junio 21, 2012

Discurso de Nestor Kirchner en el acto de inauguración de la segunda etapa del Proyecto del Plan Federal de Viviendas (2005)

DISCURSO EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA SEGUNDA ETAPA DEL PROYECTO DEL PLAN FEDERAL DE VIVIENDAS
Néstor Kirchner 
[11 de Agosto de 2005] 

Señor Vicepresidente de la Nación; señor presidente provisional del Senado; señores gobernadores; señores ministros de los Poderes Ejecutivos Nacional y Provincial; señores intendentes; autoridades nacionales, provinciales y municipales; secretarios generales de la C.G.T. y de la U.O.C.R.A.; compañeros trabajadores presentes hoy acá, muchas gracias por estar aquí compartiendo con nosotros estos momentos :
Estamos iniciando el camino en forma decidida hacia un nuevo tiempo y cuando un pueblo, como el pueblo argentino, a través de sus trabajadores, a través de los empresarios, a través de las distintas estructuras de la sociedad decide construir un país en serio y decide definitivamente tomar el camino de vivir con dignidad, sabemos que en el camino nos colocan numerosísimas piedras, también sabemos que nos ponen numerosísimos problemas durante el avanzar hacia el rumbo y el objetivo que tenemos. Pero que no tengan ninguna duda, que este Presidente que ven ante ustedes hoy, no ha venido a vegetar ni a quedarse sentado en el sillón de la Casa de Gobierno, ha venido a ponerse al frente de ustedes, al frente del pueblo argentino para construir un país distinto.
Todos nosotros sabemos lo que sufrieron los trabajadores y también los empresarios del ramo de la construcción; sabemos lo que pasó con el congelamiento de la Argentina; sabemos lo que pasó con el endeudamiento de este país; sabemos cómo se quiso eliminar a un país de perfil productivo y hacer un país dependiente meramente de servicios; sabemos lo que significó y lo que sufrió el pueblo argentino llegando a niveles de pobreza, de exclusión y de indigencia absolutamente desconocidos para nuestra historia.
Por eso, hoy algunos se ponen nerviosos cuando vuelven a aparecer en la calle aquellos con sus buzos, con sus gorros, con sus ideas de las distintas profesiones del trabajo y de la producción argentina, cuando le vuelven a decir a la Patria “estamos otra vez presentes en la construcción de la Argentina”. Que no se pongan nerviosos, porque dolor era cuando estaban tirados en sus casas, olvidados, con hambre y con indigencia. Hoy salen a levantar las banderas de la construcción de un nuevo país.
Hay que aprender, es cierto, a vivir en tolerancia, pero también hay que aprender a distribuir lo que un país produce y queremos que a los empresarios les vaya bien, pero queremos que los trabajadores sean parte activa del país y no meros espectadores y tienen que participar en la renta nacional los trabajadores argentinos junto con los empresarios. Deben participar en la renta y en la construcción nacional que es central y fundamental.
Debemos combatir con toda nuestra fuerza la economía en negro. Estamos cansados de aquellos que especulan ocupando a millones de trabajadores argentinos sin cumplir con las leyes. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que cada trabajador argentino esté en blanco, que sea absolutamente reconocido y que tenga todos los derechos que corresponden, porque el trabajo debe dignificar, el trabajo debe dar las posibilidades de un futuro mejor.
También vamos a seguir tratando de que el Estado recaude más. No puede ser, como escuchamos el otro día en algunos lugares donde más se está construyendo en la Capital Federal, que más en negro estén algunos de los que están construyendo. Es hora que inviertan pero que paguen sus impuestos para que los impuestos vuelvan al pueblo argentino como una señal de inversión y como una señal de circulación y dinamización de la economía.
También la Patria es toda, la Patria es como decíamos y decimos siempre, que no termina en la General Paz. La Argentina va de Jujuy a Tierra del Fuego y este Gobierno está invirtiendo desde Jujuy a Tierra del Fuego, en cada pueblo, en cada casa, en cada lugar. En cada región de la Patria se está levantando un ladrillo, se está haciendo una actitud productiva.
Creemos en un modelo que esté basado en la reconversión productiva, en la reindustrialización del país y en la inversión pública como visión neokeinesiana en una síntesis conjunta que permita reactivar fuertemente la economía.
Dijo Gerardo Martínez con todas las letras que hubo ministros tras ministros de Economía y presidentes, que más vale no recordar, que decían que la inversión pública era gasto público. Y este Gobierno y este pueblo argentino, dicen que la inversión pública es crecimiento, es dignidad, es trabajo, es empleo, es justicia y es vencer a la pobreza y a la indigencia.
Fíjense ustedes, a mí, que me acusan de no tener muy buenos modales...Bueno, ya vimos como nos fue con los presidentes de buenos modales, vendieron tres veces el país, no importa. Me acusan de que no tengo buenos modales, lo decían por allí, no vale la pena mencionarlos ante tanta gente digna y antes tantos trabajadores presentes, pero decían por allí, con todas las fuerzas, que cuando estábamos negociando la deuda privada argentina con el ministro de Economía, que lo que estábamos pidiendo de quita era un exceso y una locura; y yo pensaba en soledad “se ve que estos que opinan así viven muy bien, muchos de ellos fueron los que endeudaron la Argentina, muchos de ellos pertenecieron a las escuelas económicas que hicieron este famoso plan que nos llevó al endeudamiento jamás conocido en esta tierra”. Y cuando dijimos que íbamos a pagar lo que podíamos y que no podíamos pagar más del 25 por ciento, dijeron “este Presidente está loco”, pero hoy callan porque hoy le podemos decir al pueblo y al mundo entero que la Argentina hizo la quita de deuda más importante de la historia: 67 mil millones de dólares que no caen sobre el pueblo argentino.
Lo decíamos hoy con el presidente Chávez, que vuelve a tener gestos solidarios con la Argentina, que hay que trabajar en una política de desendeudamiento con el Fondo Monetario Internacional. Queremos tener las manos libres, no queremos que nos impongan más políticas, ya no aceptamos imposiciones.
Por eso, es fundamental que en la Argentina se tome conciencia que el desendeudamiento con el Fondo Monetario Internacional no es la causa ni de un partido ni de un grupo de hombres, es una causa nacional para recuperar el destino como nación, es fundamental hacer el esfuerzo para que podamos recuperar nuestra capacidad y nuestra capacidad de decidir.
Hablan que el desempleo en la Argentina es un verdadero problema y tienen razón. Cuando nos tocó asumir el Gobierno estaba arriba del 20 por ciento; seguramente en septiembre van a anunciar que está llegando casi al 12 y en el mes de junio –en junio- estoy seguro que está más cerca del 11 ó casi el 11 que el 12. La desocupación está bajando irremediablemente en la Argentina por el esfuerzo y la inversión del sector público y privado creyendo en este país.
Tengo el sueño de tratar de ver la indigencia cuando tenga que terminar mi mandato en un dígito; la pobreza la mitad de lo que me tocó asumir y la desocupación también que sea solamente de un dígito. Espero que ese sueño lo podamos lograr entre todos los argentinos para que podamos volver a decir, como se decía en aquella vieja nueva Argentina de hace tantas décadas atrás, que llevó adelante y presidió un gran hombre y un gran presidente, que el trabajo es un derecho y una obligación para todos los argentinos. Dios quiera que podamos volver a levantar con orgullo esas banderas que fueron patrimonio del pueblo argentino.
Vamos a seguir trabajando, defendiendo el superávit fiscal primario, destinando gran parte al crecimiento y a la inversión; vamos a seguir apostando al crecimiento de la recaudación; vamos a seguir teniendo un dólar alto y competitivo por más que algunos no estén de acuerdo o les moleste. Pero el dólar alto y competitivo nos da las posibilidades de avanzar fuertemente y penetrar en serio en el marco de la exportación con un nivel de competitividad que nuestra industria y nuestro campo no tendría si no fuera así. Hacemos un esfuerzo muy grande para que los sectores de la producción tengan competitividad y ese esfuerzo no lo hace el Presidente, la plata para mantener un dólar competitivo y alto, la pone todo el pueblo argentino. Esto tiene que quedar claro: se hace un esfuerzo muy grande de todos los ciudadanos de la Patria.
También queremos que la política de vivienda no sea una política de un veranito corto. Por eso venimos y anunciamos las 300 mil vivienda más que se van a hacer dentro de nuestro mandato; por eso hacemos el esfuerzo de volcar toda la inversión porque la vivienda genera inversión, dinamiza la economía, dinamiza los pueblos, genera trabajo digno y también genera un hogar digno para que la familia, con amor y con sueño, tenga un techo donde estar como corresponde a todo argentino que vive en esta tierra querida.
Vamos a seguir haciendo las inversiones en infraestructura como hicimos, por dar un ejemplo, 704 kilómetros de gasoductos con 500 millones de dólares de inversión en el plazo de casi 10 meses, 8 meses; vamos a seguir invirtiendo en trama urbana, pavimentos, rutas, vamos a seguir construyendo la nueva Argentina con inversión permanente junto a los gobernadores y los intendentes que están haciendo un tremendo esfuerzo para la construcción de este nuevo país acompañados por los empresarios nacionales y los trabajadores argentinos que, poniendo el hombro, poniendo el corazón, poniendo la pala, están levantando la Patria.
Les reconozco, cuando voy a distintos lugares del país y se levantan los gorros amarillos, me emociono y me caen las lágrimas porque sé que son miles y miles de hermanos, como dijo el compañero Secretario General de la U.O.C.R.A., miles y miles de hermanos que estaban con los brazos caídos, que estaban resignados, que parecía que no tenían futuro y hoy de vuelta en la Argentina florece el trabajo de la construcción, se levantan los gorros y dicen “¡viva la Patria, te amo Argentina, te quiero tierra mía –como dice Cristina-, fanáticamente argentinos, apasionadamente argentinos!”
Muchísimas gracias, muchas gracias por compartir este momento, muchas gracias por creer en la Argentina, muchas gracias por la solidaridad y muchas gracias porque todos esos gorros amarillos son el símbolo del nuevo país. Gracias. 
NESTOR KIRCHNER

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