DISCURSO EN EL ACTO
DE INAUGURACIÓN DE “EXPO-PYME SAN MARTÍN 2007” , EN EL PARTIDO DE GENERAL SAN MARTÍN
Néstor Kirchner
[6 de Septiembre de
2007]
Señor vicepresidente de la Nación , querido amigo
Daniel Scioli; querido intendente municipal, don Ricardo Ivoskus, que hemos
construido una relación y una amistad en el trabajo cotidiano, en la lucha y en
los sueños de la Argentina
que todos deseamos; autoridades nacionales, provinciales, municipales; amigos,
amigas: para mí es un tremendo placer poder estar acompañando hoy aquí al señor
Intendente en la inauguración de esta nueva Feria Industrial.
Es la novena o décima vez que vengo a San Martín, recuerdo cómo fue creciendo el Parque Industrial de San Martín, los sueños del Intendente y los sueños de los trabajadores, los sueños de los empresarios que paulatinamente empezaron a creer que otra Argentina era posible. Yo trataba de infundir fuerzas, ideas y me miraban, costaba mucho creer, veníamos de un fracaso tras otro y lo peor que nos puede pasar a los argentinos, como me dice siempre Cristina, es que nos hagan perder la autoestima.
Es la novena o décima vez que vengo a San Martín, recuerdo cómo fue creciendo el Parque Industrial de San Martín, los sueños del Intendente y los sueños de los trabajadores, los sueños de los empresarios que paulatinamente empezaron a creer que otra Argentina era posible. Yo trataba de infundir fuerzas, ideas y me miraban, costaba mucho creer, veníamos de un fracaso tras otro y lo peor que nos puede pasar a los argentinos, como me dice siempre Cristina, es que nos hagan perder la autoestima.
Nos habían hecho creer, primero, que éramos
casi los peores del mundo; segundo, que la puerta a poder realizarnos estaba en
una embajada y, tercero, que Argentina estaba condenada a ser definitivamente
un país del subdesarrollo y sin posibilidades concretas de desarrollar el gran
potencial que tiene.
Ese profundo abismo que nos generaron entre
la realidad y lo que nos querían hacer creer que nosotros realmente éramos,
ayudó a contribuir al gran fracaso, al gran dolor, a esa Argentina que se nos
desmoronaba día tras día. Pero poco a poco, con fuerza, con ideas, pensando que
no se puede construir un país para pocos, pensando y sabiendo que crecer en
concentración económica a un país no le sirve, lo fuimos haciendo. Hay ejemplos
hoy, y nosotros fuimos un ejemplo de ayer. Saber con claridad que teníamos que
tener nuestra propia identidad, que un país no se podía realizar con once
monedas circulando, con papelitos, patacones y otras monedas que teníamos en
toda la Argentina.
Cada provincia tratando de sobrevivir como podía, habíamos tocado
los límites y nos propusimos cambiar.
Por eso yo le quiero agradecer al señor
Intendente, a los otros intendentes y a los responsables de gobernar las
distintas provincias que cuando dijimos: “basta, no podemos retroceder más,
este país tiene que entrar a recuperar su identidad, este país tiene que
premiar al trabajo, este país tiene que reconstruir la posibilidad de una
reconversión económica con inclusión social, este país no puede tener los
vergonzantes índices de pobreza, de indigencia, de desocupación, este país no
puede seguir siendo un país de servicio, tiene que volver a ser esa Argentina
de hace cincuenta años atrás, que emergía ante el mundo potente, con fuerza,
con decisión, esa Argentina que tiene -y que aún en la crisis tenía, aunque nos
habían hecho perder esa autoestima- los mejores recursos humanos con los que
pueda contar un país, reconocidos en todo el mundo”.
Pero parecía que acá en la Argentina era imposible
realizarse, parecía que acá en la
Argentina no iban a estar más estas ferias industriales que
hoy vuelven, parecía que acá en la
Argentina creer en la industria era ser nostálgico, en la Argentina creer que
podíamos tener una identidad nacional también, una moneda propia también y
tener nuestros propios valores, que son fundamentales y centrales.
En la Argentina se llegó a premiar que el más
inteligente era el más pícaro y en la Argentina que todos nosotros queremos construir
vamos a premiar que el argentino más respetado por todos sea el que más
trabaja, el que más estudia, el que más investiga, el que es más decente, el
que honra a todos sus vecinos, el que es un ejemplo global para toda la
comunidad.
Estamos creciendo por quinto año
consecutivo, espero que este año volvamos a crecer por encima del 8 por ciento
y estoy seguro que de la mano de una mujer el país, en el año 2008, va a volver
a crecer con mucha fuerza y va a profundizar, sin lugar a dudas, este proceso
de cambio que recién comienza.
¿Y por qué nosotros decimos que este proceso
de cambio recién comienza? Porque fuimos generando políticas fundacionales de
un país desarmado, fuimos tratando entre todos, los trabajadores, los
empresarios, la clase media argentina, los que tenemos la responsabilidad de
gobernar, los distintos sectores de la Argentina , armar el camino para salir del
infierno como podíamos.
Yo, queridos amigos y amigas, les puedo
contar lo qué fueron mis primeros días en el Gobierno, cuando me subía al
helicóptero y le decía a mi secretario: “estamos llevando este país segundo a
segundo”, veía una Argentina que había explotado y que podía volver a explotar
nuevamente. Realmente era una lucha sin igual la que teníamos por delante, pero
con fuerza, con acompañamiento, con esas manos que uno toca y esos besos que
los argentinos nos dan y nos dicen ”fuerza, coraje”, cada mañana nos armábamos
de una coraza y nuevamente al frente con estas ideas que para unos eran viejas
pero para nosotros vitales: la reconstrucción de un capitalismo con decisión
nacional, la reconstrucción de la dignidad nacional, la renegociación de la
deuda externa privada ahorrando 70 mil millones de dólares por primera vez en
la historia argentina, le dijimos “adiós” al Fondo Monetario Internacional
porque nosotros queremos tomar nuestras propias decisiones, que fueron
centrales y fundamentales. (APLAUSOS9.
Fíjense ustedes que habían algunos analistas
y algunos medios de comunicación que decían que yo era un atrevido, que era un
irresponsable, que cómo me iba a enfrentar con el Fondo como lo hacía. Y en
primer lugar, siempre les decía que no vine a dejar en la Casa Rosada mis
convicciones, pero en segundo lugar el Fondo Monetario Internacional, con sus
políticas ya le había hecho un daño grande y tremendo a la sociedad argentina y
no podíamos permitir que eso siga avanzando. Si ellos consideraban que era
atrevido o que no les contestaba como correspondía, prefería ser atrevido pero
defender la dignidad de los argentinos, eso era una cuestión central.
Hoy, estando con Cristina reunidos con quien
puede ser el futuro presidente del Fondo Monetario Internacional, nos dijo -y
creo que lo repitió, después, en algunos medios- “yo sé que el Fondo Monetario
para la Argentina
fue como el diablo mismo”. Eso dijo el que puede ser presidente del Fondo.
Por eso argentinos, hay que animarse, hay
que tener coraje, hay que defender las ideas, hay que sustentarlas, tenemos que
construir un país que tenga el valor de pensar, de resolver y decidir por sí
mismo, una Argentina integrada al MERCOSUR, una Argentina integrada a los
países de América del Sur, una Argentina integrada al mundo y discutiendo con
autonomía en la globalización es un tema central.
Claro que dan fuerza los índices que estamos
teniendo, la baja de la desocupación, el 7,8 en junio; la baja de la pobreza,
claro, todavía tenemos el 26,9, yo creo y espero que el próximo índice sea mas
bajo, pero todavía es un número indignante, todavía nos duele fuertemente; la
baja de la indigencia, del 30 al 8,7; la práctica reducción importantísima de
los planes sociales, de 2.300.000
a 900.000, porque se está generado trabajo, porque estos
planes sociales se transformaron en trabajo; creamos 3.400.000 puestos de
trabajo en estos cuatro años y medio que llevamos con esfuerzo y sacrificio
todos los argentinos.
Es decir que los argentinos podemos, es
decir que los argentinos ahora tenemos que animarnos a profundizar el cambio, a
construir la nueva institucionalidad, a consolidar el diálogo social, a
consolidar la formación de nuestro recurso humano, a consolidar la opinión
integrada pero independiente defendiendo los intereses de la Argentina ante el mundo
y ante la propia región.
Creo que vienen tiempos donde tenemos que
consolidarnos fuertemente y para eso creo que la educación tiene un rol
central. Para el Bicentenario, para el año 2010, vamos a tener ya el 6 por ciento
del Producto Bruto Interno destinado a la educación. Volvimos a las escuelas
técnicas, hay empresas que demandan trabajadores, que demandan a nuestros pibes
y no los tenemos capacitados todavía. Hay más demanda creciente de las empresas
y desde la educación técnica tenemos que dar esa respuesta.
Durante diez años no tuvieron mejor idea que
cerrar las escuelas técnicas porque decían que eran una antigüedad. Fíjense
ustedes que hoy ha crecido la matrícula el 11 por ciento en las escuelas
técnicas y esperamos que siga creciendo, porque con eso, nuestros pibes tienen
una herramienta de vida, de esperanza y la posibilidad de un trabajo
digno.
Este agosto que pasó, es el agosto más
importante en la historia del crecimiento de la industria automotriz, casi el
23 por ciento. Una industria que en la Argentina había desaparecido, la industria
automotriz, la industria de la autoparte, la combinación de la industria y el
campo, el crecimiento de las exportaciones, el crecimiento de las manufacturas
industriales, la combinación de las exportaciones primarias con las
exportaciones industriales, la combinación de la exportación con el consumo.
Nos querían hacer creer que un país puede
crecer sin consumo y sin inclusión. ¿Para qué queremos un país en el que
crezcan solamente unos pocos? ¿Para qué queremos que crezca la riqueza en la Argentina y no se
distribuya?
Fíjense que en el fifty-fifty, que en las
grandes épocas era del 50 por ciento en el sector empresarial y 50 por ciento
en los sectores del trabajo, ya estamos llegando al 41 por ciento y todavía
falta mucho. Pero hemos avanzado en forma muy importante, casi 9 puntos durante
estos cuatro años y medio y lo hemos tomado como un tema central de buscar una
distribución igualitaria del ingreso.
Algunos de quejan del consumo porque dicen
que el consumo calienta mucho la economía. Pero nosotros queremos que los
argentinos consuman, que los argentinos puedan vivir, que tengan la posibilidad
de hacerlo, que tengan sueños, que tengan esperanzas, que vean que su trabajo les
da resultado. ¿De qué les sirve una economía en la cual no pueden consumir y
ven solamente consumir a unos privilegiados? Queremos que consuman todos los
argentinos porque consumiendo todos los argentinos, combinado esto con las
exportaciones, tenemos un crecimiento equitativo y tenemos justicia y tenemos
equidad.
Queremos ese país que nos enseñaron nuestros
abuelos y nuestros pioneros, ese país donde no llore más el abuelo o el padre
porque el hijo tiene que venir a la casa a vivir con él porque no tiene otro
destino y porque vislumbra que va a estar peor de lo que estaba él. Queremos
volver a esa Argentina donde el viejo, el abuelo, el padre y la madre ven que
el pibe va a estar mejor y que sueña con un futuro venturoso.
¿Qué esperanza hay si no tenemos ilusiones
de vivir mejor, de tener movilidad social ascendente, de poder acceder a una
posibilidad universitaria, de poder acceder a una posibilidad empresaria, de
poder tener un trabajo digno en el lugar que nos toque trabajar, de que vuelva
a ser valorado el trabajo como una estructura central de la sociedad? En esa
sociedad creemos nosotros.
Yo me estoy yendo, estoy terminando cuatro
años y medio de mandato y les agradezco a los argentinos la posibilidad de
haber sido Presidente; yo no voy a decir como dicen muchos “cómo sufrí durante
estos cuatros y medio”; yo les puedo asegurar que sentí fuertemente la
responsabilidad, pero cómo me siento agradecido que durante cuatro años y medio
en la historia de la Patria ,
los argentinos hayan concebido y hayan tenido la bondad de que yo pueda
conducir este país.
No tengo más que agradecimientos por que
hayan confiado en mí; no tengo más que agradecimientos por que hayan puesto la
esperanza y me hayan acompañado y me hayan dado coraje. Yo no sufrí, yo no me
autotorturé, les puedo asegurar, conduciendo la Argentina.
Por el contrario, todos los días para mí
fueron un desafío nuevo porque no podía dejar de lado ni podía defraudar –por
más que esta palabra haya sido tan usada- la esperanza de tantos sueños. Mi
obligación era cada mañana llegar con más fuerza que la mañana anterior para
que la Argentina
pudiera crecer.
Así que, el sueño se fue cumpliendo. Sé que
hay muchas asignaturas pendientes, sé que he cometido muchísimos errores y los
trato de corregir, nadie es perfecto, trato de generar la autocrítica
permanente, pero les puedo asegurar que puse lo mejor de mí para tratar de
hacer un país mejor en forma paulatina.
Dios quiera que el 10 de diciembre de 2007,
querido Intendente, podamos salir de este infierno y empecemos la construcción
definitiva de la Argentina
con ese nuevo rumbo, con ese país que debe sintetizar la inclusión global.
Quiero decirles a toda la dirigencia que no
sirve la pelea permanente por la pelea misma, sirve el debate de ideas y la
pluralidad, sirve el trabajo. Los argentinos, y yo también lo voy a demandar
como un argentino más, como cualquiera de ustedes, dedicado a las cosas
personales como las tienen ustedes, una dirigencia que esté por arriba de las
cuestiones coyunturales, una dirigencia que entienda que este país no tiene
tiempo para distraerse en peleas que no le interesan a nadie. Acá tiene que
haber grandeza y generosidad y la lucha por la conducción y la iniciativa
política no puede tener una ferocidad que desanime y aleje de la política a
vastos sectores de la sociedad.
Hay que tener grandeza, hay que tener
generosidad, hay que abrir los brazos, hay que abrir el corazón y hay que abrir
las ideas para construir la nueva Argentina. Tenemos que renovarnos con todas
nuestras fuerzas, tenemos que apostar al cambio permanente.
Por eso yo sé que para eso se necesitan
convicciones y hay una compañera con la que toda la vida hemos luchamos por
ideales, acertando y equivocándonos, pero sé de las convicciones de Cristina, y
sé que a este país, no tengan ninguna duda, la mano firme de una mujer,
definitivamente, lo va a llevar hasta el lugar de la cima que se merece.
Yo también sé que definitivamente se tiene
que terminar en este país, porque es fundamental, con aquellas contradicciones
y enfrentamientos inútiles; es fundamental, también, sí tener ideas y
debatirlas fuertemente, pero la pluralidad no es tratar de anular al otro, la
pluralidad es tratar de sintetizar un proyecto que nos contenga a todos.
Muchísimas gracias, muchas gracias por todo,
muchas gracias Intendente, muchas gracias señor representante de los
industriales, muchas gracias a todos y los felicito por esta gran Feria, una
Feria que es orgullo, no municipal ni provincial, la Feria de San Martín creo que
ya es orgullo nacional.
Muchísimas gracias.
NESTOR KIRCHNER
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