorros amarillos de los
queridos hermanos y compañeros de la
UOCRA , recuerdo que en el año 2002 llegaron a quedar 70.000
trabajadores en todo el país y hoy le podemos decir a la patria que hay más de
350.000 obreros de UOCRA trabajando de una punta a la otra de la Argentina. Se han
vuelto el símbolo del trabajo, volvieron los gorritos amarillos, volvió la
dignidad y la posibilidad de tener un trabajo digno. Hermanos y hermanas
trabajadores de la UOCRA ,
tengan la certeza de que en este país se va a seguir invirtiendo con seriedad y
responsabilidad, porque para este gobierno la inversión pública y la inversión
privada no es un gasto público más sino una inversión de dignidad, de trabajo y
de justicia que bajo ningún aspecto vamos a abandonar.
Les puedo decir también que venimos del
mayor de los infiernos, en soledad. Cuando escucho hablar a muchos de los que
fundieron y quebraron la
Argentina , cuando escucho hablar a los que salían corriendo y
dejaban los escritorios en mis manos, con una Argentina devastada; cuando
escucho hablar a los que saquearon y robaron la patria, y creen que los
argentinos no tenemos memoria, me causa mucho dolor. Pero estén tranquilos los
argentinos porque estamos dispuestos a todo, a dar todo nuestro esfuerzo para
que el cambio siga. La
Argentina va a seguir cambiando, va a seguir creciendo y va a
seguir mejorando.
Estamos venciendo a la indigencia, la
pobreza y el desempleo. Sueño que cuando me toque terminar el mandato la
indigencia sea menos de un dígito, la pobreza sea la mitad y el desempleo de
una vez por todas ya sea solamente de un dígito. Si eso lo logramos en el 2007
habremos estado ya cerca de las puertas del purgatorio y dejando atrás el
infierno en la Argentina.
Crecen fuertemente las exportaciones y
esperamos llegar a números récord; crece fuertemente la producción del campo en
la Argentina ;
crece el trabajo de los pequeños productores; crece la reindustrialización;
vuelve la industria y el capital nacional a este país que había sido
absolutamente abandonado; vuelve fuertemente también la inversión pública. Y en
esa síntesis de producción, reindustrialización e inversión pública se dinamiza
la economía para construir el país que todos los argentinos necesitamos, un
país parado ante el mundo con dignidad.
Claro que me toca soportar también que digan
que a veces somos duros. Ahora yo me pregunto y les pregunto desde San Juan a
todos los argentinos: ¿si a este país no lo defendemos con firmeza y con
dignidad, si no nos jugamos por los argentinos, si no ponemos lo que tenemos
que poner, qué le va a quedar al país? ¿Vamos a repetir la experiencia del
pasado, donde los negociadores argentinos, seguramente mucho más ordenadamente
y por ahí bastante más educados que este Presidente, se sentaban a negociar y
siempre perdíamos en todas las negociaciones? Porque lo importante era ser bien
educado, no defender los intereses de la Argentina. Hoy lo
importante es defender los intereses de la patria, defenderlos con dignidad y
con fuerza, que es lo que está necesitando nuestro país.
Voy a cada lugar de la Argentina y digo: a la
deuda privada de 100.000 millones de dólares le hicimos una quita del 75 por
ciento; no creía ninguno de los centros de poder que lo íbamos a poder llevar
adelante, todos nos miraban como diciendo qué locura pide esta gente. Y puede
ser, tenemos la locura de amar al pueblo argentino y a la patria y por eso
estábamos dispuestos a dejar todo, no me interesaba seguir en el gobierno
entregando el patrimonio nacional. Cuando me senté a la mesa y dije “vamos a
hacer la quita del 75 por ciento” les expresé a los argentinos que me
interesaba gobernar un país con dignidad y no un país de rodillas. Y logramos
la mejor negociación del mundo que se recuerde.
Ahorramos más de 67.000 millones de dólares y seguimos trabajando en la
causa del desendeudamiento nacional, causa nacional porque no queremos que el
Fondo Monetario Internacional nos imponga más las políticas. Las políticas se
dictan desde la Argentina
y la Argentina
se va a desendeudar y va a dejar de ser una quinta para convertirse
definitivamente en un país. Es la gran lucha que tenemos que dar, es la causa
nacional, con identidad nacional, levantando la bandera nacional, levantando la
escarapela y el sentir de patria, diciendo que este país empieza a resurgir con
fuerza.
Claro que nos piden todo en apenas dos años;
claro que aquellos que avalaron a los que fueron destruyendo el país primero
dijeron “van a tener una inflación del 200 mil por ciento”, después dijeron que
la Argentina
vivía un veranito de crecimiento, después dijeron que era imposible bajar el
desempleo, la indigencia y a la pobreza. A esos consultores económicos que hoy
están esperando que algo salga mal para decir que tienen razón, les decimos que
nosotros no estamos enojados con ellos, lo que decimos es que vayan a estudiar
un poquito más, que vayan a revalidar los títulos y a ver sus teorías porque
evidentemente en la
Argentina han fallado.
A esos consultores económicos que ponen cara
de importantes y dicen que la
Argentina está a punto de no crecer más, que va a entrar en
un amesetamiento, les digo que desde que estoy en el Gobierno estoy escuchando
lo mismo y la Argentina
sigue creciendo, creció en el 2003, creció en el 2004, creció en el 2005 y va a
crecer en el 2006 y 2007, porque los argentinos quieren hacer un país más
grande y están trabajando día tras día con el arado, con la cuchara, con la
industria, con la máquina, en el campo, la ciudad, las escuelas y las
universidades, en cuanto lugar se pueda brindar cultura y trabajo para que este
sea un país de todos, un país distinto.
Por eso, queridos sanjuaninos y queridos
argentinos, yo les pido que me ayuden, les pido firmemente que me acompañen;
señor Gobernador, les pido que me den toda la fuerza que necesito porque tengo
que encabezar fuertemente la batalla de la reconstrucción nacional.
Es muy importante lo que pasó en San Juan
hoy; no me voy a olvidar jamás de los miles y miles de sanjuaninos en todas las
calles de la ciudad levantando sus brazos y diciendo: “aguante pingüino,
aguante Presidente, no baje los brazos que acá están los sanjuaninos para darle
todo su apoyo y su solidaridad”.
Muchas gracias sanjuaninos, no saben lo que
significan, no saben el apoyo que me dan. Después de ver tantas veces claudicar
a la dirigencia argentina, a la dirigencia de los distintos sectores, después
de ver tantas veces renunciar a la idea de construir un país, donde voy me
abrazo al pueblo porque creo firmemente en el pueblo argentino y en cada
argentino que toco sin intermediación alguna sé que estoy tocando sangre de
Patria, sangre de destino, de un futuro distinto para nuestros hijos, de un
futuro totalmente distinto para nuestros abuelos y nuestros trabajadores que es
lo que guía todas nuestras acciones.
Por eso, querido San Juan, queridos
sanjuaninos, desde acá a la
Argentina toda: soy un hombre común que tengo aciertos y errores,
que tengo pasiones y amores por esta tierra como ustedes, totales y absolutos,
que vivo jugándome; no me interesa un segundo estar en el Gobierno y no poder
mirar a los argentinos y en este caso a los sanjuaninos. Quiero estar en el
Gobierno y siempre mirarlos de frente, que ustedes se sientan orgullosos de
tener un Presidente que es un hombre común, con aciertos y errores pero que
nunca baja la guardia, que siempre levanta la bandera y siempre levanta el
sentido de Patria.
No soy de andar de fiesta en fiesta y en
reuniones selectas por allí, eso no se lo critican a nadie. A mí me critican
por esto que estoy haciendo con ustedes, porque soy de andar de pueblo en
pueblo, de rancho en rancho y de acto en acto abrazándome a los argentinos, a
todos mis hermanos que son como yo para construir ese país que todos nosotros
soñamos.
Quiero terminar mis palabras agradeciendo
profundamente al señor Gobernador, al pueblo de San Juan. Sanjuaninos, les
agradezco infinitamente este recibimiento, este acompañamiento. Este monumento
que ven acá enfrente es la impotencia de años que en distintos lugares de la Patria hemos vivido los
argentinos, pero la estamos derrotando y el 22 de agosto de donde tenga que
venir, desde mi tierra, voy a estar como un argentino allí compartiendo con
ustedes el fin de este olvido que San Juan no merecía.
Así como hoy en el Aeropuerto me encontré
con los hombres de la producción vitivinícola, con los productores de San Juan
que me atendieron allá en el 2002-2003 cuando hablamos de la Argentina que soñábamos
y hablamos hoy de lo que avanzamos y de lo que hace falta avanzar y cambiar.
Pero siempre me acuerdo de esos rostros que aún con los brazos casi caídos
escuchaban a este hombre del Sur que les hablaba de un nuevo país. Hoy tuve la
alegría de volver a encontrarlos, volver a tocarnos la mano y volver a decir
hemos hecho esto pero nos falta aquello; veremos cómo encontramos las
herramientas para hacer lo que nos falta que es lo importante para ir
construyendo la Argentina
que nosotros necesitamos llevar adelante.
Vi a los docentes argentinos, a la educación
argentina. No hay proceso de cambio posible sin educación que es el elemento de
transformación vital. Dios quiera que en los próximos 30 días podamos firmar
con todos los gobernadores del país el pacto del financiamiento educativo para
que le podamos decir a la
Patria que definitivamente la educación en la Argentina tiene el
financiamiento que se merece y el lugar que los argentinos debemos darle a la
educación, que es una tarea central.
Por eso San Juan -y se los digo así, como me
gusta hablar a mí, llano y sincero, sin hipocresías- les vengo a decir que
cuando vaya asomando el amanecer del 23 de octubre se acuerden que hay un
pingüino que está en la Casa
de Gobierno que necesita el apoyo de ustedes para seguir dando vuelta la taba y
construir la Patria
que todos nosotros necesitamos. Que se
acuerden que hay un argentino que está dispuesto a seguir jugándose, que
solamente necesita las manos de ustedes y el acompañamiento de ustedes. Que se
acuerden que hay un argentino que junto a ustedes quiere clavar la bandera de
la nueva Patria, del nuevo país y de la Argentina que nos merecemos.
Muchas gracias San Juan, muchas gracias
sanjuaninos, muchas gracias señor Gobernador, gracias por todo, un argentino a
vuestro servicio. ¡Viva San Juan, viva la Patria y viva nuestra querida Argentina!
Muchísimas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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