julio 14, 2012

Discurso de Fidel Castro en las conclusiones de la Primera Reunión Nacional de Producción (1961)

DISCURSO PRONUNCIADO EN LAS CONCLUSIONES DE LA PRIMERA REUNION NACIONAL DE PRODUCCION, EFECTUADA EN EL TEATRO “CHAPLIN”
Fidel Castro
[28 de Agosto de 1961]

― Departamento de versiones taquigráficas del Gobierno revolucionario ―

Compañeros delegados a la Primera Reunión Nacional de Producción:
Esta noche vamos a concluir esta primera reunión. No ha sido un evento perfecto, desde luego; todavía esta primera reunión ha adolecido de muchas deficiencias, pero nos ha dejado bastante experiencia sobre la forma en que debemos organizarla en el futuro.
Muchos compañeros tuvieron que preparar sus trabajos en un período de tiempo muy breve. Yo sé que todos los que han participado hicieron un gran esfuerzo por recoger toda la información y todos los datos que les permitiera hacer un informe bueno en esta reunión.
Con la experiencia de este primer evento, ya podremos hacerlo mucho mejor la próxima vez. Ya cada uno de los compañeros responsables deberán ir trabajando, desde ahora, para ir recopilando todas aquellas cifras, datos y problemas de interés; ya todos y cada uno de ellos saben que tendremos que volvernos a reunir por lo menos una vez todos los años, y ya cada uno de nosotros sabemos que en esta reunión tenemos que rendir cuentas ante el pueblo del trabajo que hayamos hecho.
La preocupación de los compañeros indica, en primer lugar, una cosa: que hacía falta esta reunión, puesto que nosotros tenemos que responder ante la nación de todo nuestro trabajo y de la responsabilidad que la nación ha puesto sobre nuestros hombros.
Compañeros que nosotros sabemos que son muy trabajadores y muy responsables, se vieron de repente ante una situación para la cual posiblemente no estaban preparados; es decir, la situación de informar con toda precisión a la nación lo que habían realizado.
Por lo tanto, esta reunión marca el nacimiento de una nueva institución revolucionaria; es decir, esta institución, que consiste en una especie de congreso de producción todos los años, para que la nación sepa cómo marcha el trabajo revolucionario en todos los campos y para que los hombres responsabilizados con ese trabajo rindan cuenta al pueblo de lo que han hecho.
En esta ocasión sé que gran número de ustedes habrían tenido deseos de exponer algunos puntos de vista. En realidad, no ha tenido la masa de los delegados mucha oportunidad para expresar sus criterios, por cuanto el tiempo disponible se empleó casi por entero en los informes que fueron rindiendo los distintos departamentos.
Para la próxima vez, ya todos los compañeros podrán con tiempo perfeccionar sus informes por escrito y traerlos a la reunión; ya no será necesario, por ejemplo, que a nombre de un organismo como el INRA hablen varios compañeros. Se hizo en consideración a la importancia que tiene la producción de alimentos en estos instantes, pero en la próxima ocasión bastará con que el INRA dé un informe, cada uno de los ministerios dé un informe; estarán presentes también otras organizaciones, como por ejemplo el Ministerio de Educación — ya que el trabajo en educación es muy importante y está muy relacionado con lo que aquí hemos estado tratando y con los planes que estamos llevando adelante—; podrá hablar también el compañero Ministro del Trabajo; podrá hablar también el compañero responsable del INIT; y, en, fin, no debe quedar en esta reunión ningún departamento sin informar. Y organizaremos la cosa de manera que cada provincia — que, al igual que en esta ocasión, tendrá su zona separada dentro del teatro— pueda exponer el criterio de la masa, de los representativos de la provincia, a través de algún vocero de la provincia, de manera que esos voceros recojan los criterios y los puntos de vista latentes en todos ustedes, se puedan discutir aquí, y el pueblo pueda conocerlos.
Próximamente comenzará el primer plan cuatrienal, es decir que comenzará en serio — o, si se quiere, con un ciento por ciento de seriedad— a funcionar la planificación.
Durante este año se hicieron planes, casi todos los departamentos hicieron planes, pero no se trató de una planificación nacional perfectamente vertebrada. Ya en el próximo año, existirá un plan general, sobre el cual girará toda la actividad, y todos los recursos, todos los presupuestos, estarán asignados de acuerdo con ese plan.
Los planes que se concibieron o se proyectaron el primer año, en muchas ocasiones, no se discutieron con las masas, principalmente por la premura con que se realizaron esos planes, por la falta de experiencia. Vamos a decir verdad: aquí éramos muy pocos los que sabíamos — y yo no me cuento entre ellos, por supuesto; los que sabían— sobre planes y sobre planificación.
Si aquí el que más y el que menos ha hecho críticas y autocríticas, nosotros estamos en el deber de expresar que el Gobierno Revolucionario — y la mayor parte de la responsabilidad nos cae a los principales dirigentes del gobierno— no le habíamos dado a la planificación toda la importancia que realmente tiene. Yo debo confesarme aquí uno de los culpables importantes de esa falta de atención que se le prestó a la planificación.
Durante la primera etapa de la Revolución, por supuesto, no había ni plan específico de trabajo sobre industria o sobre agricultura. En realidad, si recordamos un poquito, comprendemos que la Revolución tenía una serie de propósitos fundamentales; es decir, tenía una serie de metas de tipo general, un programa revolucionario que cumplir, que eran una serie de aspiraciones que era necesario, además, programarlas en detalle.
Nosotros sabíamos qué queríamos, nosotros sabíamos hacia dónde debían dirigirse los pasos revolucionarios; lo que nosotros no teníamos preparado, lo que nosotros no habíamos estudiado, lo que nosotros en realidad no teníamos ni experiencia ni habíamos tenido tiempo para estudiar, era cómo esas aspiraciones tenían que irse llevando adelante, en detalle.
Durante los primeros meses del triunfo de la Revolución era, naturalmente, imposible hacer una planificación, porque a las razones antes indicadas se sumaba el hecho de que la Revolución había llegado al poder como fuerza, había llegado al poder como impulso que derriba todos los obstáculos que tenía delante, pero una gran parte del poder, si quitamos el poder que representaban las masas y el poder que significaba el Ejército Rebelde, el aparato administrativo —viejo aparato administrativo, por lo demás, porque hoy nos encontramos un aparato estatal casi enteramente nuevo y lo que la Revolución tenía cuando llegó al poder era un viejo aparato estatal y el cual viejo aparato estatal estaba en manos de individuos con mentalidades más viejas todavía que ese aparato estatal.
Más de una vez nos hemos referido a una serie de señores que tenían aquí en nuestro país categoría de hombres eminentes, categoría de hombres inteligentes, categoría forjada con los instrumentos de la reacción precisamente, la cual contando con todos los periódicos, estaciones de radio y medios de divulgación, se encargaba de ir erigiendo una serie de figuras, figuras que en ocasiones llegaban a tener en el concepto del pueblo cierta relevancia y que en realidad eran intérpretes del pensamiento reaccionario y conservador.
Nosotros hemos llamado a esos señores con el nombre de“los sesudos”. Muchos de esos “sesudos” aparecían en importantísimas posiciones dentro del Estado: Banco Nacional, Ministerio de Hacienda, Banco de Fomento Agrícola e Industrial, en fin, que una serie de posiciones claves del viejo aparato estaban en manos de esos señores.
En realidad, ni el aparato servía ni ellos servían. Aquel aparato y aquellos señores servían para lo de antes. Habrían servido para un tipo de gobierno distinto al de un Gobierno Revolucionario; era el aparato idóneo para servir a los intereses de una clase económica dominante y propietaria de los recursos económicos de la nación.
Y aquel aparato del Estado estaba organizado a la medida de esos intereses. La Revolución tenía por delante problemas fundamentalmente de tipo político, puesto que la Revolución tenía que consolidarse en el poder; la Revolución tenía que ganar la conciencia revolucionaria de la gran masa del país, conciencia entonces no tan fuerte como hoy. El pueblo se movía con gran entusiasmo; el pueblo actuaba movido por una serie de sentimientos, pero no poseía ni podía poseer entonces un conocimiento cabal, un conocimiento claro de la médula de los problemas que debía afrontar.
Durante la primera etapa de la Revolución, la Revolución se fue consolidando, la conciencia revolucionaria se fue acrecentando; el viejo aparato del Estado comenzó a pasar a manos revolucionarias, y al mismo tiempo comenzó a transformarse en el aparato del Estado que debe corresponder a un régimen revolucionario.
Si hoy analizamos, si analizamos la integración de este Congreso, o esta reunión, vemos cuánto ha cambiado el Estado en dos años y medio. Una serie de organismos comenzaron a surgir: los nuevos organismos del Estado revolucionario. Fueron naciendo las distintas instituciones, entre las cuales la primera fue el Instituto Nacional de Reforma Agraria; después se fueron creando una serie de ministerios. Así nacieron el Ministerio de Industrias, el Ministerio de Transporte; así nació la Junta Nacional de Planificación; así nacieron una serie de organismos y se fueron transformando los distintos ministerios.
Actualmente se ha podido reunir lo que representa la nueva forma de organización económica y política del país. Se han reunido aquí, por ejemplo, las cooperativas cañeras, las granjas del pueblo, la Asociación de Agricultores pequeños, los administradores de las empresas nacionalizadas, los administradores de los consolidados, los obreros representados en sus sindicatos, y han estado presentes los distintos ministerios correspondientes a esas funciones, han estado presentes la CTC revolucionaria, la Federación de Mujeres, los Jóvenes Rebeldes y las Organizaciones Revolucionarias Integradas.
Ya nosotros podemos ponernos a discutir y a trabajar sobre bases enteramente nuevas; ya no tenemos como instrumento el viejo aparato del Estado, ya tenemos como instrumento los nuevos aparatos, o el nuevo aparato del Estado revolucionario. Sin embargo, todo eso ha sido necesario organizarlo en un período realmente breve de tiempo. ¿Quiénes somos los hombres que hemos intervenido en esta tarea?, ¿quiénes son los hombres que hoy ocupan las responsabilidades principales en cada uno de esos sectores?, ¿quiénes son los hombres que dirigen los consolidados?, ¿quiénes son los hombres que administran los centrales azucareros?, ¿quiénes son los hombres que administran las fábricas?, ¿quiénes son los que dirigen las cooperativas?, ¿quiénes los que dirigen las granjas del pueblo, las asociaciones campesinas, el Departamento de Pesca, el Departamento de Repoblación Forestal y Fluvial, es decir, los distintos organismos?
Son hombres nuevos en estas responsabilidades. Muy pocos de ustedes posiblemente hayan administrado algo antes; muy pocos de ustedes tenían experiencia en cuestiones de organización y de administración. Cada uno de nosotros nos vimos ante la tarea de realizar algo que nunca habíamos hecho antes, de donde todo el destino del país, la reestructuración del país, la administración del país, cayó en manos de hombres que no teníamos, no habíamos tenido antes, experiencia alguna en este trabajo.
¿Quiénes tenían la experiencia? La experiencia la tenían los propietarios, la experiencia la tenían los viejos políticos, la experiencia la tenían sus hijos, la experiencia la tenían sus técnicos, sus abogados, sus administradores. Los demás no tenían ni podían tener esa experiencia. Lo que se ha hecho, se ha hecho con la buena voluntad, con el entusiasmo, con el deseo de cumplir su deber de hombres y mujeres que se veían casi repentinamente ante algo sobre lo cual no tenían experiencia ni conocimientos. Era lógico que cometiéramos errores: era lógico que cometiéramos muchos errores.
Sin embargo, hemos llegado hasta aquí, y lo que tenemos que saber es sacar la experiencia de estos dos años y medio, sacar la experiencia y sacar el provecho del aprendizaje de estos dos años y medio.
Por eso es necesario analizar lo que hemos hecho, por eso es necesario hacer estas críticas, por eso es necesario tener la honradez que hace falta para reconocer eso. Lo grave sería pensar que cada uno de nosotros somos unos sabios consumados, pensar que cada uno de nosotros sabe mucho. Debemos empezar por saber que sabemos poco, debemos empezar por reconocer que tenemos poca experiencia; y empezaremos a saber cuando empecemos a comprender que no sabemos mucho , y que todos nosotros tenemos mucho que aprender, que todos nosotros tenemos mucho que meditar, y que todos nosotros tenemos mucho que estudiar.
El que se conforme con lo que sabe ahora, o con lo que sabe hoy; el que desde cualquier puesto responsable se conforme con lo que sabe, y se crea que sabe mucho, y se crea que es perfecto, y se crea que es incapaz de cometer un error, ese compañero no servirá para seguir bregando junto a la Revolución; ese compañero se quedará atrás, ese compañero dejará de ir dando la talla.
Y cuando la máquina revolucionaria avance, y avance a un ritmo mayor, ese compañero irá desentonando de la marcha de la Revolución, y otros compañeros más competentes, otros compañeros más capaces, ocuparán su lugar.
Y no será posible pasar desapercibido ante el pueblo, pasar desapercibido ante la masa, porque cada día la masa del pueblo, la masa de los obreros, la masa de los campesinos, la masa trabajadora, el pueblo todo, tendrá más experiencia, tendrá más espíritu crítico, tendrá más capacidad. Y si alguno se queda atrás, no olvide que el pueblo sigue adelante; si alguno se queda atrás, no olvide que el pueblo sigue aprendiendo, y que dondequiera que se encuentre habrá muchos ojos y muchas inteligencias observando su trabajo, y habrá muchos ojos y muchas inteligencias para comprender los errores, y que sabrán en cada caso de qué se trata, y sabrán en cada caso qué anda mal. Y qué anda bien.
Antes si un profesor era malo, apenas se enteraba nadie; si un profesor faltaba a clases, es posible que muchos jóvenes se alegrasen de que ese día no iban a tener clases; si un administrador marchaba mal, si un administrador se despreocupaba de la producción, nadie en la fábrica se iba a preocupar por aquella producción en beneficio de los intereses del dueño de esa fábrica. Hoy cualquier cosa que ande mal en una universidad, en un centro de enseñanza, en una cooperativa, en una granja, en una fábrica, tendrá inmediatamente el juicio y la apreciación o de los cooperativistas, o de los granjeros, o de los obreros de la fábrica, o de los estudiantes, porque no hay nadie en ningún sitio, no hay obrero en ninguna fábrica, no hay estudiante en ninguna universidad —porque los que hoy van a estudiar a las universidades y a los centros de enseñanza van a aprender, muy conscientes del deber de estudiar—, no hay nadie en ningún centro de producción o de estudios que esté dispuesto a resignarse tranquilamente a que las cosas marchen mal.
Por eso la importancia tan grande que tiene de que el pueblo se informe, de que el pueblo conozca: la importancia tan grande que tiene de que las masas participen. Y quien crea que el problema no es de masas, sino que es problema de hombres, olvidan que solo la masa es capaz de imponerles la inspección más efectiva, la vigilancia más eficaz, y que solo las masas poseen las reservas inagotables de energía, de disciplina y de moral, para hacer que todo marche bien. Un administrador puede ser bueno; bien, eso ayudará a que la empresa marche bien. Un administrador puede ser malo; pues bien, solo las masas podrán hacer que ese centro de trabajo marche bien, solo las masas podrán hacer rectificar los errores, y solo las masas pueden hacer posible que si ese funcionario no cumple con su deber se cambie.
Pero hay algo más, y más importante todavía: se trata de un esfuerzo de tipo social, se trata de un esfuerzo de tipo colectivo. ¿De qué manera puede un gran administrador de una empresa hacer que las metas se cumplan, si los obreros de aquella empresa no tienen idea de qué meta se trata, o si los obreros de aquella empresa no tienen ningún entusiasmo por algo que no conocen; o si los obreros de aquella empresa no han adquirido una convicción cabal de lo que están haciendo, de lo que deben hacer, de la importancia de lo que están haciendo; si los obreros de aquel centro de trabajo no se han enamorado de la idea, no se han enamorado de la meta, no se han enamorado del propósito? Entonces, ¿de qué vale que un administrador sea muy competente, de qué vale que un administrador sepa mucho, y de qué vale que un administrador esté perfectamente enterado de todos los propósitos, si no tiene quién lo acompañe, si no tiene quién lo ayude, si los obreros de esa empresa no participan de manera activa en esos propósitos? A veces nos encontramos, por ejemplo, en el campo, en una granja del pueblo que tiene delante un buen administrador, en el sentido de hombre dinámico, hombre activo, hombre honrado, hombre responsable y, sin embargo, se le pregunta a un obrero: “¿Cuántas caballerías tienen sembradas ya de millo?”, y no sabe; “¿cuántas de maíz?” —”Déjeme, que le voy a preguntar al administrador que está allí”—; “¿cuántas cabezas de ganado tienen?”; “¿cuántas caballerías han arado?”; “¿cuánto les queda de monte?”; “¿qué producción van a tener en esta granja?”, y se encuentra uno con el caso triste de que aquellos obreros no están enterados de las metas, no están enterados absolutamente para nada de los planes.
Y nosotros creemos que cada obrero debe saber exactamente cuántas caballerías se proponen sembrar , cuántas caballerías han sembrado, cuántas cabezas de ganado hay en aquella granja, cuántas vacas, cuántas novillas, cuántas terneras, cuántos añojos, cuántos toretes, cuántas puercas, cuántas gallinas ponedoras, cuántas gallinas reproductoras, cuántos patos , cuántos árboles frutales, en fin, todos los renglones de la producción de aquella granja: qué meta le han señalado, cuál es el rendimiento por caballería, qué cantidad de abono hay que echarle, qué cantidad de agua hay que regar. Y cuando un obrero no sabe eso, es porque el administrador nunca se ha molestado en reunir a todos los obreros y explicarles qué se proponen hacer allí, ganarse el entusiasmo de los obreros, porque cuando aquellos obreros sepan que a su granja se les ha señalado tales metas, y que esas metas se están quedando retrasadas, si el obrero no sabe no puede hacer nada, ¡pero si el obrero sabe con seguridad hará todo lo posible para que su granja no sea la vergüenza de la provincia, para que su granja no se quede atrás!
Y lo mismo ocurrirá en cada cooperativa, y lo mismo ocurrirá en cada asociación campesina, lo mismo ocurrirá en cada fábrica, lo mismo ocurrirá en cada centro de trabajo, en que ningún obrero querrá que su centro se quede atrás, o al menos no querrá que su centro se quede atrás sin haber hecho antes todos los esfuerzos posibles por cumplir las metas.
Y para eso es necesario, primero, que cada administrador sepa perfectamente bien cuáles son sus metas, cuáles son sus obligaciones, y se las haga conocer a cada uno de los hombres que trabaja en aquel centro de trabajo. Desde luego, que para eso es necesario que se acaben de constituir en cada centro de trabajo los organismos representativos de los trabajadores, y que han de participar también en la discusión y en la dirección, o por lo menos en el asesoramiento a la dirección de ese centro de trabajo.
En todas las cooperativas, por ejemplo, ya están creados los Consejos de Dirección; ahora bien, en todas las granjas — y tengo entendido que hoy se discutió eso en una reunión del INRA— deben organizarse también los Consejos Técnicos Asesores, los sindicatos y las comisiones de reclamación.
Hay quienes todavía piensan que sindicato para qué; hay quienes todavía miran al sindicato con los ojos con que un antiguo patrón miraba al sindicato, ¡y le tienen miedo al sindicato!; y hay algunos dirigentes obreros que todavía miran a la empresa como antes se miraba a un viejo patrón.
¿Qué es un sindicato, por ejemplo, en una granja del pueblo? Un sindicato, sencillamente, es la organización de los trabajadores de aquella granja, es decir que aquellos trabajadores pertenecen a una organización, y esa organización a la que pertenecen, desde la cual deben luchar por la Revolución, es precisamente su sindicato.
Por tanto, un sindicato es necesario en una granja, porque ese sindicato, bien dirigido, será la mejor ayuda para el buen funcionamiento de esa granja; ese sindicato, bien dirigido, será el instrumento para mantener el entusiasmo de los trabajadores en pro de lo que se está haciendo; es la representación de los trabajadores. Y el día que hay que reunir a los trabajadores para discutir con ellos, ¿quién los va a citar? Tiene que ser un sindicato, porque no se va a poner un administrador a llamar uno por uno a los obreros de aquel centro de trabajo; no le va a enviar una tarjetica por correspondencia, o un telegrama, sino que de acuerdo con la dirección de la sección sindical, citará a los trabajadores para discutir con ellos, para exponerles todas las cosas que sean de interés, para recabar de ellos su colaboración. Es decir que si en una granja no hay sección sindical, tendremos una masa obrera sin organización; algunos pertenecerán a la milicia, otros pertenecerán a los Jóvenes Rebeldes, otras pertenecerán a la Federación de Mujeres, y otras personas no pertenecerán a ninguna organización. Y es necesario que todo el mundo esté organizado, es necesario que cada hombre, mujer y joven, esté organizado dentro de aquella colectividad, porque en la organización, precisamente, está la fuerza de la Revolución, y es absurdo que un obrero no tenga una organización a la cual pertenecer. Y deben organizarse los Consejos Técnicos Asesores, porque quién sabe mejor de los problemas del trabajo, quién sabe mejor de los problemas que en el trabajo concreto hay que afrontar que el propio obrero. Y si las granjas del pueblo son centros de trabajo muy grandes, y he estado haciendo hincapié en las granjas del pueblo, porque son centros de producción recién organizados, que todavía tienen que llenar estos requisitos... En una granja gigantesca, que tiene 600 o 700 caballerías, ¿qué puede hacer un administrador? Ese centro de trabajo no puede funcionar si en cada una de las funciones y en cada uno de los rincones de aquel centro de producción, y no es lo mismo un centro donde están todos los obreros reunidos que un centro donde los trabajadores están dispersos en una gran extensión de terreno, ¿qué puede hacer aquel administrador sin la participación, sin la ayuda de los trabajadores, sin la ayuda del sindicato, sin la ayuda de los Consejos Técnicos Asesores?
Y también mencionábamos la Comisión de Reclamaciones. ¿Por qué? Porque nosotros estamos entrando ya en una etapa legal, la Revolución se va legalizando y se irá legalizando cada día más, y la Revolución cada día debe cometer menos injusticias. La Revolución cada día debe cometer menos violaciones voluntarias o involuntarias de derechos, porque muchas veces se cometen violaciones involuntarias de derechos, y la Revolución tiene que darle cada día más garantía y más seguridad a cada uno de los hombres del pueblo, a cada uno de los trabajadores. Y a veces se encuentra uno con personas que dicen; yo trabajaba en tal punto y me dejaron sin trabajo, me botaron. Y entonces, ¿qué hacer? Puede ser que tenga razón, puede ser que no tenga razón, pero, ¿a quién se va a recurrir?, ¿a la otra parte? ¿A quién se le va a preguntar? Con seguridad que si existe la manera de hacer valer cualquier derecho allí mismo, con seguridad que si existe la manera de reclamar y de lograr que allí mismo se rectifique cualquier error, o cualquier injusticia, no tendría nadie que recorrer la isla pidiendo que se le haga justicia. Porque si existen allí el Consejo de Dirección, el sindicato, la Comisión de Reclamaciones, existen todos esos organismos perfectamente coordinados, entonces nadie estará expuesto a que por un acto arbitrario de una persona, se vea en la calle, se vea sin trabajo y se vea sin ningún lugar dónde reclamar: cuando la realidad es que cualquier queja, incluso queja, debe ser oída.
Nosotros sabemos por experiencia que el 80% de las quejas son sin razón. Eso es las estadísticas particulares nuestras sobre el número de quejas que llegan y se mandan a investigar; pero hay un 20% de las quejas en que las personas tienen razón. Y hay personas que se quejan por hábito de quejarse, hay personas que tienen hábito de quejarse. ¿Qué conducta hay que seguir con el que tiene un hábito de quejarse? Por lo menos, oírle la queja, y por lo menos darle alguna respuesta; aunque sea decirle que no tiene razón. Pero que toda persona vea que su queja se le atiende, porque es muy triste y muy doloroso que una persona se vea absolutamente desamparada, y más doloroso en una Revolución como esta, en una Revolución que es precisamente...
Que eso le pasara a cualquier ciudadano, que eso le pasara a cualquier ciudadano en otra época, tenía explicación, porque aquellos eran regímenes de privilegio, en que el ciudadano no contaba para nada, en que el ciudadano no valía nada. Pero sería el gran contrasentido, el más absurdo y el más amargo de los contrasentidos, por muchos que sean los bienes que la Revolución traiga, por muchas que sean las personas beneficiadas por la Revolución, el que haya una persona expuesta a que se cometa con él una injusticia y nadie lo oiga; o que haya una persona que quiera quejarse, porque tiene eso dentro, y nadie lo oiga.
Y eso nos recuerda una anécdota que nos contó el compañero Ministro de Salubridad, cuando decía: ya la campaña de alfabetización me está perjudicando, porque recibí una carta, de por allá, lejísimo, y entonces la carta decía:“Oigame, ahora sí he aprendido a leer y a escribir, y ahora sí que voy a decirle a usted que aquí en este lugar no hay medicinas, no hay médicos, no hay esto, no hay lo otro...”“...ahora sé escribir, y ahora...” Lo primero que hizo, después que aprendió a escribir, fue mandarle una carta de queja al compañero Ministro de Salubridad.
Y él lo decía, naturalmente, en broma; contaba, porque él inmediatamente mandó la carta correspondiente, al departamento correspondiente, para que investigaran aquella queja, que eso es lo que hay que hacer con cualquier carta, aunque sean miles de cartas. ¡Qué importa!, pero si hay burocracia suficiente dentro del Estado para responder todas las cartas. Porque el colmo sería que un país, con varios miles en la plantilla suplementaria, no pudiera tomarse la molestia de contestar a todos los que les dé la gana de escribir una carta: de responderle, de atenderlo, de manera que cada ciudadano sepa que a él se le atiende, que cada ciudadano sepa que a él se le escucha, y hay que escuchar, porque no vaya nadie a creer que todo el mundo es igual. Hay una infinidad de modos de reaccionar y de actuar, y no se sabe la cantidad de cosas que la gente escribe, y que piensa: iniciativas, la cantidad de iniciativas que surgen del pueblo. Muchas de ellas, pues son iniciativas sin sentido, y otras muchas tienen mucha razón. Y, entonces, se escuchan desde las cosas más disparatadas, porque hay personas que creen que de la noche a la mañana descubrieron la solución de todos los problemas del mundo, y por la mañana lo escriben, y hay otras que son personas que analizan serenamente, responsablemente, y escriben cosas muy interesantes. Como la carta que leyó ayer Carlos Rafael, la carta del miembro del Comité de Vigilancia, que está de guardia por la noche y ve que en la calle tal, en el número tal, pone un litro de leche un carro a las 4:30 de la mañana, y que a las 4:45 llega otro carro, con toda su bulla, y pone otro litro de leche, un poquito más adelante, en el número tal de la misma calle, y que a las 5:00 llega otro carro con otro escándalo, y pone otro litro de leche en la casa de enfrente.
Entonces aquel hombre razona, y dice: esto no tiene ni pies ni cabeza; cuánta gasolina, cuánto trabajo, cuánto esfuerzo, cuando un solo carro pudo haber puesto uno aquí, otro allí, y otro allí. Y ese hombre sacó una sabia conclusión. (LA ASAMBLEA, PUESTA DE PIE, TRIBUTA UN CALUROSO APLAUSO AL COMPAÑERO QUE OFRECIO LA IDEA REFERIDA POR EL DOCTOR CASTRO) Este compañero, sin ser economista, ni filósofo, ni sociólogo, puso el dedo en la llaga de la anarquía capitalista, y es una gran verdad.
Los ciudadanos empiezan a pensar y a analizar. Antes a ningún ciudadano se le hubiera ocurrido ponerse a pensar por qué demonios llegaban cinco carros de leche en una hora, a poner en cinco casas distintas una botellita de leche, porque estaban acostumbrados a eso, eso es lo que veían. Pero hoy el ciudadano está pensando, está razonando, y dice: Eso es un gasto de gasolina, de carro, de vehículo, de gomas, de energía humana, de todo. Y así, cuántos en el pueblo no estarán observando todas esas cosas que se pueden arreglar. Desde luego, yo recomiendo que tengan paciencia, porque lo malo es que se impaciente ahora todo el mundo —porque hay muchas cosas mal hechas, que andan mal— , y empiecen a llover cartas aquí, sea un diluvio de cartas lo que empiece a llover sobre cada uno de los compañeros que están trabajando.
Pero es verdaderamente alentador para todo ciudadano saber que su voz tiene valor, es oída, es escuchada. No importa que para responder o atender al tanto por ciento que acierta, haya que molestarse en atender también al otro tanto por ciento que no tiene ninguna razón. En definitiva, piensen que ese ciudadano también puso empeño, buena voluntad, deseo de resolver, y ayudan.
Ahora se va a empezar a discutir ya, a fines de este año, pronto, el primer plan cuatrienal, y las metas de todas y cada una de las fábricas, de las cooperativas, las granjas, los centros de trabajo, y todas esas metas deben discutirse con los trabajadores del centro.
Y todo el mundo tiene su meta y su trabajo. Desde el INIT, que ya tiene un programa de metas en las trescientas y tantas empresas que tiene, hasta Pepe con la Asociación de Agricultores Pequeños. Todo el mundo tiene su meta, ya todo el mundo ha aprendido, por lo menos, a buscar una meta, y a hacer números, y cálculos, y presupuestar y calcular. Este primer año ha habido un sinnúmero de equivocaciones en los cálculos, pero ya el año que viene no habrá tantas equivocaciones; habrá muchas menos si cada uno va a discutir allí. Y si en el centro de trabajo hay un administrador de esos super optimista, que ha dicho que él puede hacer tanto y más cuanto, y los reúne allí en una asamblea, los obreros que están en aquel centro tienen por lo menos dos reacciones; bueno, este es un super optimista, esto es imposible, porque aquí se puede hacer esto; o todos los obreros se llenan del mismo optimismo que él, y entonces ya no es un optimista, son 100 optimistas trabajando allí por lograr aquella meta. Y no es lo mismo un optimista que 100. Y lo menos que puede ocurrir, si no rectifican sus cálculos erróneos, es que todo el mundo se entusiasme con aquel cálculo, y hagan el máximo, aunque no lleguen al ciento por ciento.
Y entonces tenemos que empezar por meternos estas cosas en la cabeza, nosotros, yo el primero. Estos problemas de la planificación... porque, el primer año de Revolución, sobraba de todo, pero sobraba porque no se hacía nada, y los almacenes de las fábricas de cemento estaban repletos, y uno de los problemas que teníamos era,“¿qué hacer con este cemento?”; sobraba la cabilla..., había de todo, ¡no se hacía nada! Y entonces, por otro lado, mucha gente sin trabajo, mucho desempleado en la ciudad, se habían paralizado casi todas las construcciones, en el campo venía un desempleo crónico; había que poner a trabajar a la gente, había que ponerse a hacer obras, construcciones de cualquier clase, para darle trabajo a la gente.
Claro, de eso todavía queda una herencia, la herencia todavía del trabajo improductivo. En aquellos momentos había que mandar a la gente hasta a chapear en la carretera... bueno, lo de chapear en la carretera hay que hacerlo, por supuesto — no se vaya a poner bravo Osmany—, pero yo quiero decir que se ponían a hacer infinidad de trabajos: calles, a pavimentar calles a diestro y siniestro. Había cemento, había cabillas, sobraba todo eso, porque el trabajo estaba prácticamente paralizado. Si surgía una obra nueva, con seguridad que había un stock de madera y de cemento para hacerla, y gente deseosa de ponerse a trabajar; y entonces surgían iniciativas, y más iniciativas, y más iniciativas; impulso por aquí, impulso por allá, impulso por acá, y esos impulsos pueden haber sido necesarios, pero lo que es muy importante es que la política de las iniciativas surgidas rápidamente para resolver problemas inmediatos, ya esas iniciativas tienen que desaparecer.
Porque ahora ya no es lo mismo, ya ahora hay un número enorme de obras, y entonces ya todo el cemento que se produce no alcanza, y no alcanzan las cabillas, y no alcanza la madera, y no alcanza el equipo de construcción; y entonces no queda más remedio, sencillamente, que calcular todo lo que se tiene, todo lo que se puede hacer, y todo lo que hay que hacer con prioridad a otras cosas. Porque todos nos entusiasmamos con lo que tenemos, con el trabajo, y a veces nos entusiasmamos con una idea y queremos que esa idea se realice inmediatamente, y no pensamos que hay otras cosas más importantes que esa, ahora, cuando ya todos los sacos de cemento están contados, y cabillas, y todos los recursos están ahí disponibles, y hay que darles un orden a todos los recursos que tenemos.
Claro que es una cosa general; todo el que esté en una zona, en una región, en un sector, en un punto, se entusiasma con su trabajo y pide cosas, y pide cosas. Bueno, ya pedir es algo; lo malo es ponerse a hacer, porque hay gente que no pide sino que se pone a hacer inmediatamente lo que se le ocurrió. Ahora hay que pedir todos los proyectos, hay que dirigirlos a la Junta de Planificación, y allí en la Junta de Planificación es donde se decide la prioridad de las cosas que hay que hacer, y donde se estudian todas las solicitudes. Claro que siempre hay un pequeño margen, por si surge una cosa de emergencia, una cosa de urgencia, los planes no son tan rígidos que no permitan el menor margen a resolver ciertos problemas que se puedan presentar de imprevisto; pero es que tenemos que tener la contabilidad exacta de todo lo que contamos; y aquí, donde el cemento sobraba trabajando las fábricas menos tiempo, hoy trabajando todas las fábricas a plenitud, sin embargo, el cemento que se produce ya no alcanza, incluso hay que importar, hasta que se hagan las nuevas fábricas que se van a hacer, y si ya tenemos que estar importando cemento, pues no podemos disponer“por la libre” del material que se tiene, ni de la madera.
Había quienes tenían dinero, porque les quedaba de un presupuesto dinero, y decían: “¡No, yo tengo dinero!” Bueno, “usted tiene dinero, pero, ¿dónde está el cemento?, ¿y dónde está la cabilla?, ¿y dónde están los servicios sanitarios?, ¿y dónde están las otras cosas que hacen falta para lo que usted quiere hacer?” Porque la gente presupuestaba por dinero; cuando había un sobrante de productos, porque no se estaba trabajando apenas nada, pues el que tenía dinero podía encontrarlo; pero ahora no es cuestión de dinero, ahora es cuestión de tener los materiales y los recursos para construir.
Lo primero que tiene que hacer la Junta de Planificación es el cálculo de todo lo que tiene y cómo lo va a distribuir entre todas aquellas obras que hay que hacer pero que algunas tienen que ir primero que otras, porque nosotros no podemos dejar de hacer una fábrica por pavimentar una calle, no podemos dejar de hacer una fábrica por una cosa de tipo suntuario.
Si necesitamos el cemento, ¿qué es lo primero que debe ir? Bueno, lo primero que debe ir son las fábricas, ¡prioridad a las fábricas y a los centros de producción, sobre ninguna otra cosa!
Claro que a veces se presenta una cuestión vital, vital, que ya no es de orden económico; a veces hay que hacer una trinchera, a veces hay que hacer una fortificación, a veces hay que hacer un trabajo de tipo militar. Y, desde luego — ya alguien lo dijo ayer—, las cuestiones que se refieren a la defensa del país, que son vitales, pues tienen todavía prioridad sobre las fábricas; pero nadie aquí tiene manía guerrerista, ni nada de eso, por suerte, y lo que se invierte en construcciones de la defensa es una proporción pequeña y, además, obligados, porque lo perfecto sería no tener que gastar un solo saco de cemento en hacer una sola trinchera, ni un solo emplazamiento, eso sería lo perfecto; pero eso es lo perfecto, es lo ideal: algún día ya habrá paz en la humanidad, algún día ya no habrá imperialismo, y los pueblos se podrán dedicar a trabajar.
Después de las fábricas, ya cubiertas las necesidades de cemento y materiales de construcción para las fábricas, pues vienen otras cosas. Es más urgente hacer una escuela, un hospital, o un acueducto porque está produciendo enfermedades, el estado del agua es imposible de tomar, y entonces viene toda una serie de obras que unas son más importantes que otras; y entonces se decide, se discute, se decide qué cosas son más urgentes hacer.
Yo sé que, por ejemplo, al INIT ahora lo han relegado, lo tienen ahí, con lo que hay. ¿Por qué? Porque en estos momentos, todavía se ha presentado la urgencia de hacer otras cosas por encima de centros de recreación. No quiere decir que no se vayan a hacer, siempre hay que destinar una parte, porque eso interesa también, el que el pueblo pueda contar con esos centros de recreo, pero se les da preferencia a los centros de producción.
Porque, precisamente, iba a decir algo: que ahí hay la lucha de qué se hace con los círculos sociales obreros y los círculos infantiles, porque se quiere hacer eso también,... pero en esta... no voy a decir pugna, sino en este conflicto de deseos — es un conflicto de deseos—, entre querer hacer todas esas cosas...
Yo sé que por ahí hay muchos letreritos que dicen:“Aquí va el círculo social obrero de tal pueblo”, pero nada más está el cartelito . ¿Y qué pasó? Los compañeros tienen un gran empeño, un gran deseo de hacer el círculo, y hasta prepararon un equipo de hombres para dirigir todos aquellos círculos; y las mujeres están haciendo una gran presión para que les construyan los círculos infantiles.
Y entonces, dicen que cuando crezca la necesidad de la mano de obra, la única solución del problema es que las mujeres puedan ir a trabajar en las fábricas también, pero mientras tengan que cuidar los muchachos no van a poder ir a trabajar en las fábricas, y que necesitan los círculos infantiles. Porque cada cual se presenta con sus argumentos, cada cual se presenta con sus razones, y algunas son elocuentes, y algunas son poderosas; pero nosotros hemos llegado al momento en que ya sabemos cuánto cemento tenemos y con cuánto cemento, cuánta cabilla queremos contar.
Y otro tanto pasa con las casas. ¿Qué quisiéramos nosotros?: poder hacer 100 000 casas. ¡Qué bonito sería empezar a llenar de casas, darle casa a todo el que lo solicitó, hacer casas en el campo, hacer casas dondequiera! Bueno, eso es muy bonito, pero no lo podemos hacer; porque entonces nos quedamos sin fábricas, sin escuelas, y no alcanza: lo único que tendríamos sería casa. Y después, ¿qué llevamos adentro de las casas?, ¿qué comemos dentro de la casa?
Y los que tienen una casa que no es muy bonita, presionan; y los que se van a casar, presionan; y los que se casaron y viven en casa de la suegra, presionan; ¡y todo el mundo presiona por las casas! Presionan, en eso de las casas presionó todo el mundo, todos los departamentos del Estado: “que tengo técnicos”, “que tengo obreros que han cambiado de un lugar para otro”, “que denme casa”. Y, naturalmente, la Reforma Urbana no podía funcionar porque, además, tenía los que no presionaban, sino que rompían la puerta y se metían dentro de la casa.
La Reforma Urbana tenía esos problemas, y tiene antipatía la Reforma Urbana — es decir, el Departamento de Reforma Urbana, no la ley, el departamento—, que pueden haber cometido sus errores, en realidad, pero también le echan mucha culpa que no tiene, y fue la tremenda presión... porque ellos cometieron un error, que cuando se hizo la Reforma Agraria por poco lo cometen, y a tiempo se rectificó. Porque yo quiero que ustedes sepan que cuando se hizo la Ley de Reforma Agraria se imprimieron unas planillas para que las llenara el que quería tierra; ¡si en Cuba se reparte planillas al que quiere tierra, hasta la gente de la ciudad quiere un pedacito de tierra!, ¡todo el mundo hubiera pedido un pedacito de tierra!, ¡quinientas mil planillas!, y se hubieran quedado 450 000 esperando el pedazo de tierra; eso no se hizo, pero con las casas repartieron una planilla a todo el que quería casa y, naturalmente, había 3 000 o 4 000 casas y, figúrense, se presentaron 150 000 solicitudes de casas. Las planillas ayudaron a que alguna gente se hiciera ilusiones, ese fue un error táctico en la forma de aplicación de la Reforma Urbana, el reparto de las planillas.
Y ese es el problema, y quiere casa la gente, pero hay que saber una cosa: que ahora hay que hacer otras cosas más importantes. Hay que hacer casas, un mínimo —porque hay un mínimo que hacer, para que la cosa no se ponga tan tirante. Desde luego, nuestros problemas de casas no son como los que tuvieron en Europa, piensen en los problemas de Europa, que le destruyeron las ciudades completas y todavía, y hace 15 años, están resolviendo ese problema. Nosotros al menos teníamos muchas construcciones, porque a los que tenían dinero les gustaba el negocio de las construcciones, cobraban un alquiler alto y construían bastante, e invertían el dinero en eso, y había una capacidad bastante grande; y la Ley de Reforma Urbana, creo que las casas comprendidas en la ley son 800 000, había 800 000 casas, que es un número considerable, no se están contando los bohíos, que los bohíos no pagaban alquiler. Y tenemos gran número de casas, pero no podemos ponernos a invertir lo que tenemos en construir casas.
A pesar de todo, hay un plan de construir 25 000 casas entre la ciudad y el campo este año. Pero, al mismo tiempo, ahí viene la planificación, ya está planificada la industria para duplicar o triplicar —creo que triplicar— la capacidad de cemento, para triplicar la actual producción, creo que en 1965; y están las medidas tomadas también y los proyectos para multiplicar, no ya el cemento, la capacidad de construcción de objetos para las instalaciones de las casas y los servicios sanitarios de las casas. Porque si tuviéramos todo el cemento, tendríamos otro problema, el problema de las instalaciones sanitarias; que la plantica que había aquí produce una cantidad. Se va a duplicar la cantidad de esa y se va a traer otra más, para poder producir tanto como esta al doble; y entonces es posible que para el año 1965 ya se puedan estar construyendo 50 000 casas por año, que es algo .
No sería correcto ponernos a invertir en casas lo que hay que invertir hoy en construir una planta para las fábricas de cemento, lo que hay que invertir en construir artículos sanitarios. Quizás este ejemplo ayude a comprender la cuestión; entonces los ciudadanos deben saber todas esas cosas, porque un ciudadano, cuando sabe todas esas cosas, entonces razona bien. Si no lo sabe, dice: “¿Por qué demonios no me harán casa a mí?”, y creen que la Revolución es una enemiga de él, que no le quiere hacer su casa. Cuando él entiende, cuando él comprende...
Después vino el problema de la distribución de las que hay, que ese era otro rollo. Todo el mundo se creía con más derecho; entonces, se hizo lo siguiente: se le dio las casas disponibles, la CTC las entregó, a las familias más numerosas y de menos ingresos, esos que no habían tenido oportunidad. Ahora se va a hacer una distribución racional: se va a distribuir proporcionalmente a los de tal ingreso, otros ingresos, ejército, empleados, en fin, se va a tratar de distribuir proporcionalmente entre los distintos sectores del país, para que tampoco se desespere aquel que porque gane un poquito más vaya a pensar que no va a tener casa nunca. Y entonces, se va a hacer alguna distribución proporcional que por lo menos permita concebir la esperanza de tener casa. Digo la esperanza, porque con seguridad que no podrá ser a todo el que la necesita, o la desea, con una distribución de ese tipo. Y en el año 1962 tengo entendido que son 25 000 casas, en 1962... 30 000 casas, estaba equivocado por 5 000. Vamos a ver si las hacen. Pero eso está dentro de la meta, está dentro de los presupuestos de cemento, de cabilla.
Ahora, si esos son los planes, Comercio Exterior tiene que traer toda una serie de artículos; los consolidados industriales tienen que cumplir su parte en el plan. ¿Qué tiene que producir el consolidado del cemento? Bueno, ahí la meta es la capacidad plena. ¿Qué tiene que traer Comercio Exterior? Ya debe saber qué cantidad de cemento, y de artículos sanitarios y de otras cosas para las instalaciones de casas necesita para las casas que se van a producir.
Y así todo, una vez estudiado, se encargan de producirlo las industrias nacionales, o de traerlo el Ministerio de Comercio Exterior, de acuerdo con los recursos con que contamos de importación. Claro que nosotros tenemos que limitar nuestras importaciones a lo que exportamos, a los recursos con que contamos.
Y eso es lo que significa el trabajar ordenada y planificadamente. Entonces, todos nosotros tenemos que inculcarnos esas ideas, y ponernos a estudiar todos estos problemas de la planificación. Lo mismo que confesé aquí que fui uno de los grandes promotores de impulsos y de obras, muchas de las cuales se han hecho y muchas de las cuales están ahí, naturalmente, y que correspondieron a la primera etapa de la Revolución, me propongo ser hoy uno de los mayores defensores de la planificación, en dondequiera.
Y que se acaben las obras por la libre, que se acaben las obras por la libre, porque la antítesis de la planificación es por la libre. Antes era por la libre, ahora tiene que ser todo planificado. Y con eso creo que deben sentir una gran satisfacción los compañeros que más se preocuparon aquí por la planificación, porque entre los defensores fundamentales de la planificación estaba el Che, estaba Boti, y estaba Carlos Rafael. Debe haber más, debe haber más, pero a los que yo más he oído siempre con el problema de la planificación, son ellos. Y ya entramos en la planificación, y el año que viene va a ser el“Año de la Planificación”.
Bien, ¿y lo demás, los demás problemas que tenemos delante? Este no es el único, este problema de planificar es para empezar. Todos nosotros tenemos que ir aprendiendo, todos nosotros, que somos administradores, debemos de ir aprendiendo a ser administradores. Y yo sé que, por ejemplo, uno de los resultados de esta reunión es que ha puesto a todo el mundo en pie de lucha; y yo sé que hoy los de las granjas, que se reunieron en el INRA, estaban con el amor propio picado por las cosas que se discutieron, y se sintieron emplazados a ir a cumplir con su deber.
Y si ese resultado es el resultado para todos los compañeros aquí presentes, para todos los delegados obreros, para todos los administradores de los consolidados, de las cooperativas, de las granjas, de las asociaciones campesinas, para todos los compañeros que hablaron aquí y que, además, tendrán que volver a hablar aquí, porque ya nosotros le hemos oído al compañero de pesca toda la historia — muy brillantemente expuesta, por cierto— de los problemas de la pesca. Vamos a ver qué dice la próxima vez; ya la próxima vez tiene que venir aquí con pescado (RISAS Y APLAUSOS), porque el pueblo va a estar muy atento, y ya se han dicho las cifras. Y además, esas cifras deben recopilarse; ahora hay que hacer un trabajo de recopilación, para que el que no oyó, para que el que lo oyó y se le olvidó, lleve un folletico con todo lo que se dijo y se habló, y lo estudien —pueden haber, incluso, algunas contradicciones en algunas cosas—, y que se distribuya entre el pueblo, porque es necesario que todo el pueblo se interese por estos problemas, que todo el pueblo se interese por estos problemas.
Hay una realidad: el pueblo es el dueño ahora; el pueblo es el propietario. Ahora el pueblo tiene que saber cómo trabajan los que están al frente de cada uno de sus centros, debe estar informado. Ahora, si el pueblo tiene todos los recursos, ¿cómo nosotros no vamos a producir mucho más que lo que producían los monopolios, y las compañías, y los particulares que eran dueños de esos recursos y de esas fábricas? Si antes el trabajo estaba organizado sobre una base de explotación, de producción para una minoría que era la que disfrutaba todo, ¿cómo ahora el pueblo, que es dueño de todos esos recursos, no va a producir mucho más que antes y no va a ser capaz de organizar una cosa planificada, ordenada, racional?
No es como antes: un señor tenía una fábrica de cerveza, por ejemplo, y ganaba un millón de pesos, y le daba la gana de hacer una fábrica de chiclets, y hacía una fábrica de chiclets; si le daba la gana de poner una fábrica de cualquier cosa, cualquier bobería que se le ocurriera, hacía eso. Si le daba la gana de gastarse 300 000 dólares en un yate, entonces iba al Banco Nacional, sacaba los dólares, y compraba el yate. Así antes estaba organizada la economía; no había preocupación ninguna por la suerte del trabajador, ni comodidades, ni de aumento de producción, ni por el desempleado. A él no le interesaba, era la anarquía pura la característica de aquel régimen, donde los individuos hacían, realmente, lo que les daba la gana con el ahorro nacional.
Del producto total del trabajo quedaba un margen, ese margen era el que ellos invertían en lo que quisieran. Las compañías se lo llevaban para el extranjero, y los criollos muchas veces llevaban el dinero también y lo guardaban fuera. Era la anarquía.
Y ahora el pueblo es dueño de ese ahorro nacional; el pueblo es el que lo va a invertir, el pueblo es el que va a planificar toda su economía. Y nosotros somos una isla chiquita, Cuba es un país chiquito, y nosotros somos 6 millones de habitantes. El problema serio sería si nosotros fuéramos un país enorme, de 100 millones de habitantes, o 50 millones, o 30 millones; somos un país pequeño, y en este país se dan las condiciones ideales para realizar una economía bien ordenada, bien inteligente, y llevarla adelante.
El pueblo ahora tiene todos los recursos, y nosotros, ¿por qué vamos a preocuparnos, de qué nos vamos a preocupar nosotros? Es muy curioso lo que dicen afuera, lo que dicen los periódicos del imperialismo, los voceros del imperialismo. Como ellos defienden su régimen capitalista e imperialista, ellos dicen: “No, lo perfecto es lo de nosotros; a nosotros nos sobra esto, nos sobra lo otro...”. Claro, el capitalismo, en los países altamente industrializados, que, incluso, no solo explotaron al trabajador de allí, sino que explotaron al trabajador de Africa, de Asia, de América Latina, es un principio, una ley de la economía y de la historia, que el régimen capitalista, que surge del feudalismo, donde había una serie de trabas que le impedían su desarrollo, llegó a un desarrollo máximo. Una vez llegado a ese desarrollo, el régimen impide seguir desarrollando la economía; ellos llegaron al máximo de desarrollo, ahora tienen crisis de superproducción, problemas de todas clases, ¿por qué? ¡Ah!, porque no planificaron. ¡Ah!, ¿hay 4 000 agricultores?; todo el mundo produciendo por la libre, lo que le daba la gana; se produjo el stock, el sobrante, la energía que se gastó por gusto, y ahora ese stock que tienen lo quieren lanzar al mundo. Entonces, arruinan a otros países que venden esos mismos productos, y tienen todos esos problemas de superproducción; no hubo ninguna organización planificada de la economía, y ahora tienen esos grandes problemas, problemas que no nos pasarán nunca a nosotros, porque nosotros siempre iremos de acuerdo con las necesidades, no pondremos más fábricas de las que hacen falta, sino las que hacen falta, de acuerdo con un plan.
Entonces, allí, ¿ahora qué tienen que hacer? Pues, todo lo contrario; ahora está la economía paralizada, su crecimiento estancado prácticamente. Ese es el porqué la Unión Soviética pasará pronto la producción per cápita y la producción en bruto de Estados Unidos , porque es una economía planificada, no frente a una economía libre, sino  a una economía por la libre, que no es lo mismo, donde los monopolios de los millonarios invierten en lo que les da la gana; la economía por la libre de Estados Unidos, que ahora, su tasa de crecimiento está paralizada, porque, ¿quién toca los intereses sacrosantos de esos señores?, ¿y quién les pone un plan? Cuando hay guerra sí ponen plan, entonces buscan el plan, porque se dan cuenta de que hay que producir tanques y aviones, y eso lo hicieron en la otra guerra, y lo aceptan entonces. Ellos no quieren, naturalmente, ceder sus prerrogativas, ni ceder en cuanto a los principios de un sistema que son los que permiten mantener la hegemonía de una clase.
Entonces ahora ellos tienen los problemas que pagan por no sembrar. Y eso es absurdo, cuando en el mundo hay tanta hambre, consecuencia del capitalismo, el colonialismo, que ha dejado subdesarrollado a los países. Ahora ellos tienen que pagarle a un granjero: “Si tú tienes 20 hectáreas y no siembras 10, te pagamos tanto para que no las siembres.” ¡Y pagan por no sembrar, porque tienen sobrantes, y el mundo pasando hambre! Esas son las cosas absurdas del capitalismo.
Entonces, la economía nuestra será una economía ordenada, una economía planificada, inversión racional de los recursos, y que es lo que nos permitirá avanzar. Ahora ustedes oyeron hablar de la Conferencia de Punta del Este, de la inversión de tantos miles, una tasa de crecimiento del tres, del cuatro. ¿Por qué? ¿La de nosotros, cuánto va a ser? Del 10, del 12, del 14, no se sabe a lo que lleguemos, el doble, el triple, ¿por qué? ¡Ah!, porque ellos van a planificar — y ya están hablando de plan— dentro de una economía de intereses privados, y es imposible que puedan garantizarlo en ningún plan, y no van a alcanzar esa tasa de crecimiento, ni mucho menos, la que se han propuesto. Entonces, Cuba sí pudo ir allí y discutir, y decir: “Nosotros estamos creciendo así y vamos a crecer tanto, y eso lo podemos garantizar de esta manera.”
¿Qué dicen los imperialistas? ¡Ah!, dicen que nosotros estamos arruinados, dicen que hay una escasez aquí terrible; ellos no han enfocado el problema. Y aquí hay un artículo — que voy a aprovechar la oportunidad, si ustedes no están muy aburridos (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡No!”)—, un artículo para que ustedes tengan una oportunidad y el pueblo también, y esto puede servirnos de orientación política, del mecanismo y los argumentos que utilizan los enemigos del socialismo, y son los utilizados contra la Unión Soviética y contra todos los países socialistas. Claro, que el caso de la Unión Soviética no es el de nosotros, porque la Unión Soviética tuvo que construirlo todo allí, y salir de un país subdesarrollado por completo y sin la ayuda de nadie, rodeado de todo el mundo, y tuvieron que hacer un esfuerzo extraordinariamente heroico. Nosotros no hemos tenido esa situación; en realidad, nosotros hemos ido bastante cómodos. Pero, bueno, por eso mismo tenemos la obligación de hacer un esfuerzo grande.
A nosotros los países como la Unión Soviética y los demás países socialistas, que hicieron grandes sacrificios, nos están ayudando. ¿Escasez aquí? Bueno, ¡escasez fue la que pasaron ellos! Nosotros estamos, ¡pero bien!
Este artículo se titula“La crisis alimenticia en Cuba puede causar una purga”. Dice: “Una purga política que afecte a los altos funcionarios del régimen cubano puede resultar de las sesiones públicas de 'crítica y autocrítica' —entre comillas— que se iniciará mañana en La Habana, sobre el empeoramiento de la crisis alimenticia.
“Tales sesiones 'autocríticas' en la Unión Soviética, en la era de Stalin, eran seguidas generalmente por purgas.
“El premier Fidel Castro ha declarado que Cuba está siendo construida como un Estado socialista, y que está aceptando las enseñanzas marxista-leninistas.
“Las sesiones fueron ordenadas en un decreto especial del gobierno, emitido en el último fin de semana. Puede que sean televisadas —esto es del New York Times.”
Dice:“Especialistas sobre asuntos cubanos aquí —porque lo simpático es que todos estos tienen especialistas de todo , ¡especialistas de asuntos cubanos!, ¡hablaron los especialistas!— dijeron que las sesiones representaban una admisión de la seriedad de la escasez de alimentos y un esfuerzo para repartir la culpa en altos lugares, por las dificultades y deficiencias.
“Se informa que Cuba también está agobiada por los excedentes de azúcar que no puede vender en Estados Unidos. Se dijo que estaba ofreciendo su azúcar en mercados extranjeros a precios de desesperación.
 “Los especialistas también especulaban que las sesiones pudieran colocar al comandante Ernesto Guevara, ministro de Industrias, bajo una luz particularmente incómoda, debido a su papel de jefe económico de Cuba (RISAS Y APLAUSOS).”
Dice: “No es probable que el comandante Guevara, uno de los más cercanos colaboradores del doctor Castro, sea relevado de su puesto, pero se espera que alguno de los altos dirigentes del régimen busquen descargarle su responsabilidad por la escasez de alimentos y de otras cosas... , frente a lo que se dice un creciente descontento popular.
“El comandante Guevara dijo en una conferencia de prensa, celebrada el miércoles en La Habana, que sabía poco de las sesiones de crítica, porque habían sido ordenadas durante su ausencia. El volvió el domingo de la Conferencia Económica y Social Interamericana, en Uruguay. El premier Castro, que fue a despedirlo, pero no a recibirlo, según informes de la prensa de La Habana” — Ché llegó como a las 3:00 de la mañana, o a las 2:00, por su cuenta; así que fui a despedirlo y no fui a recibirlo.
Dice: “El problema de los alimentos ha sido el tema de los últimos tres discursos del doctor Fidel Castro. Después de racionar la manteca, el régimen ordenó el lunes un sistema de rotación en la vecindad para la venta de carne. El sistema permite a personas en diferentes áreas, comprar media libra de carne cuando el carnicero la recibe.
“El Decreto ordenando las sesiones de crítica, se cree fue la primera orden oficial firmada conjuntamente por el gobierno y el Directorio Nacional de las ORI —estas son las iniciales de las palabras Organizaciones Revolucionarias Integradas.
“Las ORI es el nuevo partido político del doctor Castro, formado por la unión de su movimiento del 26 de Julio y del Partido Comunista.
“La orden de las sesiones llamó a La Habana a todos los ministros, los jefes del Instituto Nacional de la Reforma Agraria y otros funcionarios conectados con la producción y abastecimientos, incluyendo a los jefes de las granjas del pueblo, que son las nuevas colectividades campesinas de Cuba.
“Las sesiones, de acuerdo con lo anunciado, tratarán del desarrollo de la producción, de deficiencias. Para hacerlo así, dice el Decreto, un amplio examen crítico y autocrítico, será necesario de todo el trabajo realizado en esta rama. Este examen —decía— debiera ser celebrado a la vista de toda la nación, para que así, cada trabajador, campesino, intelectual y cada ciudadano, pueda darse cuenta de los problemas y dificultades con que se enfrenta el país y de las medidas que deben ser tomadas para vencerlas.
“En un discurso, el lunes por la noche el doctor Castro negó que había hambre en Cuba, pero los diplomáticos que asistieron a la conferencia de Uruguay informaron que el comandante Guevara dejó saber allí las serias dificultades alimenticias de su país. Se cree que estas dificultades son una de las razones detrás del nuevo intento de Cuba —oigan, oigan bien—, se cree que estas dificultades son una de las razones detrás del nuevo intento de Cuba para hacer un arreglo con Estados Unidos (EXCLAMACIONES Y ABUCHEOS) para que pueda reanudarse libremente el comercio entre los dos países.
“Estados Unidos se opone a cualquier negociación, en tanto que el régimen de Castro mantenga sus lazos comunistas” (APLAUSOS Y EXCLAMACIONES DE: “¡Cuba sí, yanquis no! ” “¡Fidel, seguro, a los yanquis dales duro!”).
Este artículo es una cosa interesante; hay que sacar dos conclusiones: una, cómo enfoca la propaganda imperialista los problemas del socialismo. Ellos, por ejemplo, presentan el problema de Cuba como de hambre, escasez de alimentos: ¡No hay nada aquí! Pero si ellos tuvieran un poco de pudor y de vergüenza tenían que empezar diciendo:“Hemos hecho todo lo posible para que en Cuba no haya comida; hemos hecho todo lo posible para que en Cuba haya escasez; hemos hecho lo indecible; en un solo año le quitamos cuota azucarera, le bloqueamos exportaciones, le quitamos materia prima, le quitamos piezas de repuesto, le saboteamos las ventas de mieles, le hemos saboteado las ventas en el mercado mundial, y hemos hecho lo inimaginable para que en Cuba haya hambre, haya miseria, haya de todo.” Eso es lo primero que tenían que empezar diciendo.
Ahora, fíjense, que ellos echaron el resto para que aquí hubiera hambre; ahora, resulta que como consecuencia del cambio habido en la estructura económica del país, el cambio de régimen social, ha sido al revés: en casi todos los renglones de la producción de alimentos ha habido un considerable aumento.
Entonces, el problema de nosotros no es el problema que haya habido deficiencias en la producción, es decir que se haya producido menos, que bajo el régimen aquí de los latifundistas se produjera más, no. El problema en Cuba no es un problema que haya hambre, porque estos son unos descarados; hambre había antes cuando había 300 000 o 400 000 gentes que no tenían ni un centavo en el bolsillo. El problema de nosotros es que, precisamente, hay gente con dinero, que el pueblo tiene trabajo y tiene dinero; el problema es de un aumento de la capacidad adquisitiva del pueblo, un aumento extraordinario.
Y entonces, a pesar de todos los aumentos en la producción, de alimentos y de toda una serie de artículos, tenemos un aumento superior en el poder adquisitivo del pueblo. Eso es plantear las cosas en términos correcto, a pesar del bloqueo, a pesar de todas las agresiones, amenazas, invasiones. Porque aquí quedó demostrado, cada vez que había un conato de invasión, corre todo el mundo a la armas, a las trincheras, a las posiciones, a los batallones, y disminuida la producción industrial. Deja todo el mundo los barcos, no salen los barcos, no sale nadie, disminuida la producción de pesca. Y ahí se refleja en las estadísticas los casos de movilización, en enero, en abril; todas esas movilizaciones cómo han lesionado la producción. Y a pesar de todo eso, el saldo de dos años y medio de Revolución es una producción mucho mayor, producción, que, sin embargo, todavía no ha alcanzado el aumento de la capacidad adquisitiva, mayor todavía, como consecuencia de haberse puesto a trabajar todo el mundo, sencillamente. Y la única manera de producir es ponerse todo el mundo a trabajar, pero al ponerse todo el mundo a trabajar, resulta que los bienes que existían y la capacidad de producción estaban por debajo de la demanda que eso creaba al poner todo el pueblo a trabajar. Esa era una situación insoluble.
Claro está, que de no haberse producido las agresiones económicas, se hubiera podido trabajar mucho más cómodamente en todos esos planes. Entonces nunca hubiera faltado ni un solo artículo, porque aquí se hubiera dispuesto de una buena reserva. Con los esfuerzos que ya estábamos haciendo por aumentar la reserva, todos esos problemas se hubieran resuelto de manera muy fácil. Ellos lanzaron todo eso.
¿Qué han conseguido? Sí, no tenemos aquella abundancia de reserva para subsanar cualquier déficit. Pero tenemos una producción mucho mayor, aunque todavía no es suficiente con la nueva capacidad adquisitiva.
¿Para qué nos hemos reunido? Nos hemos reunido para lograr, con un esfuerzo mucho mayor, que la capacidad de producción alcance y sobrepase la capacidad adquisitiva nueva que tiene el pueblo.
Entonces, nosotros nos hemos reunido para convocar al pueblo, a ese esfuerzo, hacerle un llamamiento al pueblo, a revisar nuestros métodos de trabajo, nuestra organización, nuestra coordinación, los planes, los planos, los instrumentos, los medios, los recursos, todo, para darle un impulso, porque se le está dando impulso a toda una serie de cosas. Se le da impulso a la educación, a la defensa, había que dárselo a la producción, porque todo lo demás se edifica sobre esto; todos los planes educacionales, todos los planes de defensa de la Revolución, todo, tiene que edificarse sobre una base, que es la base de la producción. Y la producción es el pilar fundamental sobre el cual se tiene que asentar la Revolución.
Entonces nosotros hemos hecho lo que jamás en su vida podrán hacer los magnates. ¿De qué manera los magnates en Estados Unidos — de economía“por la libre”— pueden ellos discutir ante el pueblo norteamericano los problemas y las cosas? Si ellos no pueden ni descubrir los negocios suculentos y vergonzosos que tienen, la explotación que tienen en todas partes; sus operaciones son secretas. Ellos no pueden discutir ante el pueblo, porque, ¿qué van a discutir?, ¿que asesinaron a Lumumba por mantener allí unas cuantas compañías imperialistas en aquel país?, ¿que apoyan la sangrienta guerra argelina por los intereses norteamericanos y franceses en el petróleo del Sahara? ¿Qué es lo que van a discutir aquella gente? A ver, estados de cuentas, producción, productividad, el salario miserable que gana un obrero en América Latina trabajando para los monopolios extranjeros, en Africa, en Asia, en dondequiera que ellos están “colados”, dondequiera que ellos se han metido y han invadido con sus capitales los negocios que ellos tienen.
Ellos no pueden discutir ante el pueblo norteamericano en qué invierten su dinero, porque tenían que revelar entonces que están haciendo planes de armamentismo y guerrerista, solo para mantener en una cámara de oxígeno su régimen imperialista. Ellos no pueden discutir. La democracia de ellos no les permite a ellos discutir ni una palabra ante el pueblo, ni hacer lo que viene a ser una verdadera democracia del pueblo. Porque aquella es la democracia de la minoría privilegiada, las masas no cuentan.
Aquí las minorías se han tenido que largar, pero ahora hay una democracia para la masa del pueblo. Ahora el pueblo puede presenciar una discusión entre los compañeros dirigentes, ahora el pueblo puede informarse de todos los problemas, de los aciertos, de los errores, de todo; ahora el pueblo participa, conoce, y debe conocer desde la “A” hasta la “Z” de los problemas económicos, y luego debe discutir en cada centro de trabajo, porque se supone que el pueblo sea trabajador. Es decir, se supone que los parásitos ya... pues ya no hay parásitos. Cuando ya no hay parásitos, vagos, holgazanes, que viven a costa de los demás, teniendo salud y todo para trabajar, pues lo que queda es trabajador, cada uno trabaja en algo aquí. Ahora, todo el mundo va a participar en lo fundamental, porque si lo fundamental en la existencia de un país es su base social, su base económica, el régimen de producción económica, si el pilar es la economía... Claro, pueden estar filosofando y hablando de la“inmortalidad del cangrejo”, en un club aristocrático, todos los parásitos, pasarse la vida hablando boberías. ¿El pueblo va a estar hablando boberías, el trabajador? No. ¿Qué le interesa a ese trabajador? A ese trabajador le está interesando su trabajo, las garantías que tiene en su trabajo, la productividad de su trabajo, su estándar de vida, sus hijos, la educación de sus hijos, su participación dentro de la sociedad, su función dentro de la sociedad, su papel dentro de la sociedad, su valor dentro de la sociedad.
En aquel sistema no vale un obrero nada, ni discute, ni participa; trabaja para los demás, no tiene garantía, no tiene derecho, no tiene función, no tiene valor. Los parásitos conversan en el club aristocrático, y allí hablan y hablan más basuras, y todas las que les dé la gana. Sin embargo, un obrero está trabajando en su centro de trabajo, resolviendo sus problemas vitales, de su familia, de los hijos, los suyos, para poder disfrutar un sábado por la tarde, un domingo, de una hora de descanso, de recreo, de paseo, en un cine, en un teatro, para poder llevar a sus hijos, saber que sus hijos tienen la escuela, tienen ropa, tienen zapatos, tienen educación, tienen alegría; saber que por delante todo es una esperanza de mejorar, y mejorar, y mejorar; saber que él es piedra fundamental de la sociedad en que vive; el tener esa participación, el decidir, el discutir, el conocer, el actuar. Eso sí constituye un acto de participación y de función democrática en la vida de un país. Los parásitos se pasan toda la vida hablando de su seudo democracia, de su seudo gobierno democrático, de su famoso“gobierno representativo”, que es la gran mentira con que tratan de engañar a las masas, para ocultarles que es un régimen de privilegio basado en la explotación, basado en el dominio de la economía del país por una minoría, que es la que rige, además, los destinos políticos.
Y, entonces, ellos no pueden discutir nada de esto. Esto puede discutirse en un régimen revolucionario, y entonces el pueblo empezar a tener una participación. Y la va a tener mayor todavía cuando discuta en su fábrica. Porque en Estados Unidos, ¿qué participación tiene un obrero en los destinos económicos ni políticos de su país? ¿Se discute allí el número de automóviles que se va a hacer? Eso no se discute nunca, ni nada, eso no importa. ¿Tiene participación el obrero en su centro de trabajo? No. La fábrica es el sitio fundamental del obrero, porque es su centro de trabajo, allí libra su sustento, allí tiene sus compañeros, allí realiza actividades, puede realizar actividades económicas, culturales, políticas, de todo, sociales, de todo tipo. Sin embargo, el obrero en aquella fábrica no es nada, no discute nada, no participa nada, es un esclavo explotado allí y amenazado de perder su trabajo; sabe que cuando venga la mecanización lo van a botar, porque lo que le interesa al capitalista que puso aquella máquina, es ahorrarse salarios y ganar más dinero, tener 20 obreros en vez de 100. Entonces ponen una fábrica automática, y entonces viene el obrero, y al igual que antes el obrero luchaba contra las máquinas, ahora lucha contra la automatización. Eso no ocurre en la Unión Soviética. Porque, ¿qué significa la automatización? Significa aumento de la producción y disminución de horas de trabajo para todos los trabajadores, no significa más ganancia para un capitalista.
Y eso es lo que tiene que significar el avance técnico, eso es lo que tiene que significar la automatización. Allí un obrero no cuenta para nada.
Ahora aquí ese trabaja, y todo el mundo trabajará en algo, pues entonces discute en sus fábricas las metas, los proyectos; sus opiniones las expone allí, sus opiniones pueden llegar aquí, al seno de esta Asamblea Nacional, porque las trae el administrador, porque las trae el consolidado, y se recogen las opiniones y las iniciativas de una manera real, y todos los días, porque es un obrero que está participando constantemente en el destino económico y político de su país.
Ellos no pueden tener esta discusión. ¿De qué manera la“democracia” yanqui puede tener una discusión de este tipo?
Y lo otro es que fíjense bien en un hecho interesante. Los imperialistas han estado acusándonos a nosotros en todo el mundo y en toda América Latina, que nosotros no queremos discutir nuestras diferencias pacíficamente. Ellos nos han estado acusando ante los gobiernos de América Latina de que con nosotros no pueden discutir, que nosotros no queremos discutir. Y Cuba siempre está diciendo: sí, nosotros estamos dispuestos a discutir pacíficamente nuestras diferencias, sobre una base de igualdad y de respeto absoluto a la autodeterminación de nuestro país. Y ellos siempre diciéndoles a los gobiernos... No, no... Los gobiernos decían: ¿Por qué no se arreglan los problemas? Y entonces ellos decían: No, es que Cuba no quiere discutir. Miren cómo han cambiado las cosas, sobre todo después de la conferencia de Punta del Este, que ahora ellos dicen... han tenido que cambiar por completo su política. Ahora ellos dicen: Cuba quiere discutir porque está muy mal, Cuba quiere discutir porque tiene problemas económicos serios.
Entonces, la postura de nosotros que fue siempre pacífica, de paz, y de discutir libremente, que ellos siempre la negaron, ya tienen que reconocerla, ya tienen que andar diciendo... ¿Pero cómo la interpretan? ¡Ah!, los técnicos, los especialistas, dicen ahora que nosotros queremos discutir porque estamos muy mal, porque estamos con el“agua al cuello”, y como estamos con el“agua al cuello”, tenemos que ir a mendigarles a ellos que discutan con nosotros. Esa es la mentalidad del imperialismo. Lo creen o no lo creen, a veces es difícil contestar estas preguntas, porque estas gentes creen cada cosa que nadie las creería. Y lo de Playa Girón es una prueba de que creyeron cosas, que nada más las podían creer ellos.
Ahora uno no sabe si lo creen o no lo creen, quizás los especialistas han diagnosticado que estamos muertos, que estamos hambrientos, que estamos ahogándonos, que estamos desesperados, y que ahora llegamos a mendigarles. Un especialista que se equivoca. Ahí ustedes tienen el caso de un especialista equivocado. O lo hacen de mala fe; bueno, pues peor, tienen que reconocer, por lo menos, que nosotros hemos querido discutir. ¿Qué lo hacen porque están equivocados? Y ahí ustedes ven los errores de apreciación que comete el imperialismo.
Nosotros siempre hemos estado dispuestos a discutir, y cada día estamos más dispuestos a discutir. Pero, ¿por qué? ¿Por qué tenemos el“agua al cuello”? No. Porque estamos más fuertes que nunca, porque la situación de la Revolución está más consolidada que nunca. Es al revés, es al revés, es todo lo contrario: nos sentimos tan sólidos, nos sentimos tan firmes y tenemos tanta fe en la Revolución, que no tenemos prejuicios de discutir, que queremos paz, que queremos que haya paz en el mundo para beneficio de la humanidad, que queremos que haya paz, nosotros tener paz en beneficio también de nuestro país, precisamente para poder realizar toda esta obra, precisamente para no tener que estar gastando recursos, ni hombres, ni materiales, en cuestiones militares, para no tener que estar gastando grandes recursos en eso, recursos que nos impone la política agresiva del imperialismo.
Entonces ellos entienden las cosas de una manera absolutamente al revés,“sus especialistas han dicho”, y entonces quieren presentar a Cuba en plan de mendigar negociaciones con ellos.
Pero vamos a aprovechar esta oportunidad para decirles que están muy equivocados, que están bien equivocados. Que si quieren discutir con nosotros, discutan, pero que están“en Babilonia” si se creen que nosotros estamos muy interesados, mendigando, desesperados, que queremos discutir con ellos; nosotros estamos en mejores condiciones que nunca. Y si quieren discutir, que discutan, y si no quieren discutir, que no discutan. Nosotros vamos a seguir marchando adelante.
¡Allá ellos! Si quieren seguir“metiendo la pata”, ¡que sigan“metiendo la pata”!, ¡allá ellos!; si quieren seguir equivocados, ¡que sigan equivocados!; si quieren seguir haciéndole caso a los especialistas trasnochados estos, ¡que les sigan haciendo caso a los especialistas trasnochados! Y seguirá pasando lo de Girón, y seguirá pasándole el desprestigio, y seguirán despistados siempre; despistados aquí, y despistados dondequiera. Por ese estilo, ellos analizan todos los problemas del resto del mundo; y así actúan en Berlín, así actúan en Argelia, así actúan en Marruecos, así actúan en todas partes, con ese cerebro microcefálico, con esa microcefalia característica del imperialismo.
Se quieren dar el lujo, se quieren dar el lujo de presentar a la altiva Cuba, a la Revolución digna de Cuba, de rodillas, pidiendo clemencia a las puertas del imperialismo. Así nos quieren presentar ante los ojos de América Latina, pero ante los ojos de América Latina lo que se va a ver siempre de Cuba es la siempre digna, y la siempre de pie, ¡y la siempre firme isla de Cuba! , y la siempre serena isla de Cuba; el siempre sereno pueblo de Cuba, el pueblo digno, el pueblo sereno, que no pierde los estribos, que no le han hecho perder los estribos los imperialistas.
Y los pueblos de América Latina lo que van a ver es que, mientras ellos dan“palos de ciego” y siempre andan equivocados, nosotros marchamos firmes, serenos, confiados en el porvenir; mientras ellos realizan una política de agresión, nosotros realizamos una política de paz. Nosotros tenemos confianza en el porvenir, los imperialistas no tienen confianza en el porvenir; por eso quieren liquidar por la fuerza a los pueblos, por eso quieren liquidar por la fuerza los movimientos revolucionarios, y se hacen ilusiones.
Vamos a dejarlos que se hagan ilusiones, porque si de verdad ellos hubieran creído en los resultados de sus acciones económicas no nos habrían invadido. ¿Por qué no esperaron a que nosotros nos arruináramos y nos invadieron? Entonces, ¿por qué nos hostilizan?, ¿por qué nos agreden?, ¿por qué entrenan mercenarios? ¡Déjenlos que sigan equivocados, que sigan haciéndose ilusiones!, ¡déjenlos que sigan“durmiendo de ese lado”, que ellos van a ver de lo que es capaz nuestro pueblo! Ellos verán que al igual que hemos ganado la batalla de la alfabetización, la batalla de la defensa de la Revolución, ganaremos también la batalla de la producción; ya tendrán tiempo de ver los resultados del trabajo revolucionario y los resultados del trabajo de una Revolución que está mucho más organizada de lo que estaba cuando empezó, o de lo que estaba hace un año. Ellos van a tener oportunidad de comprobar todo eso, pero cada uno de ustedes piense, piensen en el lugar que ocupan, la importancia que tiene el trabajo de ustedes, la importancia que tiene para la Revolución, la importancia que tiene para la dignidad del país; y llévense estas cosas presentes, que cada obrero, cada trabajador, tenga siempre presente cuál es el anhelo de nuestros enemigos, cuál es el odio, cuál es su deseo.
Ellos quisieran que todas las agresiones que nos hicieron se hubieran vuelto hambre y miseria espantosa; que cada átomo de energía que ponemos en nuestro trabajo, y cada átomo de amor que ponemos en lo que estamos haciendo es una posibilidad más de vencer al enemigo, de hacer fracasar sus planes, de frustrarlo en sus propósitos. Ellos se están lamiendo allí los labios, pensando que nosotros nos vamos a morir de hambre y nos vamos a arruinar. Entonces le dicen al mundo:“Ese es el socialismo: hambre; en Cuba hay hambre; ese es el socialismo, esa es la ruina; el imperialismo es comida”; entonces nosotros le vamos a demostrar que el socialismo es precisamente abundancia de bienes, abundancia de trabajo; que el socialismo es estándar de vida alto, que el socialismo es justicia, que el socialismo es oportunidad para todos, pan para todos, oportunidad de trabajar a todo aquel que el imperialismo y el colonialismo tenían con los brazos cruzados, sin empleo.
El pueblo espera de nosotros que nosotros los problemas inmediatos los resolvamos. Aquí se dijo con razón que nosotros no teníamos que echarle toda la culpa al aumento del consumo y toda la culpa al imperialismo. Eso se dijo con razón, porque si bien es verdad eso, y que los problemas se originan en eso, sin embargo, también la falta de coordinación, cierta deficiencia, cierta cosa, hace que no se alcancen determinadas metas, y que sería muy cómodo recargar toda la culpa sobre eso.
Bueno, ya nosotros le hemos echado toda la culpa, pero, ¡ya aquí no hay imperialismo!, ¡y ya nuestra economía no depende del imperialismo, ahora depende de nosotros!; ya no será un problema solo de aumento de consumo, ya el problema fundamentalmente es de que nosotros hagamos el uso correcto de todos los recursos que tenemos en nuestras manos. De ahora en adelante el problema dependerá de nosotros. El pueblo espera que nosotros hagamos el esfuerzo; el pueblo espera que nosotros seamos lo suficientemente competentes para resolver esos problemas.
Ahora el pueblo quedará informado de las cosas, ahora el pueblo sabrá todo; sabrá lo que aquí se discutió, a lo que nos hemos comprometido, qué escasea y por qué, cuándo se termina, cuáles son las perspectivas futuras. Y nosotros queremos hablar de algunas de estas cosas. De todas formas, ustedes se irán con la impresión de que en este congreso algunas cosas, muchas cosas, pueden haber faltado por decir, muchos puntos por tocar; incluso que, al hacer estas conclusiones, algunos puntos también se queden sin tocar. Pero debiéramos concretar algunas cosas y algunas metas, y comprometernos con el pueblo a realizarlas.
Las escaseces, naturalmente, no podrían compararse nunca con las escaseces que han tenido los pueblos en otras revoluciones, en otras crisis, en otras circunstancias. Quizás el hecho de que nuestro país no haya tenido que pasar por esas circunstancias es lo que haga que se refleje mucho cualquier cosa que falte; y también porque al pueblo le chocan y al pueblo le duelen ciertos privilegios que alguna gente se toma, y le duele que algunos tengan las cosas que otros no las tengan; está el papel de los egoístas, está el papel de los saboteadores, está el papel de los acaparadores, está el papel de los contrarrevolucionarios, tratando de obstaculizar; el egoísta, que hace lo que hicieron cuando el cambio de moneda, entonces se tiraron a la calle a comprarlo todo. Y así también, quienes tienen más recursos, se tiran para comprar más cosas cuando cierto artículo falta, cuando cierto artículo escasea.
Es por eso que algunas de las cosas que faltan resaltan; sin embargo, nosotros vamos en vías de resolver todas esas escaseces, y nosotros estamos en condiciones de resolverlas, las escaseces posibles. Claro que si hay una invasión, si hay una circunstancia de emergencia excepcional, faltan las cosas; pero en condiciones normales, y aun con todos los hostigamientos y los inconvenientes, nosotros debemos resolver toda una serie de cosas, porque está en nuestras manos resolverlas, y ese es el compromiso que nosotros debemos hacer con el pueblo.
Aquí han faltado algunas cosas que, sencillamente, con un poco más de previsión no habrían faltado; de existir una mejor organización, de existir una mejor coordinación, de existir una mejor información, no habrían sucedido ciertas escaseces.
Las cuestiones de escaseces, por ejemplo, como la de las viandas, se hubieran podido evitar completamente. En la primera parte de la reforma agraria se organizaron las zonas. Las zonas tuvieron una tarea: la lucha contra el latifundio. Después se hizo una estructura nueva; en el último año se avanzó mucho en organizar las cooperativas, las granjas del pueblo, las asociaciones campesinas.
¿Cómo está dividida la agricultura? Una parte de la agricultura está en manos de los pequeños agricultores privados; otra, los antiguos latifundios cañeros, que fueron convertidos en cooperativas cañeras, están en manos de las cooperativas; y los grandes latifundios ganaderos, arroceros, tierras sin cultivar, que están en manos de las granjas del pueblo. Queda, además, otro productor: el productor que no es pequeño, que es mediano, el de 20, 25, 30, 35 o 40 caballerías. Así que queda una zona de la economía nacional que no está enteramente en manos del INRA. Así está organizada la agricultura.
Cuando la época de las zonas de desarrollo no había información ni había mucha organización. Se convirtió cada granja en un centro de producción, y como tal centro de producción, con su contabilidad, sus metas, para responsabilizar a los dirigentes de las granjas, a cada uno, con el gasto, con la inversión, con la rentabilidad, la costeabilidad, todas esas cosas. Y se convirtió en una unidad de producción cada granja, y hay cerca de 300 granjas, y dos grandes agrupaciones básicas, que comprenden un buen número de granjas; porque es otro sistema que estamos empleando: la integración de toda una serie de granjas en una sola unidad básica de producción, de las cuales esperamos grandes resultados.
Entonces, las cooperativas también son unidades de producción; las asociaciones campesinas son centros de producción también —naturalmente que funcionan mediante el crédito a los pequeños agricultores que da la ANAP, Asociación Nacional de Agricultores Pequeños. Actualmente ya sí tienen datos; actualmente sí cuentan con información suficiente; y, claro, faltaron algunos productos, como la malanga, el boniato, la calabaza, casi todas las viandas; las papas, que se había sembrado, el primer año, 160 000 quintales. Porque las papas llegaban aquí en dos etapas: una de producción nacional, otra de importación; puesto que la papa se agria en los frigoríficos cuando tiene mucho tiempo, entonces se sembraba una parte. Eso, en parte; había un poco también de falsedad en eso: no se agrian tanto, según las experiencias, es decir que pueden resistir más tiempo del que se decía. Pero había el interés de los importadores de papa, y ellos mantenían el mito ese para obtener las ganancias de la importación, pero es lo cierto que la papa tiene un límite en su período de conservación.
Entonces, una parte de la papa, durante el año, era de importación. La parte que se consumía, de consumo nacional, se sembraban 160 000 quintales y se producía como 1 600 000 quintales, rendimiento de 10 por 1, que es un rendimiento costeable; a veces más, a veces baja algo. La Revolución sembró 160 000 primero, 200 000 después, el último año creo que fueron 230 000, 230 000 quintales se sembraron, para producir 2 300 000 quintales. Con eso bastaba perfectamente al consumo de 10 000 quintales diarios nacionalmente. Y, desde luego, se comenzó a sembrar una papa también para producir en Cuba, en la época que venía de fuera, porque la época de las cosechas de papa es a fines de año, en tierras bajas. Se comenzaron a hacer pruebas en las montañas, para ahorrarnos esas papas de importación, y este año se han producido muchos quintales, varias decenas de miles —creo que unos 100 000 quintales— en las montañas, se produjeron, de esas que importábamos antes. Posiblemente dentro de uno o dos años ya no haya que importar ninguna. Pero la que se sembró de producción nacional, con todo y ser mucho más, porque frente a 1600 000 quintales se produjeron 2 300 000, hubiera alcanzado perfectamente si no falta el boniato, la malanga y las otras. Al faltar esas viandas, entonces lo que se contaba de 10 000 quintales no alcanzaba; entonces se abastecía un 80% del mercado. La papa se va a sembrar, para producir — de producción nacional— 3 000 000 de quintales. Es decir que se van a cosechar este año 3 000 000 de quintales, que posiblemente permita, incluso, algún sobrante, sobre todo si se tiene en cuenta que no van a faltar las demás viandas que obligaron a esa escasez.
La escasez de vianda se origina en un mucho mayor consumo de vianda en el interior, y en la no existencia de siembra suficiente para abastecer los mercados tradicionales. El error ahí estuvo, sencillamente, en no haber sembrado lo suficiente para subsanar, para prever esa situación; en no saberse, porque muchas veces parecía que todo eso sobraba. Pues llegó el momento en que eso no sobró.
¿Y qué es lo que se ha hecho este año? Se han establecido cifras de extensiones de tierra para sembrar que sobrepasan con creces las necesidades. Con la malanga hay un problema que también es de etapa; para los meses de mayo, junio y julio, no se cosecha el artículo, salvo que sea en terreno de regadío. ¿Qué se va a hacer, para que en esa fecha no falte? Sembrar el número de caballerías necesarias con regadío, para que no falte ni siquiera en esos meses.
Ahora en el mes de septiembre ya entra la producción en grande de esa vianda. Se han programado cifras de producción de viandas que casi duplican la demanda tradicional de todos esos frutos menores, entre las granjas, las cooperativas y los pequeños agricultores; se han programado cifras que duplican la demanda tradicional.
Y como si eso fuera poco, para que no haya equivocación, para que no haya equivocación, se va a hacer una siembra especial, programada; por sobre ese cálculo se van a sembrar en la provincia de Camagüey 1 000 caballerías extras de reserva, se va a hacer una siembra de reserva.
Están: la granja del pueblo“Rubén Martínez Villena”, 150 caballerías; granja del pueblo 136 “Miguel Peña”, 60 caballerías; granja del pueblo 506“Patricio Sierra Alta”, 55 caballerías; así, así, hasta 1 183 caballerías de reserva en Camagüey, por si hubiera el menor fallo disponer de esas reservas, centralizadas, que se van a incluir en el plan de siembra de viandas , con lo cual la Revolución se puede comprometer, y se compromete, a que no habrá nunca más en nuestro país escasez de vianda.
Y cuando por cualquier fenómeno faltara una, siempre hay abundante de todas las demás, y sobrante de todo lo demás.
Hay una cosa real: muchas veces se hacen planes determinados de siembra. Una cosa que no debe faltar nunca en todas las grandes granjas del pueblo, que están próximas a las grandes ciudades, deben tener, por lo menos todas, de acuerdo con los planes, y cuando se distribuya la producción de vianda, debe hacerse de manera que todas las granjas en las proximidades de las ciudades, cuenten con una extensión de 10, o de 15 o 20 o 30 caballerías de viandas; de manera que no haya que estar esperando si vienen de las montañas, si no vienen, si vienen de tal zona, o de tal zona, que cuesta, además, más transporte. Que aunque sea se mantengan, como reserva, en todas las granjas del pueblo en las proximidades; porque eso no se pierde, eso no se pierde, porque la calabaza, el boniato, todo eso, si en un momento dado hay sobrante, se invierte en la alimentación de los cerdos; eso no se pierde.
Todas las granjas que están próximas a las ciudades deben tener una extensión de tierra considerable, una buena reserva de frutos menores sembrados, no para lanzarlos al mercado, sino como reserva; para cuando falle cualquier artículo de la montaña o de los lugares apartados, por lluvia, por lo que sea, ahí está la reserva, que eso no se perderá nunca, porque afortunadamente la yuca, el boniato, todo eso, es útil en la alimentación de los cerdos, y con el gran programa de producción que hay de cerdos, no hay peligro de que se pierda nada; si no lo consume la población, ese exceso se invierte en la alimentación de los animales.
Y muchas veces esas reservas se pueden hacer casi con los mismos recursos; hay veces que se puede movilizar el entusiasmo de los trabajadores de las granjas, y nosotros proponemos que en todas las granjas y en todas las cooperativas se haga un esfuerzo propio de los obreros por crear una reserva, como un esfuerzo suyo de estimular la creación de una reserva de viandas, sobre todo en las que están cerca de las ciudades.
Porque puede haber justificación que en nuestro país falte trigo, si nosotros no producimos trigo, ¿pero qué justificación puede tener que en nuestro país vayan a faltar los frutos menores? Por grande que sea el consumo, nosotros podemos alcanzar el consumo y pasarlo, cómodamente; así que si ahí el consumo no lo hemos pasado ha sido, sencillamente, por culpa nuestra.
Podrá tener tales y cuales razones la culpa, falta de organización, porque no existía esa organización, porque no existía información, pero si eso vuelve a pasar no tendría jamás justificación. Y ese es uno de los compromisos que nosotros podemos hacer ante el pueblo, y decirle al pueblo que va a tener, podemos establecernos como fecha meta, nosotros proponemos que a partir del 1º de enero, aunque ya muchos renglones van a estar cubierto antes, pero esperar que venga la cosecha de papas, y a partir de ese momento, garantizar definitivamente que no volverán a escasear las viandas ni los frutos menores en nuestro país.
Hay otro problema, que es el de la leche. En la leche tiene características distintas el problema. En leche ha habido un aumento de la producción, y un aumento grande. Analizando, por ejemplo, La Habana, el aumento entre el mes de agosto del año pasado y el mes de agosto de este año, fue de 400 000 litros promedio por día, a 470 000 por día. Y durante toda la seca el aumento fue de 360 000 a 420 000, este año. Este año hubo días que alcanzó cerca de 500 000 litros la capital.
Ese es un problema no tan fácil, no es tan fácil en ese producto, que la producción alcance el aumento de consumo. Ahí no es tan fácil, porque un aumento de consumo de 70 000 litros de un año para otro, es un aumento grande. Se ha hecho un esfuerzo. ¿Todo el esfuerzo está hecho? No. ¿Se puede producir más leche? Sí, todavía se puede producir en La Habana, como en los demás lugares del país, más leche.
¿Cómo se logró ese aumento? Mediante distintas medidas — el que se logró hasta ahora. Uno, antes había dos tipos de precio para la leche: al productor de leche se le pagaba, por estas compañías —estas que son las de los carros de reparto— les pagaban, les compraban la leche al campesino, al productor, la llevaban a las plantas de elaborarla — hay veces que le mezclaban su poquito de agua también y alguna cosa de más— , y la cuestión es que, fundamentalmente, prescindiendo de esas incidencias, se recibía la leche y se distribuía; pero ellos le pagaban al campesino dos precios: una a precio para el consumo y otra a precio para industria. Para el consumo creo que tenían dos precios: uno para la época de seca, y uno para la época de lluvia; para estimular la producción en seca, pagaban más la leche. Pero muchos campesinos, una parte de la leche que vendían, la vendían creo que a siete centavos, ¿no?, a siete centavos la vendían, es decir, como cinco centavos por debajo (DEL PUBLICO LE RECTIFICAN LAS CIFRAS). Los precios a los campesinos eran: 10 en la primavera, 11 en la seca. Entonces el campesino no se sentía estimulado a producir más leche, no se sentía estimulado, porque producía más y se la pagaban a siete.
Entonces, ¿qué ha hecho el consolidado de la leche? Pues le paga igual toda la leche. Ya el campesino aumenta su producción, y no tiene el inconveniente de que ese aumento se lo paguen a siete, sino que se lo pagan todo a 10 y a 11; casi el 100% de la leche se está pagando ya a 10 y a 11. Eso, naturalmente, estimuló la producción. Entonces el campesino puede dar pienso, porque, ¿quién va a dar pienso, si le van a pagar la leche a siete centavos como para industria? Entonces, ya pudieron dar pienso, y se produjo un aumento.
Sin embargo, todavía se puede lograr más. Nosotros un día fuimos de recorrido por el este de La Habana, en la zona que está entre Cojímar y Jaruco, visitando finca por finca de los productores de leche, para ver qué se podía hacer. Descubrimos una cosa casi increíble: que en esa zona de La Habana, entre Cojímar y Jaruco, la pangola ni siquiera se conocía, no se conocía. Cultivan un pasto que se da allí en aquella tierra, creo que le llaman hierba bruja, una hierbita pequeña, y allí alimentaban... (LE RECTIFICAN DEL PUBLICO). ¡Ah!, jiribilla, esa es la cosa. Bueno, aquellos campesinos, ninguno conocía la pangola; en kilómetros y kilómetros ninguno conocía la pangola.
Es increíble, ustedes no se pueden imaginar: el campesino más atrasado es el campesino que está más cerca de La Habana. Eso es lo cierto. Los campesinos de las montañas de Oriente están mucho más despabilados que los campesinos de las cercanías de La Habana; siendo muy buenos campesinos, porque allí tuvimos la oportunidad de conversar con muchos campesinos, hombres, trabajadores, buenísimos. Sin embargo, ellos..., claro, nadie se ha ocupado de ir a estimularlos, a organizarlos antes. ¿Quién se iba a ocupar de esas cosas? Entonces, toda esa zona, por ejemplo, inmediatamente se mandaron buldóceres para aquella zona, dándoles créditos para hacer un programa de siembra de pangola para mejorar los pastos inmediatamente. Pero, bien, hay todavía otra fórmula de aumentar la producción de leche, con la misma cantidad de ganado, que es el doble ordeño. Allí había un campesino que a siete vacas les sacaba 70 litros de leche; muchos otros, con más vacas, sacaban 40, 50. Este campesino ordeñaba dos veces, los otros ordeñaban una sola vez. Es decir, con el mismo número de vacas, con un poco de pienso, o con pasto, ordeñando dos veces, todavía se puede aumentar. Hay muchos campesinos en La Habana que todavía no ordeñan dos veces, y eso pudiera significar varias decenas de miles de litros más, el doble ordeño, en la capital.
No era solo ese problema, era también un problema de distribución, de recogida de la leche. Algunos de esos campesinos tenían que llevar la leche desde el interior al camino, ir con su caballo y la cántara. Ese mismo trabajo tenían que hacerlo por la tarde. Si se pudiera mejorar ese sistema de generalizarles la recogida de la leche en los lugares más próximos de su finca, de manera que ellos no tengan que hacer grandes viajes a caballo para resolver esos problemas, contribuiría al aumento de la producción de leche; la mejora de los pastos, el doble ordeño y la mejora en la recogida, porque a veces verdaderamente tienen que caminar mucho y no podrían hacer ese viaje dos veces al día.
Es posible, con los recursos y los medios que hay, todavía aumentar la cantidad de producción de leche en la ciudad. Naturalmente que eso tiene sus límites; si la demanda se pusiera a 600.000, pues no se podría satisfacer esa demanda. Sería una cuestión de tiempo el lograr un desarrollo de la ganadería que lo permita.
En Santiago de Cuba, por ejemplo, de cerca de 10 000 vacas, según informes que nosotros tenemos, solamente unas 500 vacas se ordeñan dos veces. En Santiago de Cuba se puede aumentar considerablemente la producción de leche, si los pequeños agricultores, si la Asociación de Pequeños Agricultores se encarga, los reúne, y promueve que los campesinos ordeñen dos veces en toda aquella zona. Pero también con algunos carros que viajen por la carretera de la costa hacia Chivirico, hacia Ocujal; hacia La Plata, pudieran hacer que muchos campesinos que viven en toda aquella zona de la costa, recoger la leche. Puede presentarse un inconveniente: que no haya carros refrigerados, pero hay una solución; entonces se puede llevar esa leche a la industria, y utilizar parte de lo de la industria. Porque, ¿qué ocurre a veces? A veces el aumento de consumo perjudica a la industria, porque hay compañeros que van a resolver el problema de una manera fácil:“No hay leche en el pueblo, ¿por qué van a estar haciendo quesos si no hay leche en el pueblo? Venga la leche de la industria de quesos para el consumo del público.” Sí, la razón es muy humana, muy correcta, pero es la fórmula más fácil de resolver el problema. Sí, resuelven el problema del aumento del consumo de leche, y disminuyen entonces la producción de quesos, de mantequilla, de leche en polvo, de leche condensada. Y es un expediente muy fácil: dejan la industria fuera.
Lo que tienen que hacer los compañeros que están responsabilizados con estas cosas no es nunca ir a buscar el camino más fácil para resolver un problema. ¿Y no es mucho más fácil irse a hacer un recorrido por todas las lecherías para ver cuál es la producción, para ver si dándoles más pienso producen más, para ver si sembrando más pastos producen más, y para ver si ordeñando dos veces producen más, en vez de decirle a la industria:“Deme 5 000 litros, deme 10 000 litros para el consumo”, y dejar a la industria sin materia prima para producir, y dejar a los trabajadores allí sin tarea prácticamente? Esa es la diferencia entre el camino fácil y el camino revolucionario para resolver los problemas.
En la granja del pueblo“San Francisco”, que está al lado de Manzanillo, la producción de leche ha ido aumentando considerablemente. Hay un compañero administrando aquella granja, que nosotros tenemos la impresión de que es entusiasta, es trabajador, es cumplidor; él había ya establecido el doble ordeño, él había establecido el doble ordeño por la tarde para 200 vacas.
Necesitaba ciertos corrales, ciertas edificaciones que estaban terminándose, para poder disponer de las instalaciones con que realizar el doble ordeño. Entonces nosotros lo exhortamos:“¿Por qué usted no hace un esfuerzo, aunque sea en corrales pequeños, buscando los obreros, hace un esfuerzo y usted logra meter 200 —aunque no estén terminadas esas instalaciones— 200 vacas más, 600 más? ” Porque es que le arrebataban la leche de esas 200 de por la tarde.
Bueno, si eso es lo que ve un administrador, si ve que hay una demanda mayor, si todavía faltan algunas instalaciones, entonces hay que detenerse a pensar en una fórmula práctica para resolver el problema. Porque a mí me parece que cualquiera administrando una granja, y ve que falta la leche, y ve que están las vacas ahí, y ve que la cosa es cuestión de unos corrales que no están terminados, y se puede hacer algo, ¡hay que hacerlo!, ¡hay que agotar hasta el último esfuerzo! Porque allí mismo, siendo ese tipo de compañero entusiasta y trabajador, y que había hecho un esfuerzo, analizando lo que había hecho se veía que pidiéndose, y que en realidad no hay que pedir: es deber de cada hombre que está frente a un trabajo productivo enfrentarse siempre al problema, estudiarlo, ver si él ha agotado todas las posibilidades, y entonces ir, agotar esas posibilidades, y verá cómo siempre encuentra una fórmula mediante la cual logra aumentar la producción. Y aquellos compañeros se comprometieron con nosotros a meter 200 vacas más, 400 más.
¿En cuántos lugares no existirán, quizás, esas posibilidades?
¿Cuál es el deber de las ORI y cuál es el deber de la JUCEI allí? ¡Ah!, Pues no es cruzarse de brazos frente a un problema; el deber de las ORI, el deber de la JUCEI, es recorrer toda la zona. Falta leche: vamos a ver cuántas lecherías hay aquí, vamos a ver si hay 20, 30 lecherías, cuántas vacas están ordeñando, cuántos ordeños están haciendo, si las pueden ordeñar, si están consumiendo pienso, si no están consumiendo pienso, qué dificultades hay — no por la libre, porque se comunican con la JUCEI, se comunican con el INRA. Siempre habrá manera de ellos promover las iniciativas, las actividades que puedan contribuir a resolver este problema.
No hay viandas, hay escasez, oímos hablar de planes: vamos a llamar a los Jóvenes Rebeldes, vamos a llamar al pueblo aquí a esta granja que está cerca, vamos a hacer un trabajo voluntario, vamos a exhortar. Vamos a suponer que se encuentren con un problema: que están los presupuestos, y que está todo planificado. Bueno, ¡todo está planificado! Dice el administrador: “Yo tengo tanto de presupuesto para tantas caballerías de maíz, y tanto de presupuesto para tantas caballerías de millo, y tanto para otra cosa.” Bueno, entonces se llama a los obreros: “Vamos a ahorrar por caballería de millo, tanto; y de maíz, tanto: vamos a hacer un esfuerzo, vamos a trabajar con entusiasmo.” Se ha demostrado que los obreros logran extraordinarios aumentos en la productividad. ¡Y aún sin variar planes, aún sin gastar un centavo más, muchas veces se puede ampliar la producción, sin salirse de los planes, sin gastar más, promoviendo el esfuerzo de los propios trabajadores del lugar, promoviendo el trabajo voluntario!
Todas esas cosas se pueden hacer, porque siempre hay posibilidades de resolver los problemas. Lo que nadie tiene derecho a hacer, lo que nadie puede hacer, es, frente a los problemas cruzarse de brazos. Y no es solamente el administrador, deben ser los miembros de los consejos técnicos de dirección, deben ser los miembros de las ORI, deben ser los miembros de la JUCEI.
Nosotros también hemos tenido otros problemas en la agricultura. A veces tenemos un administrador que es un individuo de mentalidad conservadora, pasivo, que no actúa frente a los problemas; muchas veces revolucionariamente es un hombre que no inspira mucha confianza. A veces puede ocurrir eso, se le ve tibieza. Entonces, hay que cambiarlo; lo cambian. A veces ponen a uno que es muy revolucionario, pero, sin embargo, no tiene experiencia, o ponen a un compañero que es muy entusiasta, pero es de un entusiasmo aventurero y se lanza entonces a hacer una serie de modificaciones, que lo hace incurrir en el error opuesto, es decir, de la pasividad al dinamismo aventurero. Y entonces se le ocurre, a lo mejor, cambiar la cosecha de arroz de hondura por el de variedad, de un año para otro, y a lo mejor no se le ocurre hacer el cambio en cinco caballerías o en dos para probar, sino que lo hace en las 50, y como lo hace en las 50 porque se entusiasmó, se embulló, se enamoró de aquel arroz, y llegó, confió en lo que él se imaginó, actuó más con la ilusión que con la realidad, cambió las 50 caballerías, ¡y en vez de novecientos quintales produjo quinientos! Bueno, eso no puede pasar.
Y nosotros creemos que el compañero que aventureramente cambie planes y se lance a hacer iniciativas de ese tipo, que cuesten en la producción, debe ser suspendido de su cargo, y debe hacérsele constar en el expediente, para que ese compañero no sea más responsable de una inversión.
Hay veces que fallan en un lugar y van para otro, y oigo casos: “Fulano, que lo tuve que sacar de aquí, me lo encontré allá con un cargo importantísimo.” Había la cosa esa de un individuo que fracasa en un lado, y se encuentra en una cosa mejor, y más responsable.
Yo creo que cada vez que se vaya a designar a un compañero, debe preguntársele si ha trabajado en algún lugar, qué ha hecho, pedírsele información, y eso evitaría que ocurran esas cuestiones: saber un expediente, la competencia... Porque el administrador, por la responsabilidad que tiene — y desde luego, ahora cuando estén los sindicatos y los consejos técnicos de dirección, con seguridad que al haber una dirección colectiva, muchos de esos problemas se ahorran. Con dirección colectiva, con participación de la masa, los caprichos personales se van para el diablo, no hay dudas. Porque no es que un individuo diga:“Yo hago esto porque me da la gana. Nadie se va a enterar en La Habana.” Cuando hay allí un grupo de hombres que están dispuestos a discutir, y a razonar, y a plantear cosas, ya es mucho más difícil que las cosas aventureras se hagan. Y una cosa aventurera es eso: un cambio de buenas a primeras. Porque entonces, ¿vamos a estar tres años, cuatro años, cinco años, pasando por las mismas experiencias? No puede ser. ¡Ya ese perro nos mordió a nosotros! ¡Ya ese perro no nos puede volver a morder a nosotros!
Ese es el caso ese de las cosas aventureras en las empresas. Lo mismo que los individuos que no se preocupan de la contabilidad para nada, los individuos que hacen proyectos por su cuenta y empiezan a construirlo; o el individuo, como aquel compañero de una granja del pueblo, de Matanzas, que se estaban distribuyendo 5 000 puercos para la provincia, y él estaba de administrador en una granja, y metió todos los puercos en su granja, en vez de repartirlos racionalmente por la provincia.
Lo que pasa es esas cosas, y las cosas de los locos las paga la Revolución, las cosas de los locos las paga el pueblo, y el loco sigue por ahí haciendo locuras, encantado: el loco hizo lo que le dio la gana. Cuando haya veinte participando en los problemas de eso, entonces tienen que haber veinte locos, no un loco, para que ocurra una equivocación o un desafuero de ese tipo.
El administrador ocupa su puesto y el administrador manda; desde luego que no se trata de establecer... porque hay que darle, para poderle exigir a un hombre hay que darle responsabilidad, desde luego, que eso es importante.
Eso es importante. Pero deben discutirse todas esas cosas, plantearse todo, porque es cierto que muchas veces uno está pensando una cosa: cuando confronta su opinión con varias opiniones más, llega a conclusiones a las que quizás no habría llegado si no discute con otras personas. Esa es la importancia de que se le dé participación a distintos criterios que existan, se practique el método de la dirección colectiva, porque entonces son más difíciles los errores, es más gente trabajando, más gente interesada. En la provincia de Oriente, los compañeros de la JUCEI organizaron un método mediante el cual, además de la JUCEI provincial, la JUCEI regional y la JUCEI municipal, que están en tareas más bien de observar, de ayudar, que son las funciones de coordinar, pues también asignaron de las Organizaciones Revolucionarias Integradas un responsable para que visitara un número de granjas, porque mientras más personas haya viendo y ayudando, es mejor. Si tienen sentido de cuál es su misión, su misión de coordinar, su misión de tratar de que los planes se cumplan, su misión de observar lo que esté mal, no una misión de interferir, porque no van a interferir, van a observar si se cumple como está todo, las metas, informar a los organismos a quienes les corresponda tomar medidas, o reunir, exhortar. Porque esto que se hace aquí, esto, hay que hacerlo en todas las provincias, hay que hacerlo por regiones, y hay que hacerlo por municipios, para que entonces en cada municipio... aquí no podemos discutir granja por granja, cuántas gallinas, cuántas vacas, cuántos pollos hay, ni de los centros de trabajo, ni de las obras públicas, ni de las industrias; pero en la provincia podemos discutir, y en el municipio podemos discutir en detalle. Y las JUCEI y las ORI deben saber las metas de cada fábrica , deben saberlas, y de cada cooperativa, y de cada granja, y de cada asociación campesina, y reunirse con los compañeros y discutir todos los problemas.
Y los compañeros deben pedirles ayuda a las ORI y a la JUCEI, no querer resolver solos los problemas, porque los problemas se resuelven mucho mejor con ayuda; pedirles ayuda a las organizaciones revolucionarias, a las organizaciones de masa para resolver los problemas que se confrontan, que muchas veces se pueden confrontar problemas; las JUCEI ayudan también. Si falta algún equipo, si se olvidó, haciendo un recordatorio a la JUCEI provincial, o a la nacional, a las distintas organizaciones. De manera que todos esos organismos ayuden al cumplimiento de las metas de producción y a la superación de los problemas que existan en cada granja, en cada empresa, en cada centro de trabajo, en cualquier obra, en cualquier escuela, en todos los aspectos.
Hay que tener un sentido correcto de la función que a cada cual le corresponde para que no interfiera en las funciones de los demás. Si se produce una hipertrofia de funciones, entonces interfieren a los compañeros. Y por eso deben tener muy en cuenta el espíritu de coordinación, de colaboración y de dirección con que hay que trabajar, porque cada cual tiene sus metas. Y los compañeros que están en esos centros procurar... No puede ser un buen administrador, el administrador pasivo que se pone a esperar... Hay el que, por ejemplo, tiene un tractor roto y se pone a esperar que le manden la pieza y se espera tres meses. ¿Qué pasa? No, no me han mandado la pieza. Quizás no se encarga de insistir, y de insistir o de tratar de resolver el problema. Y hay aquel que desarma un tractor para armar el otro. Y ese es el problema.
Ahora, es lo cierto que muchas veces las maquinarias han estado paradas. A raíz de la llegada de los técnicos soviéticos de agricultura, se dio el caso de una granja donde, apenas llegó un mecánico allí, resolvió todos los problemas. Y un montón de tractores que estaban parados los echó a andar. Nadie se puede quedar tampoco tranquilo cuando tiene un problema, esperando que se lo resuelvan de arriba. Hay que buscar los medios racionales para resolver los problemas allí, y no cruzarse de brazos ante los problemas. Hay que buscar la manera, lo dijo Pepe... Pepe dijo una gran cosa: Bueno, si no llega el tractor no vamos a estar esperando por el tractor, aramos con bueyes, y si no llegan los bueyes aramos con la guataca. Ese es un principio realmente revolucionario, porque implica que no se puede ser pasivo esperando que vengan los tractores, ¿y si no llegan?, ¿y cuando no había tractores con qué se cultivaba la tierra? Bueno, con los bueyes. ¿Y qué se ha hecho? Se ha acudido a los bueyes.
En el censo ganadero nacional nos encontramos con que hay cerca de 300 000 bueyes de trabajo; ¡trescientos mil bueyes de trabajo hacen por unos cuantos miles de tractores trabajando!, y hay granjas que tienen 300 y 400 bueyes. Y en la zona norte de Holguín los pequeños agricultores han adquirido 8 000 yuntas de bueyes. Esas cosas son las que hacen que se noten los campos mucho más cultivados, porque ya se observan los campos más cultivados.
Ahora, aquí hay ciertos problemas indiscutibles, falta de ciertos... de competencia, de mecánicos competentes, todo eso. Al empezar el próximo año ya finalizan... no, al finalizar este año terminan su curso 500 muchachos jóvenes que fueron especializados en contabilidad de empresas agrícolas. Y este año también finalizan su curso mil y pico de muchachos que están en Matanzas estudiando mecánica, para mandar un mecánico preparado por la Revolución a cada granja, a cada cooperativa: un contador a cada granja, donde se lleve la contabilidad centavo a centavo, la costeabilidad centavo a centavo, porque la producción debe ser costeable.
Hay casos en que el gobierno puede ordenar una producción para satisfacer una demanda, aún sufragando cualquier pérdida, incluso, por encima de sus costos: puede haber una necesidad nacional que justifique la producción de cierto artículo, entonces, lo que explicaba Carlos Rafael ayer, que hay ramas de la producción mucho más rentables, que entonces subsidian esa rama de la producción para satisfacer una necesidad social, aunque se esté produciendo, incluso, por encima de los costos, de los precios.
Es decir que puede en algún artículo decir, el Estado está dispuesto a afrontar una pérdida de 2 millones de pesos, de un millón de pesos en tal artículo, pero es necesario producirlo de todas maneras, por tales y tales razones. Pero todas las empresas tienen que ser costeables siempre. El que sea un incosteable en una administración, es sencillamente un loco; porque ese señor allí, gastando a diestra y siniestra, sin preocuparse de la contabilidad, y eso pasó bastante en el primer año, esa experiencia ya la hemos pagado, pero desde hace rato estamos formando los contadores.
Hay contadores en las granjas, pero van contadores que están terminando su curso en Holguín, donde vamos a sacar 500 buenos contadores, y vamos a mandar uno, por lo menos, para cada granja para llevar la costeabilidad y la contabilidad, al centavo, en cada uno de esos centros.
Los mecánicos... va un mecánico también. Pero no nos vamos a conformar con hacer un mecánico, sino que ahora, tan pronto termine ese curso, entra otro curso de 1 000. Pero, al mismo tiempo, el próximo año se iniciará una escuela de tres años —porque estos son mecánicos de un año— , vamos a hacer mecánicos de tres años. Ahora los cursos que estamos dando son cursos rápidos; tan pronto empiecen a salir mecánicos de la escuela de tres años, vamos entonces a pasar la de Matanzas también a una escuela de mecánica de maquinaria agrícola de tres años. La cuestión es que tendremos siempre en esas escuelas 2 000 muchachos estudiando mecánica agrícola, pero que sepan manejar de verdad, y resolver todos los problemas de los equipos mecánicos; y los contadores. Este es un esfuerzo que se está haciendo en la agricultura.
También en las fábricas... Ya están terminando su curso, creo que es un año, los administradores de empresas. El 31 de diciembre finaliza su curso el primer contingente de administradores de empresas. Eso significará que muchos compañeros después podrán ingresar en aquella escuela, de los que están administrando empresas actualmente. Esos compañeros van a administrar empresas y darles oportunidades a otros.
Es imprescindible la preparación de los hombres y de los cuadros que van a dirigir las granjas, y las cooperativas, y las empresas, y todo eso, es decir, la generación futura hay que hacerla, y especializarla en el trabajo que tienen que hacer, y hacer un buen programa, que incluya etapas de estudios, etapas de trabajo, que nosotros tenemos que producir miles, preparar miles de cuadros que puedan dirigir todos esos centros, porque eso es fundamental, vital; superar a todos los que están trabajando hoy, como este mismo caso de los compañeros que están estudiando, muchos de los cuales estaban trabajando en las empresas, y así... Porque cada una de las empresas nuevas que se hagan, ¿quién debe ir a dirigir esa empresa? El administrador más competente, y hay compañeros competentísimos que han hecho un formidable trabajo. Y cuando hay un compañero competente en la dirección de un centro de trabajo los efectos se notan.
Es imprescindible que nosotros nos hagamos el propósito de preparar a todos los compañeros que tienen que realizar estas tareas, los contadores, los mecánicos, los técnicos. Esto es independiente del gran plan nacional de formación de técnicos, que es un plan gigantesco, del plan de formación de economistas —quinientos que van a la universidad, más cerca de 2 000 técnicos en cuestiones de planificación que también se van a preparar.
Las perspectivas futuras son formidables. Y ya empezamos a recoger algunos de esos frutos, como son los 1 000 mecánicos y los 500 contadores. Además, los 1 000 inseminadores que también terminan a fines de año. ¿Qué quiere decir eso? Significa 2 500 hombres preparados en la escuela, que van a ir allí, a la producción agrícola, a reforzar el personal que está trabajando en todo esto para garantizar todos los planes.
Nosotros estábamos hablando de algunos artículos en concreto, porque es bueno que vayamos a algunas cosas en concreto para que el pueblo las conozca. Y estuvimos analizando este problema de la leche. Nosotros queremos exhortar a todos los compañeros de las cooperativas, de las granjas, de las asociaciones agrícolas, que agoten todos los medios, mediante siembra de pasto, doble ordeño y uso del pienso, para hacer un esfuerzo grande, a fin de aumentar la producción de leche, ya que no tenemos otro medio.
El Gobierno Revolucionario ha estado importando ganado de leche, ha traído cerca de 10 000 vacas, y se propone... Ha creado una cuenca lechera nueva por entero en la zona de Pinar del Río, donde la administración de esa agrupación básica tiene el compromiso con la Revolución de producir, para el mes de febrero, 100 000 litros. Actualmente están produciendo 30 000, allí donde no había nada. Si logran la meta de los 100 000 litros, esos compañeros habrán reforzado con 70 000 litros más la cuenca de la capital.
Sigue el programa de inversión, y vamos a traer, de importaciones vamos a traer algunos pie de cría más, y vamos a enviarlos a Oriente, vamos a enviarlos a Camagüey, y vamos a reforzar también La Habana, con 10 000 a 15 000 vacas más que pensamos traer. Esto aparte de que se está desarrollando la cría en gran escala. Antes a todos los terneritos los mataban; ahora el INRA compra todas las terneritas, todas las compra, y las cría.
Es decir que en la zona de La Habana, zona gran cuenca lechera, los lecheros, muchos lecheros, pues sacrificaban las terneritas; ahora el INRA las compra, las alimenta, y así también viene una cría, además de las importaciones una cría. Además, desde luego, los planes de inseminación artificial, mediante los cuales se podrá desarrollar la calidad extraordinariamente.
Ahora, ¿cómo mejorar a largo plazo este problema, a parte del mejor pienso, mejor pasto, pienso, y doble ordeño? Bueno, pues sencillamente mejor calidad. De manera que la vaca que nos produce 6 litros nos produzca 10, o nos produzca 12 o nos produzca 14. ¿Cómo se logra ese mejoramiento? Con pie de cría bueno, padres probados, y la inseminación artificial, para poder garantizar que de cada vaquita, aunque sea una vaquita chiquita de esas, que parezca una chiva, nazca una ternerita hija de un animal de raza, de calidad, productor de leche.
Y eso estamos haciendo, estamos salvando a todas las vaquitas habidas y por haber, como plan para... es decir, todas las terneritas, y una vaca que no produce tiene que ir para el matadero, eso no tiene remedio. Todas las terneritas se están recogiendo, se están comprando, y se están haciendo todos esos planes; además de los planes, se están importando, incluso, para ayudar a resolver esta etapa.
Es decir que nosotros podemos decir que en la leche se hará el máximo de esfuerzo. Y nosotros exhortamos a los compañeros de las cooperativas, las granjas y las asociaciones agrícolas, que hagan el máximo esfuerzo.
Nosotros nos hemos detenido en estos problemas agrícolas, porque son los que afectan al problema de la alimentación. Entonces, hacer el máximo, y que el pueblo se quede con la seguridad de que se está haciendo el máximo para satisfacer toda la demanda.
Quedan dos problemas: la carne y la grasa, que es lo que ha faltado.
Sobre la grasa ya hemos hablado en otras ocasiones, lo que pasó, de dónde venía la grasa; los norteamericanos consumen jamón, les sobra la manteca. Les pasa como a nosotros con la miel final, y es un subproducto. Nos lo vendían a nosotros barato, embargaron las producciones, y empezaron con la política de embargar las compras nuestras cuando estaban en camino. Imposible comprar más grasa; originó el racionamiento.
Entonces se están haciendo los planes para resolver. El pueblo debe saber lo que se está haciendo, sencillamente. Ya hay 30 000 cerdos de raza — ya habló de eso el compañero Serrate— , no son los 30 000 importados; lo que pasa es que ya hay 10 000 en producción que son hijas de las primeras que llegaron.
Nosotros queremos explicar lo siguiente: que desde hace mucho tiempo ya se habían venido tomando una serie de medidas para resolver este problema de la grasa y de la carne con producción nacional. Claro que los problemas eran a más largo plazo; no se contaba lo que debimos haber contado. Debimos haber previsto a tiempo todas estas medidas. Pero ya se había avanzado bastante; actualmente ya están los pie de cría para los pie de cerdos especiales. En las granjas del pueblo, solamente en las granjas del pueblo, y solamente con la producción de las granjas del pueblo, en 18 meses ese problema quedará resuelto, porque hay 30 000 puercas de raza importadas, e hijas de las importadas ya, y hay 40 000 criollas.
El cerdo es el animal que más rápido se multiplica. Esa es la gran ventaja que tiene sobre la res. Eso significa que para fines del año que viene tendremos 300 000 hembras de las líneas de razas importadas, ya con las crías, para fines del año, y 300 000 criollas. Significará que entramos en el año 1963 con más de medio millón de puercas madres, que son suficientes para poner la producción, en el año 1963, al nivel de ¡cinco millones de cerdos por año! Ya todas esas puercas están cargadas, ya muchas están en producción, y así se tiene un cálculo estadístico de todo eso.
Ahora bien, en el cerdo, comercialmente, el mejor peso para sacrificarlo es de 200 libras, porque económicamente es lo que más produce; tiene su poder de conversión, es decir: a tanta cantidad de pienso, tanta cantidad de carne; pasadas las 200 libras comen más y engordan o crecen menos. Pero como ahora tenemos el problema de que el número de los que se están produciendo no es suficiente, hasta que se llegue a la producción del año 1963, lo que debe hacerse es cada cerdo no cebarlo hasta las 200 libras, sino cebarlo a las 350.
Ayer yo, conversando con Carlos Rafael, hablaba de esta idea; después, discutiendo con los compañeros, ellos estiman que no debe cebarse a 500, sino a 350, porque ya de 400 hacia arriba es mucho lo que consumen para lo que engordan. En el futuro los cebaremos hasta 200 libras de peso nada más antes de sacrificarlos, pero ahora vamos a cebarlos hasta las 350, para a cada cerdo sacarle 100 libras en vez de 50 libras de manteca, o 100 libras de tocino, y más carne; es decir, lo que corresponda.
Vamos a lanzar esta consigna aquí a todos, los compañeros, de todas las granjas, de cebar los cerdos hasta las 350 libras, y una consigna para la ANAP y para las cooperativas, pero sobre todo para la ANAP, que no se coman los puerquitos, ¡y que no los vendan!, que por ahí anda el lechón asado por dondequiera, y el día de la fiesta en Campechuela, creo que no quedó un lechón por todo aquello — hay el problema de que se puso un precio de 30 y hay el que se pone a vender el lechón a 40 y 50 y hay quien se lo compre; siempre está metido por el medio el que quiere hacer negocio en estas circunstancias—; una lucha dentro de la ANAP para que ceben el cochino, que no lo maten, que ese cochinito que se comen allí entre cuatro o cinco pueden llegar a dar 100 libras de manteca y nos ayuda mientras tanto a resolver el problema.
¿Qué vamos a hacer en la Nochebuena y en el Año Nuevo? Claro que todos los años comemos lechón asado, y nos parece que si no comemos lechón asado no hay fiesta. Bueno, vamos a pasarnos un Año Nuevo sin comer lechón asado, y una Nochebuena; vamos a sacrificarnos este año, para aumentar la producción; vamos a actuar responsablemente, si no parecemos gente irresponsable cuando anda la comedera de lechón asado por ahí. ¿Por qué vender un lechón asado, que puede resolver la grasa de una familia durante varios meses, o durante un año casi, si se lleva al máximo de peso? Vamos a sacrificarnos este año, vamos a preservarlo. Después les voy a explicar qué podemos comer en la Nochebuena y en el Año Nuevo.
Es una consigna concreta que los compañeros de la ANAP deben luchar mucho por cumplirla, porque en las granjas se controla mejor el problema, y en las cooperativas, y todos esos cochinitos que se venden es entre los criadores particulares; y si no, si lo quieren vender, que se los compren las granjas, que se los compren las cooperativas, tienen a quien vendérselos incluso si quieren venderlos, para ponerlos a cebar.
Así que para fines de 1962 o principios de 1963 ya tendremos el nivel de producción de cerdos, y con esos cerdos produciremos el 60% de la grasa animal, que será de producción nacional. ¿Y el otro 40% qué grasa va a ser? Grasa vegetal. ¿Dónde la vamos a producir? Pues la vamos a producir aquí, aquí en Cuba. ¿Cómo? Pues les vamos a explicar: vamos a sacar la grasa del algodón, tenemos ya 2 500 caballerías de algodón; vamos a llegar a 4 000 caballerías, posiblemente, de algodón; que darán 10 000 toneladas de semillas, que serán unos 50 000 o 60 000 quintales de grasa. Vamos a sacar la grasa del aceite de la semilla de algodón; ya que producimos el algodón para los tejidos, vamos a aprovechar la semilla para sacar aceite, y la torta que queda para dar le pienso al ganado y a los cerdos.
Vamos a sacar grasa, incluso, de la semilla del tabaco; el tabaco deja semilla, se va a recoger, y se van a sacar unos cuantos miles de quintales también de la semilla del tabaco. Vamos a sacarla del palmiche también; pero, bueno, el grueso del aceite vegetal lo vamos a sacar del maní y de la soya, principalmente del maní, que es un magnífico aceite.
¿Cómo? Bien, las instalaciones industriales que tenemos no bastan para una gran producción de maní, pero ya se han solicitado y encargado tres fábricas para maní y soya, con capacidad de 200 toneladas diarias, más una fábrica para extraer aceite de algodón; es decir, cuatro nuevas fábricas. Una, que ya se está haciendo, de palmiche; del tabaco se va a extraer en la misma de maní, que es donde se han hecho las pruebas para la extracción de aceite de tabaco. La cuestión es que sé que se producirá aceite vegetal; ya el año que viene produciremos el 40% del total de grasa que se consuma.
¿Cómo vamos a hacer eso? Cuatro fábricas estarán instaladas ya para fines del año próximo, entre septiembre y noviembre. ¿Y qué materia prima? Pues, 4 000 caballerías de algodón el año que viene, y 12 000 caballerías de maní. Se está sembrando soya también, pero ha demostrado mayor rendimiento el maní. Al maní se le puede haber puesto un precio remunerativo, y en el campo experimental de semillas de Bolondrón se han obtenido hasta 500 quintales de semilla por caballería.
Además del maní, se va a seguir experimentando con oleaginosas y otras cosas, pero el año que viene está fundamentalmente centrado en maní: Oiganlo bien ustedes, los compañeros de las granjas, de las cooperativas y de la ANAP. Pepe Ramírez parece que lo oyó bien ya desde hace rato, pues pidió que les dieran a ellos 6 000 caballerías; es realmente una prueba de entusiasmo y una gran fe en su trabajo el de estos compañeros de la dirección de la ANAP, que piden 6 000 caballerías. Yo sería partidario de darles una buena cantidad de tierra a ellos si se comprometen a sembrarla; es decir, todos los que de inmediato no puedan disponer... . Vamos a distribuirlas entre las granjas, las cooperativas y la ANAP, y que estudien ellos bien, ellos deben proceder inmediatamente a estudiar, porque ya este año se va a sembrar una parte, pero no es contando la de este año, la que se siembre este año es para semilla del año que viene; que vayan estudiando unidad por unidad, que cada asociación diga con la mayor precisión posible qué tierras dispone para sembrar maní, y que vayan estudiando los créditos pertinentes, para que las caballerías que ofrezca la ANAP las cumpla, las que ofrezcan las cooperativas las cumplan, y las que ofrezcan las granjas las cumplan.
Y yo propongo que se saque esa lista completa, en el plan de 1962, de todas las granjas lo que prometieron, y que incluso se publique la lista de lo que cumplieron; sería una buena idea que ya todos estos compromisos se hagan ante la nación y que cada granja sepa que el pueblo va a estar al tanto de su producción, y deben estar al tanto la JUCEI, las ORI, la opinión pública, todo el mundo, de todos esos planes. El compromiso es sembrar 12 000 caballerías.
Con 12 000 caballerías ya tendremos para tener funcionando las plantas de aceite, desde que estén todo el año, todo el año, con esa producción; y con estos planes se alcanza, ya el año que viene, desde fines del año que viene, en aceite, el 40% del consumo de las grasas; más, como ya tendremos a principios del año 1963 un gran volumen de producción de cerdos, podemos comprometernos a que el día 1ro de enero del año 1963 desaparezca el racionamiento de la grasa. Así que nos comprometemos a que cese, dentro de 16 meses —estas son metas concretas—, el racionamiento de grasa.
Debe tenerse presente que en la misma medida en que resolvemos el problema de la grasa, ese maní deja la torta para pienso, y al mismo tiempo nos resuelve el problema de piensos, para producir leche, carne de res, carne de cerdo y aves; no se pierde nada, absolutamente, lo que no se aprovecha del maní, de grasa, se aprovecha de alimentación, con lo cual estaremos creando las bases también para una gran producción lechera, ganadera y avícola también.
Otro artículo que por ahí no ha faltado mucho porque se ha estado importando, pero que ya se va a resolver este año, es el frijol. Con el frijol, el año pasado se habían hecho cálculos y más cálculos,“que va a sobrar”. ¿Sobrar?, pues faltó el frijol, y hubo que traer. Esta es otra meta que se ha trazado este año, se ha trazado la meta de sembrar 15 000 caballerías de frijol. Se va a tratar de lograr una producción de 2 millones y medio a 3 de frijoles; va a sobrar frijoles, pero vamos a llegar a que no sobre. Si nos sobra, lo guardamos para el otro año, y el otro año entonces disminuimos algo la producción, pero más vale que sobre a que falte. Debemos ir haciendo las reservas en grano también, por si un año tenemos una mala cosecha, una gran sequía, un problema, que no se produzca una escasez de artículos.
Se calculó que 12 000 caballerías podían bastar al consumo y se ha planificado sembrar 15 000 caballerías. ¿Cuándo se van a sembrar ahora? A fines de año, ya deben estar sembrando los frijoles, en septiembre y en octubre. Incluso vamos a traer alubias también, vamos a ver si empezamos a cosechar la alubia, para ir no solamente al sempiterno frijol negro, colorado y el otro: no, vamos a ir a las variedades. Yo no sé si a ustedes les gusta el frijol carita mucho, pero ese frijol fue el único que resistió la seca, al norte de..., y tienen una gran producción de frijoles carita allí.
Pues bien, un compañero va a salir ya, a principio de la otra semana, a traer varios cientos, probablemente 1 000 quintales de alubia, que es un frijol blanco, blando, muy bueno para hacer potajes y esas cosas. Entonces, vamos a ir también a la variedad de los frijoles, pero por lo pronto ya garantizar para el año próximo las 15 000 caballerías que, se van a sembrar ahora, con lo cual estará resuelto el problema de los frijoles también para el próximo año, y tengan muy presente todos los compañeros de la ANAP, las cooperativas y las granjas, que no se queden sin cumplir las metas proyectadas, y resuelvan el problema, lo resuelven con arado, lo resuelven con bueyes, lo resuelven con azadón, ¡pero resuelvan el problema!
Así que vayan anotando las cosas que se van a ir resolviendo ya, de acuerdo con los planes.
Otro alimento que ha escaseado: el ave. Su historia, brevemente: las aves venían de Estados Unidos, chiquitas — los pollos “Broiler” esos, que les llaman, que son los que se engordan. Esos pollos son hijos de unas gallinas que son producto de ciertas líneas especialmente creadas para producir un tipo de pollo que engorde lo más posible con la menor cantidad de comida, y en el menor tiempo. En eso se basa toda la zootecnia y toda la técnica de desarrollar esas líneas: el que crezcan pronto, coman poco y engorden mucho. Ese es el principio.
Todos esos pollitos venían de fuera; también la Revolución se preocupó de crear esos pies de cría. ¿Por qué traer el pollo de Estados Unidos? Viene un día el bloqueo..., vamos a hacer nuestros pies de cría aquí, y se empezaron a hacer los pies de cría. Cuando ya estaban esos pies de cría hechos, pues vino el bloqueo. Mejor dicho, no estaban terminados los pies de cría, estaban bastante avanzados.
Resultado: se estaban consumiendo 2 millones de pollos que venían chiquitos. Entonces, se hizo necesario producirlo todo aquí; importar alguno, si era posible, también de Canadá. ¿Qué se optó?: Bueno, vamos a importar pies de cría, no vamos a importar pollos pequeños; vamos a hacer todo el esfuerzo en pie de cría. Como consecuencia de eso, se produjo un déficit; se estaban produciendo 2 millones, que se importaban; al no importarse ya más ninguno, se estaba produciendo un millón. Pero, claro, entre un millón y 2 millones, el déficit es muy grande. Y si faltaba el pescado, porque estaba viniendo el 28%, si faltaba un millón de pollos, entonces el pueblo se lanza sobre lo que queda; si faltaba el bacalao, que también era un artículo de importación, se lanza sobre la carne. Y entonces, la cola en la carnicería y la escasez.
Ya los problemas de la pesca los explicó el compañero aquí. El problema de pollos, actualmente la producción está en un millón mensuales; se han tomado medidas pertinentes para tener en el mes de noviembre un millón de gallinas poniendo huevos fértiles. Ya están todas las plantas incubadoras, en programa de construcción por el Ministerio de Industrias; ya los del Ministerio de Industrias tienen las fechas todas, para entregar todas la incubadoras; va a haber incubadoras suficientes para producir 7 millones y sacar 7 millones y medio de pollos mensuales. Esas son las incubadoras, pero las incubadoras necesitan que les pongan el huevo dentro, y el huevo lo tiene que poner una gallina, y tiene que poner un huevo fértil, porque no es lo mismo el huevo fértil para la incubadora que el huevo ese que pone la gallina que no son huevos fértiles, las gallinas ponedoras. Y hay que tener la gallina; para tener la gallina hay que tener los pies de cría. Todo eso se ha venido haciendo.
Ya hoy, reunidos nosotros con los compañeros de las granjas del pueblo, de la administración de granjas del pueblo, ellos se comprometieron con nosotros a como dé lugar — y “a como dé lugar” es porque es posible. ¿Qué se ha hecho, como medida de emergencia? ¿No alcanzan las líneas de los pies de cría? Bueno, vamos a sacar las hembras de los “Broiler” y vamos a ponerlas a poner también. Entonces ellos han establecido el propósito de tener en noviembre un millón de gallinas poniendo huevos fértiles, en noviembre, no en enero. Vamos a pasarnos, antes que quedarnos cortos. Se van a traer 1200 000 pollitos pequeños, y otras carnes que se van a traer, de manera que, ¿para qué mes tendremos resuelto el problema? Ya tenemos también otro propósito: desde el mes de diciembre tener resuelto el problema de las aves en la capital, y desde el 1ro de febrero ya en toda la isla.
Hemos dividido por partes, porque las mayores granjas estaban más en estas proximidades, y las metas que se pueden hacer son estas; desde el 1ro de diciembre cesará la escasez de aves en la capital, y ya cesará definitivamente también desde el 1ro de febrero en toda la isla. Es otro compromiso que se contrae con el pueblo. El compañero Serrate es responsable del cumplimiento de este plan, y nosotros estamos seguros de que lo tomará con todo el amor propio característico, y que lo cumplirá.
Esto significa que ya la producción irá en aumento; en febrero será grande, en marzo estaremos produciendo 7 millones y medio de pollos. Es decir, de aquí a febrero, se multiplicará por siete la producción de pollos, de aquí al mes de febrero. Eso nos aliviará grandemente a resolver este problema de las carnes. Nosotros le pensamos plantear un compromiso similar al Departamento de Pesca, para el mes de junio del año 1962, que no es tanto, y establecer el compromiso de lograr el abastecimiento normal de pescado, al compañero del Departamento de Pesca.
Vamos a ver si esa fecha es posible, que diga lo que él necesita.
(EL DOCTOR CASTRO LLAMA AL COMPAÑERO SALVADOR PEREZ, DEL DEPARTAMENTO DE PESCA)
SR. SALVADOR PEREZ.- Bueno, nosotros tenemos una ventaja sobre Serrate. Naturalmente, ya la pusieron“un poco dura”, como decimos. El comandante Fidel conoce bastante sobre todas las cuestiones de la tierra, y entonces él puede, brillantemente, exponer estas cuestiones con conocimiento pleno del asunto.
DR. FIDEL CASTRO.- Pero tú di si puedes o no puedes, chico.
SR. SALVADOR PEREZ.- En cuanto al problema del pescado hay la situación..., él plantea: en junio de 1962 el abastecimiento normal de pescado. Hay dos fases: el pescado fresco y el pescado industrial.
Desde el punto de vista del pescado industrial, en conserva, en 1962 nosotros consideramos que podemos hacer un buen abastecimiento. Sin embargo, no debemos olvidar que la mayoría de las embarcaciones para el aspecto del pescado en conserva vienen precisamente de junio a julio, los barcos del Japón. Eso no quiere decir que nuestra producción nacional de bonito podamos aumentarla considerablemente.
En cuanto al pescado fresco, nosotros sinceramente consideramos que estamos en condiciones, en junio, de poder abastecer de pescado fresco los mercados locales, a todo lo largo de la isla. DR. FIDEL CASTRO.- Está bien. Bueno, ya él iba a empezar a explicar que yo sabía mucho de agricultura, pero no sabía nada de pescado. Eso no hay que explicarlo aquí, si no yo no lo hubiera llamado a él. ¡Y eso de que no sé nada de pescado, hay que verlo! ¡Yo he pescado mi agujita por ahí también!
Bueno, es una gran cosa que el compañero nos ofrezca esa meta: nosotros todos debemos de ayudarlo. El necesita madera, y los compañeros de repoblación forestal se la van a brindar. SR. ALVARO BARBA.- Se la estamos sirviendo ya.
DR. FIDEL CASTRO.- Se la están sirviendo, dice el compañero Barba. Necesitan motores, y seguramente el compañero Mora dice que están en camino todos los motores (MORA HACE UN GESTO AFIRMATIVO). Están en camino. Y, además, el Ministerio de Comercio Exterior los ayudará a tener todos los demás implementos que necesitan para este trabajo.
El distinguió entre la pesca industrial y la pesca fresca; la más urgente, realmente, de inmediato, es la de pescado fresco; creo que es una buena meta, son unos 10 meses. Y con la ayuda de todos nosotros, la ayuda de las organizaciones revolucionarias, la ayuda de la JUCEI, creemos que pueda cumplir esa meta.
El plan de pescado, y el plan de aves, junto con el plan de cerdos, nos ayudarán a resolver el problema de la carne, el problema de las proteínas. Este problema yo creo que es uno de los problemas fundamentales, que yo quisiera explicarlo. No voy a ser largo, pero es algo que el pueblo debe saber sobre la ganadería, y cuando ya sepamos este problema entonces todos nos iremos con un conocimiento exacto de en qué consiste este problema de la ganadería.
La ganadería es el renglón de la industria con el que pueden ocurrir tres cosas: o se estanca la producción y nos quedamos toda la vida escasos de carne, o se arruina la ganadería y nos quedamos sin vacas, o nosotros convertimos la ganadería en un renglón de producción nacional superior en valor agrícola a la producción cañera. Esas son las tres alternativas: o nos quedamos sin vacas, o nos estancamos, o convertimos la ganadería casi en la primera industria, con capacidad de consumir 300 millones de pesos por año, y exportar otros 300 millones.
¿En qué tiempo esa meta? En ocho años solamente, que es verdaderamente increíble. ¿Por qué, y partiendo de qué base? Se lo vamos a explicar. Estos datos son muy buenos. ¿Cuál es el total de cabezas de ganado existente en Cuba? Faltando todavía algunos municipios, algunos datos, algunos reportes por llegar, pero ya está casi el ciento por ciento aquí, de un censo ganadero realizado por el INRA, con la ayuda de las asociaciones campesinas, que han realizado un gran trabajo.
Había que acabar de saber aquí cuántas vacas había, cuántos toros, cuántas terneras, y dónde estaban. Y ya se sabe. Aquí estábamos comiendo por la libre, come, come y come vacas; se estaba vendiendo vacas por la libre. Ya desde la época de allá había gente que le quedó la sana costumbre esa de comer vaca. Entonces, ¿qué pasaba?: Un sinnúmero de mataderos, además de los mataderos clandestinos, porque aquí hay gente que si hubieran conspirado contra algún gobierno igual que han realizado un trabajo clandestino en esto de matazón, seguramente que ya hubieran derrocado a cualquier régimen, menos a la Revolución . Una serie de gente loca vendiendo ganado, y una serie de mataderos comprándolo; dinero abundante, y la compradera de todo: lo mismo comían ternera, que novilla, que vaca, que buey, cualquier cosa. Y estaban acabando con ellos. Había que saber de dónde se iba a partir.
Nos encontramos con que hay, en este censo que se ha hecho, este número: 5 574 777 cabezas de ganado. Esa es la cifra exacta, dividida de esta forma: terneros 1 052 366, entre machos y hembras; añojos: 502 735 machos y 502 997 hembras; toretes: 350 317 machos, hembras: 254 870. Ya aquí se ve la diferencia: más machos que hembras, estas hembras han sido sacrificadas, porque en terneros iguales; añojos, casi igual número de macho y hembra: 500 000 y 500 000; toretes, 350 317 toretes y 100 000 hembras menos. Estas son 100 000 toretas que se las han comido por ahí, se han vendido y se han comido. Fíjense.
Novillos: 14 551; novillas cargadas: 167 226. ¿Ustedes saben lo que es cargada?, ¿se recuerdan de la época en que los latifundistas iban a regalar 10 000 novillas cargadas? Tenemos aquí 167 226.
Otras, es decir, novillas no cargadas — o cargadas y a lo mejor no lo sabe el dueño — : 200 837. Toros en ceba: 329 206; padres — es decir dedicados a la cría— 77 862; bueyes de trabajo: 282 517; vacas en cría: 501 145; ordeño: 736 486; horras —quiere decir que no están ni criando ni ordeñando, pueden estar cargadas, pueden no estarlo—: 601662.
Bien, sacar un papelito de lo que nos comíamos. Nos comíamos, en 1959, 680 790 —mucho más, por supuesto, que en 1958—; en 1960 nos comimos 921329; en 1961 nos estábamos comiendo 1 050 000 — son los datos del matadero; no contamos muerte clandestina, ¡estos todos muertos dentro de la ley!
Lo repito: 1959, 680 790; en 1960, 921329; en 1961 llevábamos el ritmo de 1050 000. Sumen unas 50 000 o 100 000 clandestinas, y ya tienen la idea de 1 150 000, una ligera idea de los aumentos. El consumo aumentó mucho más en el interior, por supuesto; hay lugares en que se triplicó y se cuadruplicó el consumo de carne. Claro, una granja cuidaba de la cría, pero un latifundista de estos, medio escamoteado, de los que le habían dejado 30, estaba vendiendo como loco, y siempre el que vende una vaca encuentra un matadero enseguida, porque tiene clientes, tiene clientes en la gente que está trabajando. Pero todavía hay mucho más trabajo que lo que se puede comer en carne de acuerdo con la producción que existe en este país; hay que inventar algo, hay que comer otra cosa, es decir, hay que comer menos carne. No menos de la que se comía antes, pero no a la velocidad que llevábamos.
Carne. La Habana, Marianao, Regla, Santa María del Rosario, Guanabacoa, Santiago de las Vegas y Bauta, consumieron en los años 1957, 1958 y 1959, un promedio de 3 694 toros semanales. Los mismos sitios consumieron en 1960 y 1961 un promedio de 6 510 semanales. Nivel actual: 5 000 semanales se están matando para esas mismas poblaciones, que son 1 304 toros más que en 1959. Pero claro, hay que tener en cuenta la falta de pescado y la falta de aves, que por eso las 5 000 ahora producen colas. Vamos a ver qué pasa cuando esté todo el plan de aves y todo el plan de pescado. Pero esos son los datos.
Ahora, si estábamos consumiendo ya 1 050 000 legalmente, ¿cuáles son las posibilidades? Teníamos: vacas madres, 1 839 965; machos, existencia actual, 1 722 977; hembras, entre toretas, terneras, y todos, es decir, no vacas madres, hay 1 652 098. ¿Cuáles son las posibilidades? Si nace aproximadamente un millón, si nace un millón y nos comemos 1 100 000 o 1200 000, el resultado es que con ese consumo...; es decir, hay que calcular un 10% de pérdida, vamos a calcular que se produjeran un millón que llegaran a grandes, al estarnos comiendo un millón y pico y hay 1 839 000 madres, lo primero que ocurriría es que no se repondría una sola vaca, porque todas las hembras serían consumidas; y, en segundo lugar, que todos los años tendríamos una pérdida de unas 200 000 vacas. En 10 años, a ese nivel, no quedaba una vaca, ¡en diez años! Ahora, podemos consumir menos, podemos consumir 800 000 o 900 000, 850 000 y mantener este stock de vacas; entonces nos estancamos. Lo único que podríamos hacer, matando 300 000 hembras o 350 000, es que todos los años reponemos más o menos 200 000 que ya se avejentan, se ponen viejas, no producen, y estaríamos reponiendo, y mantendríamos el nivel de 1 839 000 vacas, mantendríamos ese nivel y no habría más aumento, y lo único que nos podríamos comer todos los años es un millón, que serían unas 850 000 o 900 000 reses.
¿Cuál es la otra alternativa? Es bien sencilla, de acuerdo con lo que tenemos aquí. Aquí estaba ocurriendo lo siguiente: los toros para La Habana, y en el interior estaban matando hembras. Entonces, la matazón de vacas era tremenda, era lo que estaba pasando: 1 050 000 conocidas. No matando las hembras, prohibiendo absolutamente la matazón de hembras, excepto que ya no estén hábiles para la producción, ¿qué significa? Que tenemos 1 839 000 ya en producción; tienen una pérdida de un 10% más o menos, que hay que reemplazar todos los años. Así que todos los años hay que matar unas 150 000 vacas que ya no son hábiles; pero dentro de dos años, este 1 652 098 hembras, ya estarán en producción, con lo que, calculando conservadoramente, podemos hacer un programa sobre esta base: a principios de 1964 ya tendremos 2 millones y medio de hembras en producción; principios de 1965, 3 millones; principios de 1966, 3 millones y medio; principios de 1967, 4 millones; principios de 1968, 4 millones y medio; y principios de 1969,5 millones.
Nosotros podemos proponernos, en ocho años, las siguientes metas, frente a una producción anual de más o menos un millón, entre machos y hembras, producción que nos obliga a sacrificar solo los machos para no estancarnos; y frente a una producción de leche de 2 millones y medio de litros de leche, nosotros hemos estado discutiendo con los compañeros de “ganadería, de granjas y del INRA, lanzar un plan, una aspiración que justifique el esfuerzo. Es decir, no optar, por supuesto, por la política de ruina ni por la política de estancamiento, porque un país no se puede condenar a un estancamiento en el ganado; un programa de alcanzar, en ocho años, un total de 5 millones de vacas de cría con una producción de 3 millones de reses cebadas al año, y 10 millones de litros de leche, especializando el ganado, es decir, el de leche: raza lechera y raza de carne. Esto nos permite a nosotros, en ese plazo, tener 5 millones de vacas de raza de carne, y por lo menos un millón y medio, es decir, un millón de vacas de ordeño de leche.
La ventaja que tiene esto es que si en un momento dado..., otros países tienen el doble propósito, es decir, vacas de carne y leche; son los países que no aspiran a producir un excedente para exportar, que ordeñan el ganado de carne y tratan, por lo tanto, que sea de doble propósito. Pero como aquí, con un millón de vacas de raza, se pudiera llegar a producir 6 o 7 millones de litros de leche, mucho más que el consumo y lo suficiente para desarrollar una buena industria de productos lácteos, podíamos, no tenemos por qué tener las vacas de carne que sean buenas de leche: preferible es que den un rendimiento mucho mayor de carne. Por eso nosotros entendemos que nos conviene la especialización, con esta ventaja: que cuando ya se tiene un número de vacas de leche, y no se quiere aumentar, esa misma vaca de leche sirve para carne, ¿por qué?, porque se reserva una parte para reemplazo, y la otra parte se cruza con ganado de carne, y siempre produce un animal, aunque ella siga produciendo leche siete u ocho años, pare todos los años un animal de carne, que por inseminación se puede lograr que sea de una raza de carne, y sale 50% de carne.
Es decir que en un momento dado podemos poner del millón de vacas de leche, a una parte las podemos poner a producir carne también, y aumentar en medio millón más la producción de ganado de carne. Tres millones de reses cebadas significan, de acuerdo con los planes que se tienen, un valor de 600 millones de pesos, por ahí.
Suponiendo que nosotros estemos consumiendo un millón y medio, que me parece mucho para esa fecha, porque con la producción de los demás artículos es muy difícil que lleguemos a eso, podríamos exportar, disponibles para exportar, un millón y medio de reses. Esas son las alternativas que existen.
Ahora, ¿qué tendríamos que consumir? Tendríamos que consumir..., actualmente se están consumiendo 8 500 toros entre La Habana y casi el 70% de los pueblos del interior, semanales... consumir en toda la isla, prohibir completamente la matanza de hembras, consumir en toda la isla 10 500 toros semanales, que arrojan un total de unos 550 000 toros cebados, de mil y mil y pico libras; 550 000 al año, y unas 150 000 vacas, es decir, unas 700 000 cabezas de ganado, que nosotros entendemos que puede ser más que suficiente, si hay suficiente abastecimiento de aves, de cerdos y de pescado. De aves habrá pronto, lo primero de todo serán las aves; pescado habrá para mediados del año que viene; de cerdo tendremos para principios de 1963.
Claro está que un programa de producción de este tipo, no puede ser tipo latifundista, tiene que ser comiendo pienso, un tipo de carne especial, de más costo, no sería una carne de este mismo costo, de donde el costo de la carne de res, los precios serían por encima del de ave, del de pescado y del de cerdo. Pero es el único método moderno de producir carne. El otro es el sistema del latifundista, que tenía en un potrero grande 100 vacas. Ahora, quiero que sepan que en Cuba dedicábamos 350 000 caballerías a producir la carne y la leche que consumíamos, ¡trescientas cincuenta mil caballerías! Y con menos de 350 000 caballerías se puede producir cuatro veces más leche, y por lo menos cuatro o cinco veces más carne; es decir, desarrollar una verdadera industria, un verdadero renglón de la economía nacional de extraordinarias posibilidades, porque en el mundo, el problema de la carne es un problema mundial. Claro está que los países socialistas tuvieron problemas muy serios con esto de la carne; lo resolvieron gracias al cerdo, porque el cerdo tiene una capacidad de multiplicación rapidísima. Las 30 000 puercas nuestras de este año, son 300 000 hembras a fines del año que viene, por la capacidad de multiplicación, porque dos veces al año se reproducen, cinco, seis. Se multiplican en progresión geométrica. El ganado es mucho más lento en su multiplicación.
Pero calculen que en Polonia los alemanes se comieron todas las vacas, les dejaron unas pocas vacas allí, y Polonia es un país hoy exportador de mantequilla y productos lácteos. Increíble, ¿verdad? Hace apenas unos 15 o 16 años, y tienen una población enorme; y exportan jamón, aquí comemos jamón polaco.
A la Unión Soviética le hicieron lo mismo, y ya la Unión Soviética tiene una producción de leche per cápita superior a Estados Unidos. Pero le acabaron con el ganado. Aquí los que por poco acabamos somos nosotros al paso que íbamos.
¿No parece una locura como iban las cosas? Claro, dirán, bueno, pero el pueblo tiene más dinero, y si hay más dinero hay más trabajo, hay que poner a trabajar, hay que darle trabajo a la gente. Ahora, resolver el problema con el aumento de trabajo, no significa también que podamos satisfacer la demanda de carne de res. Hay que ir a otras cosas que son de más multiplicación: cerdos, aves, pescados.
Puestos en esta disyuntiva, entre arruinarnos, estancarnos, o desarrollar un renglón de la economía, que puede llegar a ser el primero del país... entre leche y carne la producción sería de cerca de 800 millones de pesos. ¿Por qué creen ustedes que nosotros debemos optar? ¿No creen ustedes que lo que debemos es hacer el plan de no matar una sola hembra?
(EXCLAMACIONES AFIRMATIVAS Y APLAUSOS) Esto nos obligará durante algunos años a no consumir más que 700 000 cabezas al año; comer menos carne de res y más de otros artículos. Es decir, más o menos la que se comía antes —seiscientas ochenta mil se comía en 1959— , y no eran grandes, porque ahora son toros la mayor parte cebados: así que vamos a estar al nivel del año 1959, en volumen total más que el año 1959, en volumen total de carne de res, algunos años. Y a cambio de eso, el porvenir que tiene el país es increíble, las posibilidades que tiene. Y para mejorar la alimentación del pueblo, en leche, en todo, la economía nacional, aprovechar las tierras nuestras con artículos de exportación, ¿quién sabe cuáles son las necesidades del mundo para esa fecha? Y esta gran posibilidad es la que nosotros queremos aquí exponer a la consideración de ustedes. Si ustedes creen que debemos optar por el camino ese.
Esto implica que en estos meses, mientras no venga la gran producción de aves, de pescado, de cerdo, tengamos que tener una regulación en esta cosa de la carne. Y que se perfeccione el aparato ese que ha organizado los Comités de Defensa, para distribuir lo más equitativamente —sobre todo estos meses: septiembre, octubre, noviembre—, como hasta ahora, es decir, el nivel de producción de ahora de carne; continuaremos teniendo que regularnos. En diciembre ya habrá en el mercado un gran aporte de aves; elevaremos, por lo menos, de un millón a 3 millones. Es decir que no habrá que hacer colas ya frente a las pollerías.
Entonces tenemos estos tres meses como ahora, septiembre, octubre y noviembre, un mes en que empieza a mejorar la cosa ya en pollos; y mejora en enero, y mejora en febrero. Y para marzo tendremos ese nivel de 10 500 toros semanales, es decir, 42 000 toros mensuales y 7 millones y medio de aves. Y entonces para junio el compromiso de que ya habrá un gran aporte de pescado. Junio: tendremos 42 000 toros mensuales, 7 millones y medio de aves, y, por lo menos, yo calculo que mensualmente unos... ¿Cuántas libras mensuales más o menos pudiera ser la aspiración esa? (LE DAN UNA INFORMACION AL DOCTOR FIDEL CASTRO) Sí, ellos dicen que sobre la producción de 67 millones de libras al año, este año la meta es 80 (LE DAN OTRAS INFORMACIONES AL DOCTOR FIDEL CASTRO). Sí, pero, ¿cuál pudiera ser la meta ya, qué nivel estarían produciendo para mediados del año que viene? ¿Se podrían considerar unos 8 millones mensuales de pescado fresco? (LE DAN INFORMACIONES AL DOCTOR FIDEL CASTRO) Unos 8 millones de libras de pescado fresco. Son las posibilidades. Cuarenta y dos mil quinientos toros, 7 millones y medio de aves, 8 millones de pescado.
En enero de 1963... ¡Ah!, ganado se mantendría 42 000 mensuales; 7 millones y medio de aves, porque aves se puede aumentar o mantener, según la demanda; aproximadamente de 8 a 10 millones de pescado, y entonces viene el cerdo. La gran producción de cerdo ya entra con el año 1963.
Así que, si pudiéramos... Junio de 1963, la de carne se mantiene, porque tenemos que mantenerla varios años sobre ese nivel, 42 millones mensuales; aves, las que queramos, siete y medio, ocho, nueve; pescado, los que hayan logrado aquellas metas, que serán más de 10 millones mensuales de pescado fresco; y 5 millones de cerdos, con lo cual creo que van a sobrar las proteínas y la carne.
Ese es el cuadro. ¿Pudiera considerarse que sea difícil esa situación? ¿Cuáles son las perspectivas? No son realmente...
Estas son cosas que estamos hablando aquí delante del pueblo, y que entraña el compromiso por parte de los hombres de la Revolución de cumplir ese compromiso con el pueblo, compromiso serio, y los compromisos se cumplen, ¡y los vamos a cumplir!
Esto es en cuanto a la cuestión agrícola. Poca cosa lo que falta.
Lo de industria se habló aquí largamente, se explicaron las deficiencias. En realidad, las industrias van mejorando mucho. Creo que ahí también hemos pasado ya la etapa difícil, en lo de pasta, jabón, todo. Las metas no se cumplieron, las metas fueron más elevadas que las posibilidades, pero la producción fue mucho mayor que el año anterior, y mayor, por supuesto, que el año 1958, así que hubo un aumento en la producción. Pero nosotros tenemos una gran confianza en la organización que tiene, en la dirección que tiene la industria. Sinceramente, nosotros sabemos que ese departamento tiene un compañero que es exigente y que es trabajador , que es infatigable, que se pone colorado cuando un fósforo no enciende bien, como si él tuviera la culpa, aunque en realidad no la tiene, porque en fósforos han cambiado la materia prima algunas veces, ¡y están bastante buenos los fósforos!; hubo una temporada en que tuvieron algunos problemitas ahí. Y nosotros tenemos una gran seguridad en todo eso.
Los demás problemas: transporte, obras públicas, todo eso, yo creo que no es necesario insistirlo, los compañeros hablaron largamente de eso.
Creo que dije aquí que iba a hacer hincapié  en este problema de la producción de alimento. La cuestión de los alimentos y de los artículos de consumo, la parte que no realiza el INRA y la industria agropecuaria le corresponde al Ministerio de Comercio Exterior.
Voy a decir que tengo la impresión —posiblemente la tengan también los demás compañeros— de que el Ministerio de Comercio Exterior ha avanzado mucho en organización, y de que se enfrentó a un problema muy serio, al problema de las importaciones de todos los artículos, que antes las realizaban un sinnúmero de compañías y de empresas, y cada una de estas compañías: la Texaco, la Sinclair — ya nadie se acuerda ni cómo se llaman—, la Esso, la Eléctrica, la Telefónica, todas tenían hasta sus casas suministradoras que venían y les traían todo; compañía por compañía, un viejo aparato de organización. Y de repente fue necesario crear un aparato que satisficiera todas las necesidades de importación. Era una tarea realmente impresionante.
No hay duda de que los compañeros habrán tenido sus tropiezos, sus errores, pero hay que tener en cuenta que la tarea que tenían delante era muy grande. Creemos, sinceramente, que han hecho el mejor esfuerzo, y que lo han hecho con un gran resultado.
Ayer cuando nosotros aquí hablábamos de los machetes, enseguida venía la información sobre el número de machetes exactos, cuándo llegaban, las hachas, los pies de madera, todas las cosas y ya se nota, en el equipo que está trabajando en el Ministerio de Comercio Exterior, un control grande de los productos, de las fechas de importaciones, las compras cuando llegan, todo eso.
En los muelles se formó un fenómeno. A los muelles empezaron a llegar barcos rápidos que venían a buscar azúcar y a dejar cosas, y se creó un amontonamiento de mercancías grande. Es mentira que allí se haya podrido el bacalao, ni nada de eso, esos son los contrarrevolucionarios lanzando bolas. Allí, incluso, se encontró que había... Un compañero que participó allí en la limpieza de los muelles dice que, de repente, vio una casita y dijo: “¿Y esta casa?” La casa aquella que estaba allí, que sería una oficina, estaba debajo de los bultos.
En esos muelles había cosas acumuladas desde el año 1910, había artículos que estaban en litigio, botellas de coñac —únicamente el coñac aguanta tantos años— que estaban allí en los muelles y aparecieron ahora. Se había formado un amontonamiento y luego eso era muy difícil; algunas veces se iba a buscar una mercancía y estaba abajo. ¿Consecuencia de qué? ¡Ah!, la culpa no la tiene el Ministerio de Comercio Exterior solo, tiene una parte de la culpa; la culpa la tienen también todos los demás departamentos. Que llegó abono, no tenían donde ponerlo, quedó en los muelles; que llegó materia prima, no tenían donde ponerla, quedó en los muelles. Y fue quedando en los muelles. Que no había transporte, quedó en los muelles.
El ministerio informaba al consolidado, a la empresa; quizás debió haber insistido mucho más para que no pasara eso. Pero se descubrió que el problema fue una falta de coordinación entre distintos organismos del Estado. Solución: una comisión que fue allí, un compañero revolucionario, se le designó, organizó una comisión con representantes del INRA, industrias, comercio interior, transportes, todo. Entonces, fue la comisión, y con la ayuda de los trabajadores..., porque allí tienen una prueba de lo que es el trabajo con la masa; se les habló a los trabajadores, a ayudar los trabajadores. No alcanzaban los trabajadores, y hubo que meter un batallón, o dos, o tres, de milicianos; ahí tienen la prueba de lo útil que puede ser un batallón trabajando también en ciertas tareas. Entonces limpiaron los muelles, se descubrieron muchas cosas, lo que había y lo que llegó. Se descubrió que algún artículo se había pedido en exceso. ¿De qué época? De la época en que un administrador no tenía idea realmente de lo que necesitaba. Entonces, había sosa cáustica, había un bicarbonato, era sosa cáustica —”sosa H”, ¿no?—; negro de humo, para las gomas, que llegó para unos cuantos años; es lo que decían que había.
La cuestión es que se descubrieron otras cosas que algunas empresas habían pedido más de lo que necesitaban. Claro que eso no se pierde, porque se emplea en los otros años, pero ya todo el mundo ha ido ajustando los tornillos de su aparato; esto ha servido para ir ajustando todos los tornillos, ya esas cosas no vuelven a pasar: comisión permanente en los muelles, plan de construcción de muelles — en JUCEPLAN están los muelles que se van a construir, la cantidad de cemento, cabillas, todo destinado a eso, porque hay que construir—, limpios los muelles, situada toda la mercancía en almacenes respectivos, comisión permanente donde está el INRA, comercio exterior, interior, industrias. ¡Ya aquí se ha expresado bien claramente que eso de que haya un vagón de ferrocarril cargado 30 días es cosa absurda! Ya cuando un obrero, cuando un miembro de las organizaciones revolucionarias o de la JUCEI vea un vagón cargado de mercancías, dirá:“Esto no puede ser: a ver, ¿quién es el que tiene aquí todavía esa mercancía?; oiga señor, ¿por qué usted tiene esa mercancía todavía ahí?, ¿usted no sabe que esos vagones se necesitan en La Habana?; usted no puede convertir el vagón en almacén”, y no vuelven loco al Ministro de Transportes, no descontrolan ni desbarajustan el transporte del país; porque, sí, es una gran comodidad: “¡Ah!, ¿llegó el vagón?; no tengo almacén, dejo la mercancía en el vagón un mes. ” ¿Eso es correcto? Bueno, vamos a buscar dónde meter la mercancía, porque cuando se quiere resolver un problema se resuelve, y se devuelve el vagón.
Y el pueblo tiene que estar vigilando todas esas cosas; entonces hay que salir a buscar al responsable y hablarle: “Mire, compañero, esto está mal, esto perjudica, usted debe hacer todo el esfuerzo”, para que lo haga. Ese problema de los muelles se resolvió así, y ya no habrá más problema en los muelles, y ya la mercancía está empezando a llegar, algunas cosas que faltaron. Aquí tienen (lee):“Botellas para niños, 440 000 piezas” —posiblemente eso sea poco—, no, porque aquí hay quien le da leche también al perrito, al gato, al ternero y a todo el mundo.
Así que estas son las cosas que ellos irán regulando, ellos se darán cuenta de la demanda de algunos de estos artículos e inmediatamente, pues, irán adaptando la importación a la demanda real. Aquí hay muchas cosas: bolígrafos y una serie de cosas:“Cocinas, 27 601 — que ya han llegado 11 356 y están esperando antes de fin de año 16 245— , efectos deportivos, frascos de vidrio para perfumes —vean eso: 13 341 728 piezas de frascos de vidrio para perfumes—, instrumentos musicales, juguetes, máquinas de coser 58 400 —todas correspondientes a este año— ; platos de losa, 714 584 docenas; planchas eléctricas, 67 850, han llegado 22 500; pilas de linternas, 6 246 850 piezas; quemadores de luz brillante; tocadiscos, 15 300; radios, 67 700 — de esto falta por llegar la mayor parte, pero ya radios han llegado 12 975— ; refrigeradores, 30 000; televisores, 21000; vasos, 2 124 678 docenas, han llegado 291806; ventiladores, 45 200; tejidos acabados comprados para este año, 48 500 000 metros; tejidos crudos, para procesar en Cuba, 50 000 000; hilos de coser industrial y doméstico; cordones para calzado; pañales, tejidos terminados, 329 000; tejidos crudos, 1500 000 — yo no recuerdo si algunas cosas de estas estaban por aclarar ayer, pero seguramente que ya ha quedado todo bien explicado de las necesidades— ; insulina, vacunas, antibióticos, etcétera.”
Ahora: combinadas, se han comprado 120; buldócer, 219; excavadoras y grúas, 133; motores diesel 3 889; motores eléctricos, 27 639; máquinas-herramientas, 291; camiones, 16 576 — ¡dieciséis mil quinientos!, por eso ustedes ven tantos camiones; claro que ha sido necesario destinarlos a las cuestiones de la defensa; de esos han llegado 11 168— ; bicicletas, 83 567; motocicletas, 3 529; ómnibus, 299; madera de pino, 70 millones de pies; cemento gris, 130 000 toneladas; papel gaceta, pulpa, papel cigarro... Se han comprado cosas, y están llegando.
Y lo mismo, incluso, aquí están las compras: alimentos para niños, arroz, bacalao — hay algunas compras de bacalao que ya dijimos cómo se distribuyeron, las otras se van a volver a distribuir. Ahora, cuando venga la zafra, hay que tener en cuenta que entonces hay que llevar tasajo y bacalao también para los centrales azucareros, que es una de las cosas que comercio interior debe tener muy presente. Ahora está concentrado mucho el trabajo en las montañas, en los cafetales, brigadistas, recogedores de café. Entonces, ¿qué hay que hacer en la zafra? No llevarse todo el bacalao para las montañas, ni todo el tasajo; porque nosotros estuvimos discutiendo con el compañero que está al frente del consolidado de la carne, entonces vamos a tener una producción de 300 libras de tasajo mensuales. Esto está dentro de los planes estos del consumo de ganado que explicamos, principalmente de las reses, que no se pueden utilizar para la producción, y esto hay que distribuirlo, cuando llegue la zafra, entre los centrales azucareros y el campo; desde luego, no olvidar las montañas.
El bacalao este que viene — que viene bacalao—, vienen: en septiembre, 1 405 toneladas; faltan por llegar, de septiembre a diciembre 3 545 toneladas. Este, ¿qué hay que hacer con él?; hay que guardarlo para cuando venga la zafra, y esto hay que ponerlo para las lomas y para los centrales azucareros. Las 300 000 libras de tasajo, para las lomas y para los centrales azucareros también, cuando venga la zafra; ahora hay que concentrar para las lomas, y cuando venga la zafra concentrar el abastecimiento en los centrales azucareros. Esas son las cosas en que no podemos descuidarnos, ir con el esfuerzo allí donde hace falta, como se fue a la mina, como en la mina aquella cerca de Baracoa se va a poner también un almacén; ir al lugar que más pueda necesitar, que no se vaya a quedar olvidado. Esas son las tácticas que tenemos que usar en estos tiempos en que tenemos escaseces y tenemos cosas, para que las mercancías estén donde más se les están necesitando.
Estos compañeros han comprado de todo, por supuesto, además de trigo, los frijoles, los chícharos y las lentejas que no se produjeron este año, es decir, el déficit que había; harina de soya, girasol, de todos estos artículos. Ya ellos van manejando bien todos estos números, todos estos mercados... Ha faltado un poco de tocino, y el tocino hace falta, porque si a un potaje no se le pone un pedazo de tocino, no es potaje; hay que ponerle ají, tocino, orégano, comino y laurel, ajo y cebolla en el sofrito también, a los frijoles negros, y hay que ponerle su pedacito de chorizo y su pedacito de tocino; el chorizo lo estaban mandando todo para la sierra, y ya explicamos que debían distribuirlo también aquí en el llano.
¿Tocino? No nos alcanzan los cerdos que tenemos. ¿Qué hemos hecho? Bueno, que no se venda en carnicería ningún cerdo; con todo el cerdo que se sacrifique, ya cebado, vamos a hacer tocino y embutidos, chorizos. Ahora, vamos a tener que traer un poco de carne de cerdo fresca, para mandarla a las empacadoras, para resolver el déficit que hay de tocino y de chorizo. Eso los compañeros de comercio exterior ya están haciendo las gestiones porque nosotros, naturalmente, tenemos que ahorrar las divisas; necesitamos nuestras reservas para algunos casos de estos, que sean artículos esenciales, importantes, resolverlos.
Están los abastecimientos de las medicinas, que están ya todas; hay una gran preocupación porque ese capítulo no falte. También las medicinas que venían de Estados Unidos ha habido que irlas sustituyendo por las de otros mercados y, desde luego, ahí tengo entendido que hubo un problema cuando se hizo la concentración, parece que no tenían todavía la suficiente organización cuando establecieron el almacén de recepción, y se produjo una laguna ahí en la distribución.
Los problemas de la distribución son muy importantes. Hubo problemas en la distribución en el mercado, fue necesario controlar el mercado, pero no se cambia fácilmente un aparato por otro, naturalmente, cuando había infinidad de intereses allí. Entonces hoy se está organizando muy racionalmente todo eso: la distribución en un solo punto, la distribución a los carretilleros y a los puestos de viandas se está haciendo también y se van a tener distintos centros para distribuir, se les han dado todas las facilidades de camiones y equipos a los compañeros que están allí en el mercado para que organicen bien la distribución de las viandas, el problema de la distribución es importante.
Los compañeros del Ministerio de Comercio Interior también tienen una gran tarea, y difícil, porque hay que llevar las mercancías a las montañas, no pueden trabajar centralizadamente. Las organizaciones revolucionarias y la JUCEI en cada provincia deben estar atentos de dónde falta la mercancía, porque a veces se va de recorrido por las montañas o por algún lugar y resulta que no hay nada; y como allí no tienen contacto, no tienen donde hablar, pues entonces nos encontramos con zonas, sobre todo las zonas apartadas, que están mal abastecidas.
Hay que hacer el esfuerzo, inmediatamente dirigirse al delegado de comercio interior, prestarle ayuda, buscar gente que lo ayude, distribuir las montañas entre determinadas zonas, hacer tiendas del pueblo donde no haya tiendas del pueblo; pero comercio interior, las organizaciones revolucionarias y la JUCEI tienen la responsabilidad de que ningún lugar del campo se quede sin abastecer. Si hay escasez, vamos a pasarla todos por igual; si falta un artículo, que nos falte para todos; si nos toca un pedacito, que nos toque a todos un pedacito, lo mismo en La Habana que hasta en el último rincón de la república.
Me faltan dos cosas nada más: una sobre Camagüey. Le vamos a hacer la guerra definitiva al marabú, y vamos a empezar por esa provincia, que fue clásica del marabú. ¡Vamos a acabar, en el año 1963, hasta con la última mata de marabú de esa provincia! Así que los compañeros de la provincia, ORI, JUCEI de región y JUCEI municipal, granja del pueblo, asociación campesina, cooperativa, vayan chequeando el marabú, donde esté, que vamos a hacer un plan y vamos a hacer, una gran concentración de equipo pesado para barrer en 1962 todo ese marabú y sembrarlo de pasto, para llevar adelante todos esos planes ganaderos que se tienen.
No debe quedar en la provincia una sola mata de marabú; que todavía se vuela en avión y se ve mucho marabú, se ve mucha manigua. Hay, claro, el marabú y la manigua de los particulares; vamos a empezar con el marabú y la manigua de las cooperativas, de las granjas y de los agricultores pequeños.
Y el que tenga marabú en una finca grande, y no lo quiera tumbar, bueno, pues que nos dé el marabú ese, que nosotros lo vamos a tumbar y lo vamos a sembrar.
Podemos ponernos de acuerdo con todas esas tierras, discutir con nosotros. La cuestión es que la tierra no debe estar sin sembrar. Y entonces vamos a concentrar equipos, gran cantidad de equipos, del equipo pesado de desmonte, en la provincia, y vamos a darle la guerra en esa provincia, y a darle un gran impulso; posiblemente llevemos para la provincia también trabajadores de Oriente y de Santa Clara, porque vamos a tener escasez de personal. Vamos a hacer un gran trabajo; vamos a ver también si la gente joven, los Jóvenes Rebeldes, organizan grupos de compañeros que quieran irse allí a trabajar, a la gran tarea de limpiar aquella provincia de marabú y poner toda su tierra en producción, concentrar el esfuerzo este año en aquella provincia.
Hay también una cosa, señores. Hay mucha tierra por ahí todavía sin cultivar; hay muchos campesinos que tienen su tierra delante de sus casas con manigua, marabú; hay muchos lugares donde hay manigua que no debe haber. Es una vergüenza que muchas veces se va por la carretera y se encuentran tierras de esas que están abandonadas. Nosotros no estamos cultivando debidamente toda la tierra; debemos lanzar una consigna para todos los pueblos, para todas las ciudades, dondequiera; que no quede un solo solar con manigua, sembrarlo, sembrarlo de cualquier cosa, de boniato, de calabaza, de maíz, de vegetales. Ni los solares, los solares vamos a sembrarlos; todo solar baldío lo sembramos de algo, de cualquier cosa; y todas las tierras baldías, solares cerca de los pueblos, también ponerse de acuerdo con el que tenga la posesión de aquello, y decir:“Bueno, si usted no lo cultiva, cédanoslo para cultivarlo, lo vamos a cultivar.”
Y en todas las granjas y en todas las cooperativas, y todos los pequeños agricultores, hacerle una guerra a la tierra sin cultivar, a la manigua, al marabú. Hay campesinos que tienen un pedazo y están trabajando en la granja del pueblo, no atienden el pedacito de tierra. Tiene que hacer una de dos cosas: o trabajar allí, o en la granja, y entregarle eso a otro campesino, hacer algo.
Nosotros no debemos estar tranquilos mientras veamos un pedazo de tierra que esta improductiva, porque puede producir esa tierra cualquier vianda, cualquier alimento, cualquier grano, cualquier pasto, árboles frutales, algo se puede hacer. Es un crimen, es un verdadero crimen vivir en un país de tierra rica como esta, fértil como esta, y un pedazo de tierra abandonada es un pedazo de riqueza abandonada, y no debe quedar un hombre cruzado de brazos en un parque por ahí, sin hacer nada, mientras haya un lugar donde se pueda hacer algo. No debemos descansar. El año que viene debe ser, además del“Año de la Planificación”, el “Año del Trabajo” también, para que nosotros nos propongamos y realizar un trabajo en gran escala, para hacer producir nuestra tierra, explotar nuestra riqueza; que nosotros tenemos una gran tierra y una gran cantidad de recursos sociales, nosotros tenemos que ser acreedores a ese privilegio, y no vivir en este país indiferentes a todas las riquezas que tiene. Pensemos en esos pueblos que tienen pedacitos pequeñísimos de tierra, que tienen que cultivar hasta el patio de la casa, que para sacar su alimento tienen que trabajar duramente; que nosotros tengamos tanta tierra, tengamos recursos humanos, tengamos todos los recursos, y, sin embargo, vayan a faltar cosas, vaya a estar la tierra abandonada.
No hay espectáculo más triste que el espectáculo de una tierra abandonada. Y nosotros tenemos que convertir este país en un jardín; toda la tierra de Cuba es tierra fértil. Se puede producir, donde no se produce un cultivo, se puede producir un pasto; donde no se produce el pasto, se pueden producir árboles frutales; y donde no se pueden producir árboles frutales, se produce un árbol maderable. Pero, el henequén, por supuesto, que todavía yo sé que están sembrando 300 o 400 caballerías más este año de fomento; y en la zona de Jagua, cerca de Cienfuegos, tienen una gran cantidad de tierra, por allí, por donde empieza la Ciénaga de Zapata, la parte sur la pueden sembrar de henequén, todo el que quieran, que es un cultivo también que tiene mercado.
Así que no hay un solo rincón del país que no se pueda sembrar. Por eso estamos desarrollando esos planes frutales y maderables fabulosos; y se le va a dar preferencia, el año que viene, a ese plan frutal, todavía más que a la madera. Pero vamos a ser el país productor por excelencia de frutas tropicales, y vamos a hacer el esfuerzo. No se va a sembrar todo en 1962; entre este año y el que viene se hacen los viveros; de hecho ya una plantica en un vivero está creciendo; podrá tardarse un poco más en trasplantarla, pero ya está creciendo. Y por eso en este año ya estarán los viveros sembrados, y en 1962, 65 millones de árboles que estarán en producción en 1965. Y que es un programa que incluye — ya hemos estado perfilando todos los detalles esos— 10 millones de mangos, 10 millones de guayabas, 10 millones de naranjas, 7 millones de limones, 5 millones de anón, 5 de guanábana, 5 de mamey, 5 de tamarindo, 2 de toronja, 1 de aguacate,1 de “lichí”, 1 de lima, 1 de mandarinas —¿dije chirimoya ya? Chirimoya, “lichí”, aguacate, mandarina, lima—, y miscelánea el otro millón, son 65 millones de árboles frutales.
Mientras tanto, las toronjas, las naranjas, y todo eso, se van a abonar y se van a arreglar; y, sobre todo, por ahí hay naranjales abandonados. La asociación campesina, la JUCEI y las ORI tienen que ir dondequiera que haya un naranjal abandonado y decir: “¿Por qué usted no limpia ese naranjal?”, que por ahí hay mucho naranjal abandonado.
Hay finquitas que tienen el ejército en polvorines, que los compañeros se han comprometido con nosotros a criar gallinas, a sembrar, y a producir también allí, para llevar adelante todo este vasto programa.
Hay una noticia; ya hemos recibido el informe de un técnico soviético sobre un centro de investigación de siembra de la uva en el Escambray, y el resultado es que ya —según el informe del técnico— están todas las investigaciones terminadas, y que se puede considerar que se puede empezar la siembra comercial de uvas . Hay parrales que en ocho meses han dado 15 o 20 racimos de uvas, cuando se necesitará tres o cuatros años. Hemos descubierto magníficas condiciones para la siembra de uva, y ya hay varias caballerías — ya están tomándose todas las medidas— para la siembra en gran escala de uva, que será otro producto más, y podremos hacer un vino, agrio si se quiere, pero un vino nuestro, como quería Martí.
Eso, desde luego, es una gran noticia, porque dentro de algunos años ya tendremos uva cubana, producidas en las montañas del Escambray, o de Oriente —ahora se van para Oriente. Hay un técnico cubano, René Acosta, que es el que ha trabajado en ese esfuerzo, y que ha obtenido un gran éxito, que también merece el reconocimiento de todos. Y los de Oriente dicen que ellos son los que van a ser los grandes productores de uvas, y tienen un gran entusiasmo para sembrar las uvas en las montañas. Estas uvas están a 200 metros sobre el nivel del mar.
Creo que lo mejor para terminar es esto, como prueba de las perspectivas y de cómo está avanzando ya, porque en realidad ya tenemos la satisfacción de ver un gran avance en la economía, aquí vamos a señalar — no vayan a asustarse por estas hojas, que nada más voy a leer unos renglones—, en cuanto a las fábricas, las que están terminadas, las que se han hecho y las que se van a hacer.
Terminadas: muñecos de peluche, en Madruga, con capacidad de 500 000 unidades por año; desmotadora de algodón en Camagüey; desmotadora de algodón en Victoria de las Tunas; desmotadora de algodón en Guantánamo; desmotadora de algodón en Colón; lápices, con capacidad de producción de 10 millones de unidades, en Batabanó; fundición a presión de metales no ferrosos, en Cárdenas; conserva de tomates, en Batabanó; conserva de tomates, en San Nicolás de Bari; hilandería, de 15 200 husos, en Gibara. Estas son fábricas terminadas ya por la Revolución.
Ahora, fábricas en construcción en este momento: fundición de acero por arco eléctrico, en Guanabacoa, terminará: cuarto trimestre de 1961; electrodos para soldar, en Nuevitas, terminará: segundo semestre de 1962; planta de desestañado, en Cayo Cruz, primer trimestre de 1962; acetafil, en Wajay, segundo semestre de 1962, se terminará; plásticos en La Habana, segundo trimestre de 1962; cerraduras y candados, en Cárdenas, cuarto trimestre de 1961; piensos, en Colón, cuarto trimestre de 1961; INPUD (Industria Nacional de Producción de Utensilios Domésticos), con capacidad de producción de 45 000 cocinas, 40 000 refrigeradores, 100 000 ollas de presión, 40 000 fregaderos de hierro y 45 000 pocetas de hierro esmaltado por año. ¿Ustedes están oyendo? Así que, repito: con capacidad de producción de 45 000 cocinas de gas, 40 000 refrigeradores, 100 000 ollas de presión —creo que hasta los guajiros van a cocinar con ollas de presión—, 40 000 fregaderos de hierro esmaltado y 45 000 pocetas de hierro esmaltado, que estará terminada al 50% ya el tercer trimestre de 1962, y el resto el tercer trimestre de 1963, pero ya para el año que viene estaremos produciendo —esta industria está en Santa Clara, en ella van a trabajar 1415 obreros — ; sacos de kenaff, Santa Clara, primer trimestre de 1962; maceradora de kenaff, Ciego de Avila, primer trimestre de 1962; cepillos y brochas, Ciego de Avila, primer trimestre de 1962; alambre de púas, Nuevitas, primer trimestre de 1962; conserva de tomates, Majagua, totalmente terminada y lista para prueba y entrega ya; pienso, Victoria de las Tunas, cuarto trimestre de 1961; pienso, Baire, cuarto trimestre de 1961; pienso, La Maya, cuarto trimestre de 1961; picos — ya con esto Barba no tendrá que esperar que los picos lleguen—, Guantánamo, primer trimestre de 1962; palas, Guantánamo, primer trimestre de 1962; tornillos, tuercas y arandelas, Santiago de Cuba, primer trimestre de 1962; cubiertos de mesa, Santiago de Cuba, primer trimestre de 1962; refinería de sal, Itabo, cuarto trimestre de 1961; procesadora de cacao, Baracoa, primer trimestre de 1962; antibióticos, La Habana, cuarto trimestre de 1961. Estas están en construcción, es decir que ya aquello de“dónde ésta el hollín de las fábricas, y las chimeneas”, ya todo aquello que decían los contrarrevolucionarios de que les estaba cayendo arriba el hollín de las fábricas, que hablen ahora, que ya están todas esas en construcción. Y ahora vienen otras de las cuales les va a caer hollín de verdad a los contrarrevolucionarios , porque estas son fábricas ya proyectadas, encargadas y todo; y no son todas, por supuesto. Hay una serie de más, que están en el plan, no terminados los proyectos, pero que van dentro del plan cuatrienal.
Lápices, segunda etapa, en Batabanó: vajilla de loza, en Trinidad, en 1962; Botellería Owens Illinois, ampliación, San José de las Lajas, en 1963; motores diesel y compresores, Cienfuegos, en 1962; fundición de acero por arco eléctrico, Santa Clara, 1962; bujías de incendio, Sagua la Grande, 1962; herramientas de mano, Guantánamo, 1962; herramientas de albañilería, Guantánamo, 1962; limas, Guantánamo, 1962; planta mecánica, Santa Clara, 1963; vidrios planos y vidrios pulidos, San José de las Lajas, 1963; bicicletas, Caibarién, 1962; máquinas de coser, Cienfuegos, 1963; beneficiadora de caolín, Nueva Gerona, 1962; beneficiadora de sílice, Sábalo, Pinar del Río, 1962; medios de transporte a mano, Guantánamo, 1962; planta textil, Alquízar, 1964; radiorreceptores, Santiago de las Vegas, 1962; televisores, Santiago de las Vegas, en estudio; refinería de petróleo, Santiago de Cuba, en estudio la fecha —todavía estas dos la fecha no se sabe exactamente; esta refinería de petróleo tendrá capacidad de un millón de toneladas por año.
Reconstrucción industrial metalúrgica, San José de las Lajas, fecha en estudio; planta siderúrgica, Santiago de Cuba, 1965; fundición de hierro gris y hierro maleable, Sagua la Grande, 1963; cemento, Nuevitas, 1964; brocas, descargadores y fresas, Sagua la Grande, 1962; arandelas a presión, Santiago de Cuba, 1962.
Esto es simplemente una parte; faltan muchas fábricas que están incluidas en el plan cuatrienal, y fíjense ustedes qué distribución se hace, que eso es lo primero y lo más justo: que las industrias estén distribuidas en todo el territorio nacional. El plan beneficia a todo el país, se acuerda de todos los pueblos, no se ponen las fábricas donde más le convenga a un dueño, a un señor de estos que a lo mejor vivía en la capital y quería la fábrica en la capital. La Revolución no actúa así, la Revolución va a buscar y va a hacer las fábricas en los pueblecitos más apartados, que antes se pasaban toda la vida pidiendo una fábrica y nadie se encargaba de hacerle una fábrica; y así se va distribuyendo racionalmente, para que el ingreso nacional también se distribuya racionalmente entre la capital y el resto de la isla, no como hasta ahora, que había una concentración de todas las fábricas, y los centros de trabajo principalmente, en la capital de la república.
Yo creo que es realmente muy estimulante ver ya cómo todo este programa está en marcha. Nosotros nos tendremos que reunir otra vez, año por año, y quizás más días —quizás la próxima vez no nos alcance con dos días para enterarnos bien y discutirlo todo—; ir reuniéndonos año por año para estudiar cómo marcha el plan cuatrienal. Y el plan cuatrienal debe sabérselo todo el mundo, ustedes sobre todo, y el pueblo también, para que vaya conociendo cómo van todas las metas.
Bueno, yo, antes de terminar quería darles algunas noticias sobre la situación en Brasil . Las noticias, todavía, sobre Brasil, son confusas, pero todo parece indicar que el pueblo no se resignará sencillamente a la usurpación del poder, es decir, al golpe militar anticonstitucional. Aquí hoy han llegado distintas noticias, algunas que decían:
“Misma emisora, estado Río Grande, informa Nación Brasil que gobernador estado Pernambuco se adhiere defensa Constitución y declara total apoyo norte país. Goulard contando unidad todos sectores y fuerzas armadas de su estado. Esto sitúa dos los más grandes sectores país unido lucha soberanía y defensa, independencia política, golpe traidor. Seguiremos informando cualquier noticia importante. Patria o Muerte. Venceremos” .
“En radio onda corta captada aquí acabamos de escuchar exhortación a todo Brasil, gobernador estado Río Grande, Lionel Brizola, por la que declara no entregará gobierno golpe militar. Ha entregado armas pueblo —quiero repetir que los informes son confusos todavía, son informaciones, también ha captado estación de radio, que nos informan a nosotros— ha entregado armas pueblo, obteniendo apoyo Tercer Ejército Fuerza Aérea y Marina del Estado. Hablado telefónicamente presidente constitucional Goulard ofreciéndole gobernación estado para establecer gobierno legitimo exhortando todos sectores políticos país unidad, defensa, soberanía, libertad e independencia.”
Este otro cable, informes para nosotros: “Nueva información misma fuente indica Jefe Segundo Ejército se ha hecho cargo estado Sao Paulo y declara total apoyo Constitución y leyes así como presidente Goulard con respaldo todas autoridades municipales de este estado. Ruego acusar recibo.”
Aquí también hay otros tipos de cables que llegan de distintos lugares. Dice:
“Radio emisoras de varios estados constituyeron la red telefónica de la legalidad para ofrecer informes sobre el movimiento nacional contra el golpe anticonstitucional. La red comprende a los estados de Río Grande do Sul, Santa Catalina y Paraná, en el sur del país.”
“Montevideo. PL.- Noticias procedentes de Río de Janeiro señalan que el vicepresidente Joao Goulard, a quien constitucionalmente corresponde asumir la presidencia luego de la dimisión del presidente Janio Quadros, ha comunicado por teléfono al presidente interino Ranieri Mazilli, para advertirle que volverá a Brasil para ocupar la presidencia” .
Goulard es el vicepresidente; como ustedes saben, estaba de viaje por la República Democrática Popular de China cuando se produce la renuncia de Quadros; constitucionalmente le corresponde la presidencia de la república, y los reaccionarios, los militares derechistas pro imperialistas, se empeñan en violar este derecho constitucional e implantar allí un gobierno fuera de la ley. Esa es la situación que se está produciendo en Brasil.
 “Brasilia. PL.- En la sesión de la Cámara de Diputados celebrada hoy, fue repudiada casi por unanimidad la tentativa del presidente interino, Ranieri Mazilli, y los ministros de las fuerzas armadas, de impedir la toma de posesión de Joao Goulard como presidente constitucional.”
Es decir que ya la Cámara, cuerpo legislativo, cuerpo constitucional representativo dentro del sistema, órgano legislativo, que es el que le acepta la renuncia a Quadros, en virtud de lo cual este señor se hace presidente, este señor que han tomado en sus manos los ministros militares; el Congreso, casi por unanimidad, repudia la tentativa de este señor de quedarse con el gobierno. Es decir que ya las fuerzas populares, las fuerzas nacionales, las fuerzas progresistas, las fuerzas constitucionales, cuentan con otro aporte legal a su posición cual es el repudio del Congreso al golpe. Es decir que los golpistas se van quedando más aislados, más aislados se van quedando, porque ya no los apoya el Congreso. Varios estados han manifestado su respaldo constitucional, y todas las fuerzas populares y políticas están contra el golpe de los señores que quieren hacerse del poder allí, representativos de los tipos como Lacerda y compañía, que son los sectores más reaccionarios, retrógrados, fascistoides, de Brasil, que quieren en este siglo y en este tiempo instaurar un régimen fascista en aquel país.
“Sao paulo. PL.- El presidente renunciante de Brasil, Janio Quadros, partió hoy en el buque Estade con destino desconocido. Quadros dejó, al parecer, una carta a un amigo suyo para ser leída cuando el barco en que viaja salga de las aguas territoriales de Brasil.
En la carta se espera que dé a conocer informes más amplios sobre los motivos de la renuncia.” “Washington. PL.- El vocero del Departamento de Estado, Lincoln White, calificó de indecisa la situación de Brasil, y agregó que no era posible predecir cómo se resolvería la situación.” Ellos están afilándose los dientes ya, a ver si los reaccionarios se quedan, pero la cosa va a salir... Todo parece indicar que el pueblo de Brasil no acepta eso, no tolera esa maniobra. “Porto Alegre —dice aquí—: El Jefe del Tercer Ejército Federal dirigió hoy un ultimátum al gobernador del estado de Río Grande do Sul, Lionel Brizola — la fuerza federal allí—, el cual no reveló el contenido del mismo —este cable es de AP. Sin embargo, Brizola hizo unas declaraciones por la red de emisoras de la legalidad, en el sentido de que puede ser que esta sea la última vez que hable al pueblo —ellos tienen allí las fuerzas del Estado, y tienen fuerza...” “Barcelona. UPI.- Joao Goulard declaró esta noche que después de su conversación —este es UPI así que con reserva—, que después de su conversación con una misión parlamentaria brasileña, mañana en París determinará si regresa a Brasil para asumir la presidencia o no”. Mientras los amigos de Brasil dan noticias en el sentido de que regresa y de que puede aparecer, la UPI dice que no regresa, la AP dice que le dieron un ultimátum, es decir que ellos están arrimando la brasa a su sardina en favor del golpe militar reaccionario.
“Montevideo. PL.- Las radioemisoras que integran la red de la legalidad, transmitieron desde el palacio del gobernador Lionel Brizola, unas declaraciones en las que el Gobernador expresa que Goulard llegará a Brasil dentro de las próximas 48 horas para asumir el poder o morir. La radio dijo que el diario de Sao Paulo, Ultima Hora, publicó la noticia esta noche en la primera página.”
“Montevideo.- Nuestro corresponsal en Río comunicó a nuestro corresponsal en Montevideo la siguiente noticia: el Congreso de Brasil se pronunció favorablemente por la posesión de Joao Goulard en el cargo de presidente de la república. Inmediatamente nuestro corresponsal en Montevideo preguntó al de Río de Janeiro si estaba confirmada la noticia, a lo que contestó: 'Sí'. En ese momento quedó interrumpida la comunicación con Brasil.”
Esa es la situación allí: todas las fuerzas populares, de izquierda, progresistas, nacionales, se van agrupando frente al golpe. El Congreso ya está contra el golpe, los militares se están quedando aislados, puede ser que sigan sus descabellados planes. Nosotros sabemos perfectamente bien que si el pueblo resiste no podrán llevar adelante su maniobra. En un país como Brasil, en un país tan gigantesco como Brasil, esos militares no saben lo que son las guerrillas revolucionarias.
Si el pueblo de Brasil aprovecha la experiencia de Cuba, ¡si el pueblo de Brasil aprovecha la experiencia de Cuba! , y se lanza a la lucha en las montañas, en la selva y en los bosques, en ese inmenso territorio, en ese inmenso teatro de guerra que es Brasil; si aprovechan la experiencia de Cuba y toman las armas, y organizan una guerra de guerrillas, no una batalla convencional, campal; si no pueden disponer de fuerzas suficientes, organizar la lucha de guerrillas en el Brasil. Que tomen la experiencia de Cuba, de lo que muy pocos hombres pudieron hacer frente a los ejércitos profesionales. Además, el ejército de Brasil cuenta con muchos militares de honor, con militares revolucionarios, con militares nacionalistas, que no secundarán jamás al grupo de golpistas fascistoides, pro imperialistas, que están dirigiendo esa maniobra contra el pueblo de Brasil.
Si los obreros, si los campesinos, si los estudiantes, los hombres progresistas y los militares honestos, toman las armas y organizan, no un frente de lucha, sino mil frentes de lucha, jamás podrá contar el grupo de militares reaccionarios con aplastar al pueblo. Y con seguridad que a pesar de las desventajas iniciales, podrían llevar adelante un movimiento que no lo podría aplastar, no ya el ejército de Brasil, es decir, la parte del ejército que esté con la reacción, ¡ni siquiera las fuerzas de la OTAN podrían derrotar el movimiento revolucionario brasileño!
Nosotros, naturalmente, sabemos que esos golpes van contra nosotros también; nosotros sabemos que esos golpes de militares reaccionarios forman parte de la maniobra imperialista para cercar y para invadir a Cuba. Por eso, desde aquí escuchamos con ansiedad y escuchamos con honda preocupación, por los destinos de Brasil, y con gran interés, los acontecimientos en ese país, porque sabemos que esta es una hora decisiva para Brasil, en que retroceden las fuerzas reaccionarias, o si avanzan en sus planes reaccionarios y fascistas habrán llevado a la nación brasileña, a esa gran nación, a esa gigantesca nación, a la coyuntura de una lucha revolucionaria armada.
Nuestro deseo es que los golpistas y los fascistas retrocedan; que el pueblo pueda obtener su victoria sin sangre, para que la nación brasileña no se vea arrastrada a una cruenta lucha que le costaría muchas riquezas y muchas vidas.
Pero nosotros estamos seguros de que el pueblo brasileño no retrocederá frente a los golpistas imperialistas; que el pueblo brasileño resistirá, y que resistir quiere decir, en Brasil, vencer. Vamos a terminar este congreso con una declaración que recoja las ideas fundamentales, y que sometemos a la consideración de todos ustedes. Dice así:
“En la Primera Reunión Nacional de Producción, nos hemos reunido el Gobierno y la Dirección Nacional de las ORI, con los funcionarios de los organismos centrales, económicos, administrativos, de empresas consolidadas, administradores de empresas consolidadas, de granjas del pueblo y cooperativas, los representantes de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, de la Federación de Mujeres Cubanas y del movimiento sindical.
“Después de dos días de información y discusión, en que hemos examinado los problemas fundamentales de nuestra economía, llegamos a las siguientes conclusiones:
“PRIMERO: Que a partir del 1ro de enero de 1959 la producción nacional ha crecido a un ritmo nunca antes logrado en la economía nacional, no obstante las agresiones del imperialismo. “SEGUNDO: Que el crecimiento de la producción nacional agrícola e industrial de 1959 a la fecha, es varias veces superior al que han logrado los demás países hermanos de América Latina en cualquier período similar.
“TERCERO: Que el crecimiento de la producción pudo haber sido aún más intenso y la distribución más eficiente, si se hubieran superado las fallas de organización puestas de relieve en el curso de las exposiciones y discusiones.
“Con la confianza que emana del impetuoso desarrollo actual logrado con la Revolución, y después del análisis critico y autocrítico de nuestras debilidades organizativas y técnicas, los integrantes de la reunión, ante el pueblo de Cuba nos comprometemos a:
“PRIMERO: Superar durante lo que resta del año 1961 todas las deficiencias organizativas en la producción y distribución, analizadas en esta primera reunión nacional.
“SEGUNDO: Cumplir con las metas de producción agrícola e industrial que se ha trazado en el presente año, y con la cooperación de los trabajadores de nuestras empresas y centros de trabajo realizar todos los esfuerzos necesarios a ese fin.
“TERCERO: Participar con entusiasmo y atención en la discusión del proyecto del Plan de 1962, tan pronto llegue a nuestras manos, de manera que sea discutido en cada fábrica, en cada granja, cooperativa y Asociación de Agricultores Pequeños, y que el plan definitivo exprese el máximo de posibilidades de desarrollo que permitan nuestras actuales condiciones y recursos.
“CUARTO: Cumplir con toda disciplina y energía la parte del plan que nos corresponde en 1962, y esforzarnos para superar, con el mínimo de empleo de recursos, las metas a que nos comprometemos.
“QUINTO: Elevar con la cantidad de la producción la calidad de la misma, de manera que el pueblo cubano tenga a su alcance productos nacionales que satisfagan las exigencias del consumo en el grado más alto posible.
“SEXTO: Incrementar la productividad de nuestro trabajo con el logro del más alto rendimiento posible, dentro del gran objetivo que es el punto de partida de nuestra Revolución socialista: el bienestar del ser humano y la elevación constante de sus posibilidades materiales y culturales. “SEPTIMO: Establecer las bases para un verdadero trabajo colectivo en que participen todos los elementos y factores de la producción: administrador, sindicatos, técnicos. Y en ese camino, considerando que los éxitos en la economía dependen fundamentalmente de los trabajadores, reunir a estos periódicamente a fin de explicar los problemas de la producción, escuchar sus opiniones, y estimularlos recíprocamente en el trabajo.
“Partiendo de las conclusiones anteriores, y con el objeto de resolver los problemas de consumo más presionantes e inmediatos, los integrantes de la Primera Reunión Nacional de Producción, colaboraremos tesonera y firmemente con el gobierno en el cumplimiento de ese compromiso, y tomando en cuenta la urgencia de resolver los problemas de abastecimientos.
“Aseguramos:
“PRIMERO: Que para el mes de diciembre de 1961 estará resuelto el abastecimiento pleno de aves en la capital de la república, y el 1ro de febrero en todos los mercados nacionales. “SEGUNDO: Que a partir de enero de 1962 la producción de viandas superará a todas las necesidades del mercado nacional.
“TERCERO: Que en junio de 1962 la producción de pescado alcanzará las necesidades del consumo.
“CUARTO: El 1ro de enero de 1963 quedará abolida la actual regulación en la distribución de grasas.
“En la seguridad de que nuestro triunfo en el terreno económico completará la histórica victoria sobre el imperialismo en Playa Girón y el aplastamiento de la contrarrevolución interna, la Primera Reunión Nacional de Producción renueva ante el pueblo de Cuba el dilema nacional de los cubanos ‘¡Patria o Muerte!’, y con el pueblo responde: '¡Venceremos!'“
FIDEL CASTRO RUZ

Fuente: http://www.cuba.cu/gobierno/discursos

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