MENSAJE AL CONGRESO PARA LA NORMALIZACION DE
LAS FINANZAS DEL PAIS
Hipólito Yrigoyen
[27 de Junio de 1917]
Buenos
Aires, agosto 6 de 1917.
Al Honorable Congreso de la Nación :
La
hora histórica por que atraviesa el país, impone la mayor austeridad en las relaciones
constitucionales de los altos poderes del Estado y la opinión nacional, avivada
más que nunca por la gravedad de los problemas cuya solución reclama, está
pronta a discernir a cada uno de ellos las responsabilidades correspondientes.
De ahí que el Poder Ejecutivo se vea precisado nuevamente a dirigirse al Honorable Congreso, en demanda de las sanciones indispensables para normalizar las finanzas públicas y cumplir con los compromisos contraídos sobre el crédito dela Nación.
De ahí que el Poder Ejecutivo se vea precisado nuevamente a dirigirse al Honorable Congreso, en demanda de las sanciones indispensables para normalizar las finanzas públicas y cumplir con los compromisos contraídos sobre el crédito de
En
el mes de diciembre del año ppdo., el Poder Ejecutivo envió al Honorable
Congreso un proyecto de ley por el cual se le autorizaba a contratar un
empréstito interno o externo por valor de $ 250.000.000 pesos oro sellado o su
equivalente en pesos moneda nacional de curso legal, destinado a satisfacer en
primer término la deuda flotante contraída a corto plazo y a invertir el
excedente en obras de fomento nacional como ser: la fundación del Banco
Agrícola, la colonización, intensificación de las explotaciones petrolíferas de
Comodoro Rivadavia y formación de la Marina Mercante.
Se
solicitó igualmente la autorización necesaria para invertir la suma de $ 16.000.000
de pesos en adquisición de semillas para ser distribuidas, entre los
agricultores faltos de recursos, a consecuencia del desastre de la cosecha
anterior.
El
Poder Ejecutivo proyectó también un reducido impuesto a la exportación de
carácter transitorio, destinado exclusivamente a obras necesarias y de utilidad
general, empleando en ellas millares de obreros y resolviendo así el problema
de la desocupación que ha llevado la miseria en todas sus consecuencias, a
innumerables hogares que soportan sus duros trances hasta tanto llegue la hora
de la nueva labor. Si dicho proyecto se hubiera convertido en ley, la población
trabajadora de toda la
República hubiera soportado las adversidades del estado
económico reinante con relativo bienestar siquiera y los productos gravados no
hubieran sentido ese pequeño impuesto por su valorización y su demanda..
No
obstante los vitales intereses que esos proyectos consultaban, y a pesar de los
notorios apremios del crédito externo de la República , el Honorable
Congreso no lo sancionó ni ofreció otros en su substitución, malogrando así las
iniciativas del Poder Ejecutivo y las oportunidades de realizar la
consolidación total de la deuda flotante en forma altamente satisfactoria para
el crédito público, aceptando las ofertas que el Poder Ejecutivo tenía de
distintos grupos de banqueros.
Ante
esa actitud el Poder Ejecutivo, como ya lo tiene dicho en defensa y amparo de
la producción nacional y del desarrollo de su economía, acudió con sus recursos
propios y en la medida de sus fuerzas, a prestarle la ayuda que el país conoce
y valora, no sólo por su eficacia sino también por los obstáculos que tuvo que
vencer para realizarla.
Millares
de hectáreas del suelo argentino han recibido la simiente distribuida por el
Poder Ejecutivo en tiempo oportuno, y hoy termina una cosecha, que de lograrse
plena no habrá recuerdo de otra igual entre nosotros; y que aun habría sido más
abundante, si el Poder Ejecutivo hubiera tenido antes los medios adecuados;
porque el retardo del Honorable Congreso para pronunciarse motivó una
expectativa y un retraso en las labores generales del país.
Todos
los compromisos que han sido satisfechos sin mengua ni quebranto para el
crédito nacional, no obstante el desequilibrio de más de cien millones de pesos
con que sancionó el Honorable Congreso el presupuesto para el corriente año, la
administración se encuentra paga al día en todas las reparticiones, sin haber
hecho uso de crédito para ese objeto, ni haberse aumentado el importe de la
deuda que existía, sino por los intereses de ella misma y la provisión de
semillas, cuyo importe volverá a las arcas públicas.
A
fin de que ese, desequilibrio en el presupuesto no vuelva a producirse a menos
por acción del Poder Ejecutivo, éste estudia detenidamente, partida por
partida, el que ha de regir para 1918, por cuyo motivo tendrá que retardar su
presentación hasta breves días más.
Abiertas
las sesiones del Honorable Congreso al dar cuenta el Poder Ejecutivo de la
marcha general de la
Administración Pública , durante el ejercicio de 1916, envió
conjuntamente dos proyectos de ley, requiriendo autorización por el uno, para
consolidar la deuda flotante en un, empréstito interno o externo y fundar por
el otro el Banco de la
República , creación impuesta por la carta fundamental y
reclamada por la alta autoridad económica y financiera del país, desde que está
llamada a satisfacer intensas necesidades del crédito general.
Ha
transcurrido más de un mes desde que el Poder Ejecutivo enviara esos proyectos,
y hasta ahora no se conoce despacho alguno de la comisión interna del Honorable
Senado a cuyo estudio se entregarán, sea aceptándolos, rechazándolos o presentando
otros en su substitución.
Cuando
el Poder Ejecutivo desde el primer día de sus funciones se encontró con
compromisos apremiantes y el Honorable Congreso no sancionó las leyes
requeridas para subsanarlas, era sin duda alguna, de su deber acudir a medidas
de emergencia en salvaguardia del buen concepto del crédito de la Nación ; pero cuando el
Honorable Congreso se encuentra reunido y cuando a designio cal Poder Ejecutivo
se abstiene de enviarles proyectos tendientes al bien público, pero sin la
urgencia de aquéllos, a fin de que pueda dedicar todo su tiempo a sanciones más
perentorias no se explicaría la adopción de medidas que tuvieran el mismo
carácter de expedientes a que acudieron las administraciones pasadas. Hay en
esto una disparidad de juicios entre el Poder Ejecutivo y el Honorable Congreso
para salvar las situaciones por que atraviesa el país y orientarlo
definitivamente en el camino de sus verdaderos y permanentes progresos.
Las
informaciones suministradas al Ministro de Hacienda por la comisión respectiva
del Honorable Senado, la cual proyecta un simple despacho autorizando a extraer
$ 80.000.000 de pesos moneda nacional más del Banco de la Nación , para solventar tan
sólo deuda externa a corto plazo, deja al descubierto todas las demás obligaciones
y exigencias que impusieron al Poder Ejecutivo ese ineludible deber de emplear
todos los medios correctos a su alcance para salvar ante el mundo el crédito de
la Nación.
Pero
esas medidas tan justificadas por el honor y el patriotismo, que el Poder Ejecutivo
siente y experimenta debidamente, no pueden constituir el procedimiento normal
y permanente de la administración pública.
No
obstante tan graves circunstancias, la Honorable Cámara
de Diputados ocupa su tiempo en interpelar al Ministro de Hacienda, para
inquirirle el estado de las finanzas y conocer el plan que sobre ellas se haya
trazado el gobierno; cuando uno y otro le son notoriamente conocidos por
mensajes y publicaciones que hiciera el Poder Ejecutivo, como por las
explicaciones dadas al Honorable Congreso por medio de sus ministros. A la vez
que formula censuras al Poder Ejecutivo por haber acudido a hacer uso del
crédito en plaza substituyendo sólo acreedores a los efectos únicos y evidentes
de salvaguardar, reitero, la dignidad de la Nación , comprometida en forma desconcertadora y
agobiante por el régimen que ha imperado en el país.
Sobre
este punto, el Poder Ejecutivo asume todas las responsabilidades y las entrega
a la consideración pública para que las juzgue en la seguridad de que jamás esas
intencionadas censuras ni otras algunas, llegarán a rozar la absoluta
integridad de sus probidades que son de hoy en más, las que han de regir la
moralidad y la legalidad del gobierno de la República.
El
Poder Ejecutivo, por su parte, ha tomado las iniciativas propias de sus
facultades, para responder a la reparación de todos los intereses públicos.
Resta ahora, al Honorable Congreso, proceder en ejercicio de las suyas en la
forma que crea más conducente a esos propósitos y en la medida del tiempo indispensable
para sus satisfactorias soluciones.
H.
YRIGOYEN
Fuente:
“Ley 12839. Documentos de Hipólito Yrigoyen. Apostolado Cívico – Obra de
Gobierno – Defensa ante la Corte ”,
Talleres Gráficos de la
Dirección General de Institutos Penales, Bs. As 1949.-
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