DISCURSO EN LA SALA DE SITUACIÓN DE CASA
DE GOBIERNO
Néstor Kirchner
[23 de Octubre de
2007]
Queremos agradecerles profundamente la
presencia, con muchísimos de ustedes y hemos estado juntos, con algunos tengo
el recuerdo imborrable de haber conversado antes, inclusive cuando se
proyectaba la segunda vuelta del año 2003, en un momento difícil, donde la Argentina estaba en un
punto de inflexión, donde estábamos en pleno infierno.
Con un adversario que se negaba a darnos la posibilidad de una legitimación política, y, bien dice Cristina, nosotros íbamos a ser un gobierno que tenía menos votos que porcentaje de desocupados, nos tocó subir con el 22.4 por ciento de los votos. Era una debilidad objetiva muy fuerte por la situación del país, por la poca cantidad de votos, y porque quien competía con nosotros no tuvo la valentía, la responsabilidad y la seriedad democrática de ir a la compulsa, como marcan las leyes, como marcala
Constitución. Eso nos hubiera llevado a dar más fortaleza a
la gobernabilidad.
Con un adversario que se negaba a darnos la posibilidad de una legitimación política, y, bien dice Cristina, nosotros íbamos a ser un gobierno que tenía menos votos que porcentaje de desocupados, nos tocó subir con el 22.4 por ciento de los votos. Era una debilidad objetiva muy fuerte por la situación del país, por la poca cantidad de votos, y porque quien competía con nosotros no tuvo la valentía, la responsabilidad y la seriedad democrática de ir a la compulsa, como marcan las leyes, como marca
Yo siempre recuerdo que le comentaba a la
gente que me acompañaba, que esto era una cuestión de minuto a minuto, segundo
a segundo, que había que trabajar, que había que consolidar. Con un país que
venía de la crisis más profunda, con una clase dirigente confundida, con
intereses muy fuertes que no estaban interesados en ningún aspecto en la
recuperación de la
Argentina. Lo que querían era un gobierno absolutamente
dependiente y no autónomo en la globalización. Lo que querían era imponer
nuevamente sus planes políticos y económicos, darnos el rol que ellos querían
para la región. Eso era, evidentemente, sucumbir definitivamente.
Se imaginan ustedes que yo tuve que soportar
ataques de que me enojaba, de que tenía mal genio, que me peleaba con los
empresarios. Mi intención no es pelearme con nadie, cuando uno está en el lugar
donde van a estar Cristina y Julio, uno tiene que defender los intereses del
país. Cuando uno defiende los intereses del país no es que se enoje con nadie,
algunos tendrán una forma de decirlo, de reaccionar, o momentos históricos
diferentes. Uno no puede tener, como tiene mucha dirigencia de este país que en
los actos, en los discursos de las trincheras aparecen como defendiendo los
intereses nacionales, y cuando se sentaban en el despacho a conversar con los
intereses internacionales aparecen claudicado fuertemente.
Ahí empezó a nacer en la cabeza de algunos
la idea de la concertación política. Primero por la debilidad objetiva de los
distintos fracasos a lo que decían representar los partidos tradicionales. Los
partidos tradicionales debían representar políticas nacionales, populares,
sociales, de defensa de los intereses globales del país, y terminábamos
justificando por qué aplicábamos políticas que no tenían nada que ver con lo
que decíamos.
La profundización de la crisis empezó en el
`76, inclusive antes, pero se vio patentizada muy fuertemente a partir de la
década del `90, que fue muy grave, y terminó de cristalizarse cuando vino la
claudicación de la
Alianza. Con un discurso alternativo a lo que eran las
políticas del `90, todas las primeras medidas y todas las primeras versiones
era “no se puede con la convertibilidad”; no se podía con nada. Esto estaba
mostrando que había una verdadera crisis de representatividad, una crisis de
identidad, una crisis en el discurso y una crisis en la vinculación con la
gente, con la sociedad, donde otra vez se estaba cediendo ante los intereses
que se estaban imponiendo, que eran los intereses del Fondo, los intereses de
los organismos multilaterales, los de la potencia más importante del mundo, o
los intereses derivados de otros que no eran tan potentes.
Quedó patentizado cruelmente en ese 2001.
Pero yo creo que quien fue presidente de la Alianza , lo digo con toda claridad, que no servía
de nada claudicar, cuando empieza la crisis financiera que nos lleva al
corralito, cuando el Presidente de los argentinos recurrió a esta potencia y
cuando recurrió al Fondo Monetario Internacional, no hicieron lo que hizo
Clinton con México que puso 40 mil millones de dólares para solucionar la
crisis financiera, dijo que los argentinos se arreglen como puedan. Yo con la
experiencia de lo poco que le valió al presidente conceder lo que concedió, y
cuando llegó el momento en que lo tenían que haber ayudado… Les digo con absoluta
objetividad que si hubiese habido alguna ayuda como la que tuvo el gobierno de
México cuando tuvo el efecto Tequila, en el país no hubiera habido corralito, y
seguramente el gobierno de la
Alianza hubiera terminado bien, mal políticamente,
coincidiendo o disintiendo, pero institucionalmente hubiera terminado porque
hubiese tenido los recursos para poder funcionar con entidad financiera,
responder a los requerimientos que tenía, no soportar la fuga de capitales. A
mí Clinton en Estados Unidos me dijo, estaba Cristina presente, que si él
hubiera sido presidente de los Estados Unidos no hubiera pasado el 2001 como
pasó, que no hubiéramos tenido corralito. Y más allá de si el programa o las
políticas eran correctos o incorrectos, no hubiéramos llegado a la lamentable
crisis que nos tocó llegar.
Esto fue abonando en la cabeza de muchos la
idea de cómo solucionábamos esta crisis representatividad, donde un presidente
con el 22 por ciento de los votos, con los partidos nacionales y populares muy
gastados ante la opinión pública; con una clase dirigente con muy poca voluntad
de generar su propia autocrítica, y a veces con un marco de enfrentamiento
interno o externo entre los partidos absurdo.
Todo esto generaba condiciones de no
confianza en la gobernabilidad en la sociedad. Con sectores de presión,
económicos, políticos y mediáticos. No se puede desconocer la actitud de los
sectores mediáticos, que no van a elecciones, que viven una fuerte
concentración mediática que hay en la Argentina y que muchas veces tratan de guiar la
voluntad de los argentinos por intereses que son realmente duros y difíciles,
que los argentinos hemos soportado durante mucho tiempo.
¿Qué hicimos nosotros ante esta situación?
Un rápido reagrupamiento inicial de todos los cuadros nacionales y populares
que hay en la Argentina ,
del Radicalismo, del Peronismo, del Socialismo, partido vecinales, fuerzas más
chicas que tengan la voluntad de buscar una referencia común, la construcción
de un país que nos contenga a todos, y podamos afrontar los primeros problemas
que tengamos los argentinos.
Los primeros problema que teníamos los
argentinos a resolver en ese momento eran la indigencia, la pobreza, la
desocupación, el desendeudamiento, la recuperación de la capacidad de decisión,
cosas que fuimos cumpliendo. Bajamos la desocupación del 24.4 al 7.7 en el
último mes, con un promedio de 8.1, 8.2 en este cuatrimestre; bajamos la
indigencia del 17.8 al 8; bajamos la pobreza del 60 al 23.6; rápidamente
generamos la negociación de la deuda externa privada, lo que nos generó un
ahorro de 67 mil millones de dólares de deuda.
Qué relación de cariño podía tener yo con
los acreedores, con los bonistas, los bancos, intereses tan fuertes que estaban
involucrados. Muchos bancos habían vendido a bonistas, cuando se inició la
crisis argentina, y con el euro se produce una fuerte baja en las tasas de
interés que recibían los depositantes. Como los bonos argentinos pagaron una
tasa de interés absolutamente impagable, como del 15, del 16 por ciento anual,
¿qué hicieron los bancos? La gente salía del depósito en euros y pasaba a los
bonos argentinos. Acá en la
Argentina se venía la crisis del corralito y hubo miles de
bonistas estafados por los propios bancos que hicieron este tipo de
operaciones.
Ahora yo me preguntaba, cuando a estos
bancos, ahorristas, los representantes, los fondos de inversión estos que nadie
conoce cómo funcionan, les estamos diciendo que vamos a hacer una quita del 70
seguro que no me van a dar un premio a amor y a la paz. Es como se procedía
mediaticamente y como se procede en la Argentina , “el mal educado de Kirchner dice estas
cosas”. Yo no tenía ningún interés en el tema de los bonos, no tenía bonos, no
vendía ni compraba. Lo que estábamos defendiendo era el bolsillo de los
argentinos, del pago de impuestos de los argentinos salía el pago de esta deuda
que era impagable. Luego al FMI en estos años hubo que pagarle 10.800 millones
de dólares, cuando durante años estuvo hostigando y determinando prácticamente
toda la política de la
Argentina.
Fíjense ustedes que lo más importante que
salía en esos días en la tapa de los diarios eran los representantes del Fondo,
“paran en tal hotel, salen a correr por tal lado, vienen a apretar al Gobierno
argentino”, es decir que no teníamos ninguna capacidad de decisión. La tarea de
desendeudamiento era central. Hoy cuando estamos saliendo del infierno, ¿cuáles
son las políticas más importantes que tiene que resolver la Argentina ? La nueva
institucionalidad; la resolución del tema de la seguridad; la construcción de
políticas que fundamentalmente consoliden la distribución del ingreso en
nuestro país; la consolidación de una reforma educativa; el mejoramiento de la
calidad educativa, ahora tenemos el 6 por ciento de PBI en el presupuesto para la Educación que va para la
recuperación de salarios para los docentes, pero también para recuperación de
calidad, con sistemas para que los docentes se mantengan actualizados, para dar
una educación de primer nivel; la recuperación de la educación técnica que lo
hemos hecho con la Ley
que hemos sacado; también la creación de las viejas escuelas fábricas de
oficios para nuestros chicos.
Es decir que se van generando políticas que
son sustanciales, que la sociedad al haber nosotros resuelto los temas
importantes que teníamos por delante es lógico que tengan expectativas
crecientes. El gobierno de Julio y de Cristina va a tener que responder
conjuntamente con todos ustedes a las expectativas crecientes de la sociedad,
que es natural que las tenga. Es decir que el desafío en esta etapa que
comienza parte de un piso cualitativo distinto de lo que me tocó vivir a mí.
Fíjense que ahora estamos consolidando un
crecimiento, en los últimos 4 años y medio, del 49.3 del PBI; la industria que
está creciendo a un promedio del 8.8 al 9, con un promedio acumulado anual del
6.6, porque en los meses de invierno debido a los problemas energéticos
crecimos menos, pero la industria está creciendo muy fuerte. La recuperación
del salario mínimo, tenemos el salario mínimo vital y móvil más importante de América
Latina, cuando era el peor, pasamos de 360 a 980 pesos; ni hablar de la recuperación
del salario docente, la recuperación de la jubilación mínima, pasamos de 200
pesos, 250, con 50 que no estaban en la estructura del salario, a más de 620.
La inclusión de 1.300.000 jubilados dentro del sistema jubilatorio, que habían
quedado fuera en la década del `90 con todo el proceso privatizador; y la
recuperación de la libre opción jubilatoria que garantizó que un millón de
argentinos puedan elegir entre el sistema privado y el Estado.
A su vez nosotros complementamos esto con la
repatriación de los fondos de las AFJP. Algunos decía que pedía la repatriación
de los fondos y cuando tenía los fondos de Santa cruz los dejaba afuera. Yo
como gobernador de Santa Cruz lo que hice fue ponerlo a resguardo de aquellas
manos que administraban tan mal, nada más, fue cuidar los intereses de Santa
Cruz. El actual Gobernador los ha traído y están acá en el país.
Entramos en 57, 58 meses de crecimiento,
esto también es importante. Las inversiones en obras públicas se han hecho
democráticamente, hemos trabajado en forma conjunta. Se está diciendo “acá se
aplica la política de la chequera”, cómo se puede hablar con tanta liviandad de
la política de la chequera. Es decir que para que no se diga eso no hay que
hacer nada, no hagamos ningún tipo de obra ni mucho menos.
Primero definamos qué es ser progresista en la Argentina. Durante
muchos años se habló del progresismo, pareciera que son diez o doce personas
que hablan mucho y nadie les entiende nada, nunca los votaron, es la realidad,
votaron al radicalismo, al peronismo y demás. Para nosotros, esto lo hablamos
muchas veces con Julio y con muchos amigos, el progresismo es hacer progresar a
la gente, que estén mejor, que habamos obras, que mejore nuestro campo, nuestra
industria, que tengamos un proyecto agroindustrial en el país; terminar con esa
industria enfrentada al campo, lo que es absurdo. Eso es progresar, que los
chicos puedan acceder a la universidad, a estar en el marco de la escolaridad,
que progresemos culturalmente.
Lo otro nadie lo entiende bien. No es hablar
raro ser progresista, sino hacer las cosas que la sociedad necesita, en pos de
una justa distribución del ingreso, de un justo proceso de inclusión, un justo
marco de equidad que nos de las opciones concretas de ir construyendo un país
diferente. Ese es mi sueño.
Yo creo profundamente en la concertación,
creo que es la síntesis de las verdades relativas de sectores populares que van
a construir una alternativa. A mí me tocó ser, lo digo siempre, un punto de
inflexión entre lo que se va y lo que viene. Le agradezco a Dios y a todos los
que me dieron esta posibilidad. Pero indudablemente este país no va a seguir
creciendo con lo que se va, este país tiene que seguir creciendo con lo que
viene. Que las dirigencias que vienen sean superiores a nosotros, el gobierno
de Julio y Cristina tiene que ser muy superior al que nosotros llevamos
adelante, y tiene todas las posibilidades de hacerlo. Tiene consolidar las
reservas, consolidar el desendeudamiento, consolidar la autonomia en la
globalización, consolidar el prestigio internacional, todo eso es el gran
desafío que ellos tienen por delante.
Yo no voy a retirarme ni mucho menos, voy a
trabajar con toda mi fuerza para que la concertación funcione sin perder la
pluralidad, la diversidad y la identidad partidaria, que es natural que se
tenga en el marco de un pensamiento que diverso que contiene la construcción de
un proyecto estratégico de este país. Que la concertación tenga la claridad de
lograr la sustentabilidad del pensamiento argentino para construir ese espacio
en la Nación. Lo
dijo Cristina recién acá, en el `73, cundo me tocaba militar a mí, nosotros
sintetizábamos la fórmula Perón-Balbín como una fórmula de síntesis nacional,
para construir la paz en la
Argentina , la situación creo que era distinta, reconstruir la
paz y la convivencia entre los argentinos. Así como no alcanzaba para
reconstruir económicamente, socialmente e institucionalmente el país con la
elección, tampoco alcanzó en el `73, por hechos concretos que no permitían
esto. Lamentablemente, a mi juicio, se optó por un camino absolutamente errado,
equivocado, fue aprovechada l propia muerte de Perón por sectores realmente
innombrables.
Nosotros tendremos la oportunidad en otro
tiempo de la historia, yo no quiero asignarme que ofrezco otra realidad, pero
tenemos la oportunidad de construir un gran espacio nacional. Donde nos ven a
los dirigentes trabajando por la construcción de la Argentina con equidad,
con inclusión. Donde nos vemos recuperando la motivación y la alegría de
pensar, de saber que podemos construimos un país que nos contenga y que las
alternativas no tiendan a cambiar todo sino a mejorar todo, respetar lo que se
hizo bien, corregir lo que se hizo mal y hacer las cosas que faltan hacer. Esas
son las responsabilidades de los gobiernos que vienen y las responsabilidades
que tienen por delante.
La concertación tiene que ser el instrumento
político central de la sociedad, que no nos vea peleándonos unos con otros.
Aparte, hay algo que dice Cristina siempre y que tiene razón, es que cuando se
habla demasiado del otro es que hay muy poco para mostrar de lo que estamos
haciendo.
Creo que en esta etapa de la concertación
cumple un rol fundamental para la nueva institucionalidad, lo que tampoco
significa destruir un partido ni nada por el estilo. Todas teorías donde
algunos desde posiciones absolutamente arcaicas e inentendibles dicen que
nosotros queremos destruir el sistema de partidos en la Argentina. Al
contrario, queremos consolidar el sistema de partido, pero lo que más queremos
conciliar es el sistema democrático, institucional, con justicia y con
inclusión.
Lo han hecho en todos los lugares del mundo
en este tipo de situaciones. En la propia Alemania hoy vemos convergiendo un
gobierno social demócrata con un gobierno conservador, estaban estancados y
volvieron a crecer. Fíjense lo que está pasando en Italia, que estaba en
crecimiento, por ese enfrentamiento tan duro, donde ganan por un voto cada uno,
tanto la derecha como la izquierda, esto es gravísimo. Nosotros, todas esas
lecciones las tenemos que aprender.
Por eso les digo que les agradezco
profundamente su presencia en Casa de Gobierno. Todos tuvimos en cuenta la
responsabilidad. Tenemos mucho para hacer por Córdoba, ellos están trabajando
en un plan cuatrienal, cuando se terminen de aquietar las aguas en Córdoba,
queremos que nunca más pasen este tipo de confrontaciones que dañan, no sólo a
Córdoba a todo el país. Que podamos compartir el 10 de diciembre una fuerte
gobernabilidad, donde toda la gente vea lo que ahora dice el intendente tal, el
gobernador tal, o el presidente tal. Que vean al gobierno municipal, provincial
y nacional trabajando juntos. Todos, hasta entender que la mezquindad de la
vieja política no nos lleva a ningún lado. La institucionalidad del país les
dará las respuestas que la gente necesita. Para eso tiene que haber una ida y
vuelta muy fuerte entre los intendentes, los gobiernos provinciales y el
gobierno nacional, para juntos dar las respuestas que la gente necesita, se
pueden hacer muchísimas cosas.
Si la recuperación argentina la utilizamos
para reconstruir nuestro país en infraestructura, en sistema ferroviario, en
sistema de reconversión productiva, en la consolidación del sistema industrial
vamos a estar dando las respuestas que la sociedad necesita. En Córdoba la
recuperación de la industria automotriz fue fundamental y central.
Quiero reiterarles mi agradecimiento, sé que
vamos a trabajar fuertemente, lo vamos a hacer ya en el mes de noviembre. Yo
sueño porque el gobierno que venga sea el 100 por ciento mejor del que se va
porque todos los argentinos están necesitados.
A ustedes les agradezco realmente de corazón
de que apoyen a Cristina.
NESTOR KIRCHNER
No hay comentarios:
Publicar un comentario