DISCURSO EN LA PROVINCIA DE MISIONES
Néstor Kirchner
[5 de Septiembre de
2005]
Señor gobernador de la provincia de
Misiones, querido amigo Carlos Rovira; señor intendente municipal de Posadas;
señores ministros del Poder Ejecutivo Nacional; autoridades nacionales y
provinciales; amigos, amigas, hermanas y hermanos misioneros: en primer lugar,
quiero agradecer al pueblo de Misiones y a todos ustedes por brindarme este
aire fresco y este viento que me da oxígeno y fuerzas.
Como buen sureño, no hay mejor clima que el que me están haciendo disfrutar ustedes; también quiero agradecer a los chicos abanderados de todas las escuelas y a los señores docentes el acompañamiento en este acto de realizaciones para el país y para Misiones; agradecer además, a estas miles y miles de voluntades hasta lo interminable, que no tiene final cuando uno levanta la vista, mira y ve misioneros, misioneros y misioneros. Muchas gracias, Misiones; muchas gracias por este acompañamiento.
Como buen sureño, no hay mejor clima que el que me están haciendo disfrutar ustedes; también quiero agradecer a los chicos abanderados de todas las escuelas y a los señores docentes el acompañamiento en este acto de realizaciones para el país y para Misiones; agradecer además, a estas miles y miles de voluntades hasta lo interminable, que no tiene final cuando uno levanta la vista, mira y ve misioneros, misioneros y misioneros. Muchas gracias, Misiones; muchas gracias por este acompañamiento.
Esto deja en claro la teoría que tenemos los
hombres y mujeres que hemos nacido tierra adentro cuando algunos dicen -algunos
que ni siquiera iban a la
Casa Rosada , algunos que prácticamente gobernaban poco y
nada- que uno le dedica poco tiempo al Gobierno. Yo gobierno recorriendo toda
la patria porque para mí la
Argentina no termina en la General Paz , la Argentina es toda.
Me gusta estar resolviendo problemas y allí
estoy todos los días en la
Casa Rosada y también me gusta caminar el país. Además, me
gusta estar atrás de los problemas y llego a las 7 de la mañana y son las 11 de
la noche y estoy trabajando por mi patria, por mi Argentina y por mi
tierra. Una Argentina que cuando los
vine a visitar en aquella campaña del 2003, todos ustedes recordarán en la
situación que estaba.
Un amigo, el actual Gobernador de Misiones,
con quien habíamos compartido luchas federales, con quien habíamos levantado la
voz ante el olvido del interior de la patria, con quien habíamos levantado la
voz por lo que estaba pasando en la Argentina , me dio la fuerza y el apoyo para
luchar en la construcción de un nuevo país. Yo quiero agradecerles a todos los
misioneros, a los peronistas, a los radicales, a los independientes, a lo que
piensen como pensaren pero que creyeron que era posible construir una Argentina
diferente.
A aquellos que han entendido que no es
momento de tener divisiones circunstanciales, sino que lo fundamental es apoyar
una visión de país, un país que vuelva a pararse ante el mundo, una Argentina
que vuelva a recuperar su honor, una Argentina que vuelva a recuperar su
orgullo.
Hoy yo puedo mirar al pueblo misionero y al
pueblo argentino y decirles que cuando muy pocos creían que íbamos a poder
negociar la deuda privada argentina de más de 100 mil millones de dólares, con
una quita del 75 por ciento, lo logramos. Decían que estábamos locos, que no
íbamos a poder, que éramos intransigentes, pero cuando un pueblo se pone de pie
y tiene gobernantes que ponen lo que tienen que poner, el objetivo se logra, y
logramos un ahorro de 67 mil millones de dólares.
También hemos ido venciendo la indigencia,
la pobreza y el desempleo. ¡Claro que todavía hay, claro que recién llevamos
dos años y tres meses y claro que soñamos con que a la terminación del mandato
podamos decirle al pueblo argentino, allá cuando me toque terminar el 10 de
diciembre de 2007, que la indigencia es de un dígito, que la pobreza es la
mitad, que el desempleo quedó en un dígito y que el pueblo argentino y la Nación argentina sigue
creciendo a números importantes en su Producto Bruto, creciendo en su economía,
creciendo en su riqueza y creciendo en la distribución del ingreso!
En día de hoy también demostramos que con
esfuerzo llevamos controlada la inflación; que la industria automotriz creció
de un mes a otro –de julio a agosto- el 8 por ciento y de año a año el 27 por
ciento y así todas las variables que vamos viendo que van marcando un
crecimiento y una recuperación permanente del país.
Por eso les pido a los argentinos desde acá,
desde Misiones, de esta tierra colorada, de este sentimiento de patria, de este
sentimiento de amor que embarga, de lealtad y de solidaridad, que jamás me
podré olvidar de este acto que me han hecho compartir con miles y miles de
almas de misioneros y misioneras que creen en la bandera, que creen en la
patria, que creen en esta hermosa tierra argentina, les pido –reitero- no que
me sigan, yo no les pido que se hagan de mi partido, no les pido que me digan
que todo está bien porque nadie es perfecto y todos los hombres cometemos
errores y aciertos; lo bueno es tener la capacidad y la humildad de corregir
los errores, la humildad de mirar qué es lo que pasa y sucede alrededor de uno
para ir encontrando los caminos que nuestro pueblo necesita.
Por eso no les pido que me sigan, lo que les
pido es que me ayuden, que me den fuerza, que me ayuden a dar la batalla por
este país, por esta Argentina grande que todos necesitamos.
Es difícil, claro que es difícil, pero
evidentemente, sólo el cambio y la renovación permanente, sólo pensar en los
nuevos tiempos, sólo darnos cuenta que la Argentina tiene que recuperar el rol que nunca
debió dejar de tener, sólo pensar fuertemente en los empresarios nacionales, en
la clase media argentina, en los trabajadores, en esa síntesis y vamos a
construir el nuevo país. Cuando veo los gorros amarillos, cuando veo que han
vuelto los trabajadores de la construcción porque la inversión pública volvió a
la patria, se me llena el corazón de emoción porque es Argentina que empieza a
revivir, es Argentina que empieza a pujar por ser distinta e ir creciendo.
Querido Gobernador, querido Intendente,
querido pueblo de Misiones: como un sureño, como un hombre que cree en la tierra
adentro, que cree en el país federal, que cree que tenemos que hacer una
Argentina igualitaria para todos, les digo que le hemos traído una inversión
que ya está superando los 1.400 millones de pesos, que hemos respetado –como
usted dijo- planamente la coparticipación federal. Nunca más llamar a los
gobernadores para sacarles los recursos de las provincias, sino llamar a los
gobernadores para ayudarlos, para darles más recursos para que puedan atender a
su pueblo.
Usted sabe que estamos recuperando y en algunas
horas volveremos a tener algo que los argentinos perdimos en la década del 90 y
que nunca debimos haber dejado que eso deje de estar, si bien se mantuvo en la Capital Federal y
en mi Provincia: que nuevamente esté la ley de educación técnica, que vuelvan
las escuelas técnicas, que vuelvan los oficios para nuestros jóvenes que es
central y esencial para que nuestros chicos tengan un trabajo calificado,
tengan un oficio y dejen de ser explotados como muchas veces lo son al no tener
ese oficio. Con el oficio le damos una herramienta que les permitirá cualificar
su tarea, que permitirá que le paguen lo que corresponde por el oficio que
tienen. Estoy feliz de que vuelva la ley de educación técnica para todos los
argentinos.
También avanzando con todas las entidades
del país, con el gremio docente, con todos los gobernadores, el viernes 9 vamos
a dar otro paso cualitativo fundamental que es la ley de financiamiento
educativo, una tarea central y esencial para potenciar la educación. Esa ley de
financiamiento educativo va a disponer que 6 puntos durante 5 años del Producto
Bruto Interno argentino sean destinados a la educación para construir el
instrumento fundamental y esencial que necesitamos los argentinos de potenciar
y cualificar el sistema educativo como una forma de garantizar la
transformación.
Nueva ley de educación técnica,
financiamiento educativo, crecimiento de la industria, baja de la pobreza, de
la indigencia y del desempleo, crecimiento del Producto Bruto Interno, el 8,8
en 2003, el 9 en 2004 y, si Dios quiere, entre el 6 y el 7 en 2005,
recuperación paulatina de la distribución del ingreso, son elementos esenciales
que se están viendo en la
Argentina , recuperación de la obra pública, también una cosa
central y esencial, hace muchísimas décadas que en la Argentina no se invertía
tanto en viviendas. Soñamos con seguir haciendo miles y miles de viviendas más
para que la dignidad de los argentinos se pueda volver a recuperar
plenamente.
Además, rutas que unan el país, porque es
fundamental integrar toda la
Argentina de Norte a Sur. Porque para algunos, la inversión
pública era gasto público. Se acuerda, gobernador Rovira, decían que era gasto
público improductivo, eran esos que hoy andan de candidatos en algunas listas.
Para nosotros, la inversión pública es
trabajo, es cualificar la vida, es mejorar la dignidad de la gente, es
potenciar fuertemente toda la estructura del país. Por eso creemos en la
inversión pública como elemento esencial de nuestra economía. Inversión
pública, reindustrialización, potenciación de la producción agropecuaria
generan la síntesis de la dinamización de un país distinto.
Esa es la visión que tenemos, ésa es la
propuesta que le damos a los argentinos y ése es el proyecto que estamos
llevando adelante. Nosotros podemos hablar de propuestas y de proyectos,
podemos hablar de lo que queremos hacer, podemos decir lo que hemos hecho y
podemos mostrar lo que estamos haciendo. Esto nos da una fuerza moral
importantísima para encarar la etapa que viene en este país.
Por eso, también en la reformulación de la Justicia en la Argentina para batir la
impunidad y la corrupción y en el restablecimiento pleno de los derechos
humanos como elemento fundamental del reencuentro de todos los argentinos,
ponemos el esfuerzo que le dé a la
Argentina prestigio interno y moral interna. Cuando un país
tiene prestigio interno y moral interna, queridos hermanos, tiene futuro.
Por eso, misioneros y misioneras, les vengo
a decir que siento muchísimas ganas, mucha fuerza y muchos deseos de seguir construyendo
junto a ustedes, en el tiempo que me falta de gobierno, este país distinto
estando con la gente, junto a la gente, tomándome de las manos de la gente.
Porque cada vez que el pueblo argentino me dice “aguante Kirchner”, ustedes no
saben la potencia moral y espiritual que me dan.
Porque es muy fácil decir “esto se tendría
que hacer así o de esta forma o de la otra”. En la Argentina hemos visto
durante años a unos diciendo cómo hay que hacerlo y a otros cómo hay que
modificarlo, pero a ninguno haciendo lo que hay que hacer. Ahora hacemos lo que
hay que hacer y, lógicamente, si cometemos errores, hermanas y hermanos,
corregiremos permanentemente, porque lo que nos interesa es hacer las cosas
bien.
Pero tengamos en claro que cada argentino
tiene una verdad relativa. Porque hay algunos que hablan como si fueran la
verdad absoluta, lo que dicen ellos es lo que es. No, acá hay una verdad
relativa que tiene un argentino y hay otra verdad relativa que tiene otro
argentino. La verdad superadora es la contención de esas verdades relativas
para contener a todo el pueblo argentino en el marco de los nuevos tiempos que
vienen.
Por eso, queridos misioneros, levantando la
bandera de la patria, levantando el corazón de los argentinos, levantando el
deseo de triunfar, entendiendo por triunfar construir una sociedad más justa y
equitativa, y levantando con todas nuestras fuerzas el sentir de argentinos, me
despido de ustedes diciéndoles: gracias Misiones, gracias, señor Intendente;
gracias, señor Gobernador, arriba la tierra colorada que viene un pingüino a
abrazarla con todo su corazón. Muchísimas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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