junio 20, 2014

Resolución de la Primera conferencia Latinoamericana de Solidaridad –OLAS- sobre Corea (1967)

Primera conferencia Latinoamericana de Solidaridad –OLAS-
RESOLUCION SOBRE COREA
[1967]

La primera Conferencia de la OLAS, celebrada en La Habana, Cuba, puso una gran atención en la grave situación que se crea en Corea debido a la ocupación prolongada de Corea del Sur por el imperialismo yanqui y su política agresiva.
El imperialismo yanqui convirtió a Corea del Sur en una base nuclear y coheteril, violando groseramente el acuerdo del armisticio de Corea e introduciendo todo tipo de armamentos modernos y cometiendo ininterrumpidamente agresiones y provocaciones de todo tipo.
Especialmente, después de la visita de Johnson a Corea del Sur en el mes de octubre del año pasado, los agresores yanquis cometen frecuentemente provocaciones militares sin precedentes contra la República Popular Democrática de Corea.
El número de ataques armados y tiroteos que los agresores yanquis cometieron a lo largo de la línea de demarcación militar durante 5 meses comprendidos entre el mes de octubre del año pasado y el mes de marzo del año en curso llegó a más de 60, y durante el mismo período cometieron actos hostiles introduciendo en más de 200 ocasiones los barcos de guerra de distintos tipos en aguas territoriales de la República Popular Democrática de Corea. El número de disparos que los agresores yanquis hicieron contra la República Popular Democrática de Corea sólo durante el mes de abril pasado, superó el número de disparos hechos durante los pasados 13 años después de la firma del acuerdo del armisticio.
Esta situación es similar a la de 1950, cuando el imperialismo yanqui desatara la guerra de agresión en Corea. La Conferencia condena enérgicamente la ocupación de Corea del Sur y las maniobras provocativas de una nueva guerra del imperialismo yanqui, causante de la tragedia de la división nacional al pueblo coreano.
El imperialismo yanqui introduce al militarismo japonés para la realización de su política de agresión en Corea.
Los militaristas japoneses, rearmados por los Estados Unidos, y apoyando la agresión yanqui en Asia, entró en el camino de la reinvasión de Corea del Sur.
La Conferencia condena enérgicamente el complot del imperialismo norteamericano que pretende utilizar a los militaristas japoneses como fuerza de choque en su agresión de Asia juntándolos con la camarilla títere de Corea del Sur a través del criminal “tratado Sudcoreano-Japonés” e intentar crear la agresiva alianza militar de Asia Nororiental.
Hoy, Corea del Sur se convirtió en una completa colonia yanqui y en un gran cuartel que sirve para la política de guerra yanqui. Los imperialistas yanquis aplican la dictadura fascista militar en Corea del Sur para mantener su tambaleante dominación colonial convirtiendo todo el territorio sudcoreano en una gran cárcel.
El pueblo sudcoreano está obligado a vivir en la miseria y sufrimientos insoportables bajo la cruel dominación fascista del despotismo y de la barbarie sin precedentes.
Hoy el pueblo sudcoreano libra más que nunca una lucha por conquistar la libertad y los derechos democráticos y por la reunificación y la independencia de la Patria.
Es natural que el pueblo sudcoreano libre una intensiva lucha revolucionaria incluso la lucha armada contra la violencia y la represión fascistas del imperialismo yanqui y la camarilla de  Pac Chung Hi.
La Conferencia expresa su plena solidaridad con esta justa lucha del pueblo sudcoreano.
El imperialismo yanqui utiliza a las Naciones Unidas como el escudo para encubrir sus maniobras agresivas que impiden la reunificación de Corea e intentan provocar una nueva guerra.
Bajo el rótulo de la ONU, el imperialismo yanqui dividió a Corea, cometió la guerra de agresión sangrienta y hasta hoy, en nombre de la ONU sigue ocupando a Corea del Sur.
La ONU no tiene ningún derecho a intervenir en los problemas internos de un país como la reunificación de Corea.
La Conferencia condena al imperialismo yanqui que utiliza a la ONU como instrumento de su política de agresión en Corea y exige categóricamente la inmediata disolución de “la comisión de las Naciones Unidas para la reunificación y la rehabilitación de Corea” creada por los EE. UU.
La ocupación de Corea del Sur por las tropas yanquis es la raíz de todas las desdichas y privaciones que el pueblo sudcoreano sufre, y el principal obstáculo de la reunificación de Corea. 
Para realizar la reunificación de Corea y eliminar el peligro de una nueva guerra, antes que nada, deben retirarse las tropas agresivas yanquis de Corea del Sur.
La Conferencia demanda enérgicamente que se retiren de inmediato las tropas agresivas yanquis de Corea del Sur y considera que la reunificación de Corea debe realizarse por el propio pueblo coreano sin ninguna ingerencia extranjera y de manera independiente.
La Conferencia llama a todos los pueblos de América Latina y a todas las organizaciones, a que libren un vasto movimiento de activo apoyo y solidaridad a la justa causa del pueblo coreano en su lucha por expulsar a los agresores yanquis, liberar a Corea del Sur y reunificar independientemente a su patria.

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