DISCURSO EN LA CENA DE RECEPCIÓN AL PRESIDENTE
DE ECUADOR, RAFAEL CORREA
Néstor Kirchner
[19 de Septiembre
de 2007]
Señor Presidente del Ecuador, Rafael
Correas: los argentinos sabemos de su compromiso profundo con el
fortalecimiento de la democracia y la igualdad social; con el pleno respeto a
los derechos humanos y la consecución de un orden económico justo y equitativo.
El problema de los derechos humanos y su
atropello durante las dictaduras es un tema de central interés. Pero siento
también que el respeto por los derechos humanos en la democracia es de suma
importancia. Sé que tal vez existe una deuda que no está saldada hoy en el
mundo, y especialmente en América Latina.
Es por ello que creo que debemos continuar promoviendo y protegiendo esta cuestión en la región, y, a su vez, reforzar la cooperación en la materia en todos los fueros internacionales en los que participamos.
Es por ello que creo que debemos continuar promoviendo y protegiendo esta cuestión en la región, y, a su vez, reforzar la cooperación en la materia en todos los fueros internacionales en los que participamos.
Usted sabe cuán clara es para nuestro pueblo
y para nuestro Gobierno la idea de la integración latinoamericana. En este
sentido, el interés manifestado por el Ecuador en profundizar los lazos con el
MERCOSUR resulta un hecho auspicioso, que demuestra que compartimos la misma
vocación por el futuro común de la región.
Desde hace 4 años y medio los argentinos
hemos dirigido nuestra economía al cumplimiento de la deuda social generada por
entonces. Para ello partimos de un paradigma de producción sostenible, de
industrias con valor agregado, de generación de empleo digno, de las reglas de
juego previsibles y estables. Estamos encaminados en la prosecución de esta meta.
Hemos iniciado un cambio que esperamos
fervientemente pueda ser premiado en las urnas, con la confianza que en
nosotros depositen nuestros compatriotas el 28 de octubre.
Mi Gobierno ha tenido la posibilidad de
mostrar que en nuestro país, rico y fértil, se puede hacer mucho. Recibimos una
ruina, y hoy podemos citar índices que nos vuelven a colocar en un plano de
confiabilidad hacia adentro y hacia afuera.
Es cierto que falta mucho por hacer,
esperamos tener esa oportunidad. Esperamos poder bajar el desempleo a índices
que no se ven desde hace más de cuatro décadas; esperamos que la pobreza
desaparezca de nuestra realidad. Con ese ideal nos levantamos a trabajar cada
mañana. Es un compromiso muy fuerte, pero es a lo que aspiramos y por lo que
vamos a luchar con todas nuestras fuerzas y con todas nuestras convicciones más
profundas.
Estoy convencido que este viaje suyo será
muy fructífero. Los acuerdos que ya firmamos han sido sólo el inicio de todo lo
que podemos trabajar en conjunto. Es por ello que en esta ocasión también se
concretarán otros acuerdos tendientes a complementar este provechoso
intercambio de experiencias.
Deseo asegurarle que estamos dispuestos a
continuar prestando la cooperación técnica que requieran las autoridades
ecuatorianas, que tenemos la mejor disposición para brindar el apoyo a todas
vuestras iniciativas.
Le agradecemos la deferencia de su visita,
lo invitamos a venir permanentemente a la Argentina. Sabemos ,
yo lo he podido comprobar personalmente, y es muy importante que todos los
argentinos piensen como piensen, sepan que hoy en el Ecuador hay un gran
Presidente, dispuesto también a construir el espacio superador que esta región
necesita; dispuesto a dar los pasos necesarios para que América Latina vuelva a
ser el centro de las respuestas que los habitantes de la región necesitan;
dispuesto a profundizar los cambios; dispuesto a tener una alternativa a los
modelos neoliberales que han agotado y destruido nuestra región.
Yo les puedo asegurar que pronto a terminar
mí mandato, cuando uno ve un Presidente joven, con fuerza, con ideas modernas
pero que contienen la realidad de su pueblo, que contienen la política de
inclusión social y del desarrollo independiente, con autonomía en la
globalización, realmente fortalece los ideales que uno ha tenido toda la vida.
Yo sé que nuestro amigo, el Presidente de
Ecuador, va a escribir una página muy importante de su país. Sé que la Argentina y el Ecuador,
bilateralmente, trabajando juntos por la integración latinoamericana, van a
escribir una página importante de nuestra historia.
Querido Rafael, estás en tu casa. Admiramos
profundamente el trabajo que estás llevando adelante, admiramos profundamente
la reforma política que estás llevando adelante. También admiramos esa decisión
no de ser presidente por ser presidente, sino de ser presidente para dar un
paso cualitativo para que Ecuador pueda estar mucho mejor.
Por eso, con todo el afecto y el cariño que
los argentinos le tenemos a todos los ecuatorianos, a los que siempre los hemos
querido y con los que hemos trabajado muchísimo, hoy nos sentimos horrados con
tu presencia en la
Argentina. Te invito a brindar por la unidad latinoamericana,
por Argentina y por Ecuador.
NESTOR KIRCHNER
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