“Sistema de Exigencias Escalonadas”
Juan Domingo Perón
[1 de Octubre de 1969]
Madrid, 1° de octubre de 1969
Señor Don Avelino Fernández Buenos Aires
Mí querido compañero:
Mí querido compañero:
He recibido informes de Paladino sobre lo que ha ocurrido en estos últimos días con el anunciado paro del 1° de octubre y pienso que los compañeros de la Comisión de los 20 habrán tenido sus razones para suspenderlo y, aunque Paladino no esta muy contento, considero que no se trata de nada irreparable.
Todo depende de cómo se proceda en adelante. Imagino que la dictadura habrá prometido resolver los cinco puntos de las exigencias sindicales de las “62”, en cuyo caso estaría justificado el cambio de actitud desde el punto de vista sindical, aunque desde el punto de vista político no fuera lo mejor, pero una “aflojada” de la dictadura en las actuales circunstancias, dará lugar a nuevas exigencias en el futuro inmediato. El sistema de exigencias escalonadas suele ser un recurso no menos efectivo que una exigencia total desmedida.
Desde entonces he pensado que Usted, con su gran experiencia y el predicamento que tiene en el gremio, está obligado en cierta medida a pensar en lo que ha de ocurrir al respecto, como asimismo tomar las medidas necesarias para asegurar que en el porvenir la U.O.M. siga siendo lo que ha sido hasta ahora. Espero que los nuevos dirigentes, formados al lado de Ustedes, sean lo suficientemente comprensivos como para seguir una conducta acorde con las necesidades actuales de la organización frente a los peligros que presuponemos. Yo creo que, si es preciso, Usted debe “tomar la manija” de modo que directa o indirectamente sea quien dispone, como única garantía segura para el Movimiento que tiene puestas hoy sus preocupaciones en la U.O.M. Le ruego que salude a todos los compañeros de las “62” y de la U.O.M.
Asimismo que acepte, con mi saludo más afectuoso, mis mejores deseos con la exhortación de seguirle metiendo porque los tiempos vienen cargados de acechanzas y el Movimiento necesita de los hombres de experiencia y capacidad, especialmente en esta etapa de la conducción que, como podemos comprobar, no parece oro todo lo que reluce.
Un gran abrazo
Juan Perón
Todo depende de cómo se proceda en adelante. Imagino que la dictadura habrá prometido resolver los cinco puntos de las exigencias sindicales de las “62”, en cuyo caso estaría justificado el cambio de actitud desde el punto de vista sindical, aunque desde el punto de vista político no fuera lo mejor, pero una “aflojada” de la dictadura en las actuales circunstancias, dará lugar a nuevas exigencias en el futuro inmediato. El sistema de exigencias escalonadas suele ser un recurso no menos efectivo que una exigencia total desmedida.
Dice la Historia que un día el Zar de Rusia llamó a su Embajador en Turquía y le dijo: Usted exigirá a Turquía la entrega de Crimea a Rusia. El Embajador le contestó al Zar: ¿y si Turquía entrega la Crimea? El Zar le repuso: entonces Usted le exige la entrega del Mar Negro. A lo que el Embajador volvió a preguntar: ¿y si Turquía entrega también el Mar Negro? Entonces el Zar le dijo: si entrega el Mar Negro, Usted lo toma de la barba al Sultán y lo sacude. Es que el Zar quería la guerra con Turquía. Nosotros podemos proceder de manera similar: si lo que queremos es la revolución (como la quiere el Pueblo Argentino) empecemos por pedir los cinco puntos, si Onganía los cumple, podemos luego exigir otros cinco y si accede, no tendremos más remedio que tomarlo a Onganía de los bigotes y sacudirlo.Mucho he pensado sobre la Unión Obrera Metalúrgica desde el asesinato de Vandor porque no ignoro el valor que esta organización tiene dentro de la empresa en que Nosotros estamos empeñados y no tengo mucha confianza sobre la forma en que Vandor será reemplazado en la conducción del gremio. Existen demasiados interrogantes e influencias como para dormir tranquilos frente al futuro tanto de la U.O.M. y su influencia en el Movimiento Sindical Argentino. Los intereses que se moverán alrededor de este reemplazo podrán ser muy grandes, entre ellos el de la dictadura, que no dejará de hacer todo lo posible por poner su mano en él, en forma de asegurar allí una obediencia muy peligrosa para el Movimiento Sindical, mediante lo que sea preciso hacer.
Desde entonces he pensado que Usted, con su gran experiencia y el predicamento que tiene en el gremio, está obligado en cierta medida a pensar en lo que ha de ocurrir al respecto, como asimismo tomar las medidas necesarias para asegurar que en el porvenir la U.O.M. siga siendo lo que ha sido hasta ahora. Espero que los nuevos dirigentes, formados al lado de Ustedes, sean lo suficientemente comprensivos como para seguir una conducta acorde con las necesidades actuales de la organización frente a los peligros que presuponemos. Yo creo que, si es preciso, Usted debe “tomar la manija” de modo que directa o indirectamente sea quien dispone, como única garantía segura para el Movimiento que tiene puestas hoy sus preocupaciones en la U.O.M. Le ruego que salude a todos los compañeros de las “62” y de la U.O.M.
Asimismo que acepte, con mi saludo más afectuoso, mis mejores deseos con la exhortación de seguirle metiendo porque los tiempos vienen cargados de acechanzas y el Movimiento necesita de los hombres de experiencia y capacidad, especialmente en esta etapa de la conducción que, como podemos comprobar, no parece oro todo lo que reluce.
Un gran abrazo
Juan Perón
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